- ¿Qué es el socialismo científico?
El socialismo científico es una ciencia que permite observar los elementos constitutivos de la sociedad capitalista para poder comprenderla y analizarla en la perspectiva de su superación revolucionaria.
La base del socialismo científico es el materialismo histórico.
Lejos de ser adivinos, los revolucionarios que se configuran en torno al socialismo científico, son científicos a parte de revolucionarios; comprenden las herramientas del materialismo histórico-dialéctico y a partir de la comprensión de la realidad objetiva elaboran políticas para organizar la lucha del movimiento de masas y así actuar para modificar la realidad objetiva.
Es decir, que lejos de ser “vagos incultos”, los revolucionarios deben ser los primeros críticos y conocedores de las condiciones históricas, la economía, la tecnología, la diplomacia, la guerra, las leyes y lo militar. No para glorificarse a sí mismos, ni para crear una secta, sino, para poder marcar tendencias, comprender sobre los escenarios en los que actúan, con el objetivo de modificarlos.
- ¿Qué es el materialismo histórico?
El materialismo histórico considera que en cada época ha existido un determinado desarrollo de las fuerzas productivas (desarrollo de la tecnología, tierra, capital trabajo), que a su vez establecerán las relaciones sociales y de dominación (clases, estamentos, etc.)
Esto dará lugar a un modo de producción. Por ejemplo lo fue el modo de producción feudal, el asiático y hoy lo es el capitalista. Por ende es la base productiva la que debemos observar en primer lugar para entender la realidad social que de esta se desprende.
Con esto quiere decirse, el pasaje del feudalismo al capitalismo estaba dando por las condiciones materiales para esto, y fueron los burgueses, los que reivindicaron la política “revolucionaria”, como fruto de esa época.
La burguesía fue una clase revolucionaria en aquel entonces, pero hoy se tornó una clase explotadora, gestando las bases para que solo los explotados actuales, los trabajadores, puedan ser los agente revolucionarios en la actualidad.
No son meras “casualidades”, las que están por detrás de las acciones sociales. Estas se explican por el determinado desarrollo histórico de las fuerzas productivas, por el devenir de las contradicciones en el tiempo. Por ejemplo, que estallara la Revolución Francesa no fue un puro manejo de casualidades, nada tiene de misticismo, es puramente un factor histórico que irrevocablemente podría suceder dadas las condiciones del momento.
- El materialismo histórico hoy
Hoy todas las tendencias apuntan a una escalada sin precedente de los ataques de la burguesía mundial, principalmente del imperialismo norteamericano, para defender el funcionamiento de su sistema de explotación, el cual ya funciona de manera muy artificial, a costa de la super explotación de los trabajadores en escala mundial.
El capitalismo entró en tal nivel de crisis, principalmente desde 2008, que ya ni siquiera consigue abrir nuevas fábricas. Los volúmenes de capitales ficticios/ especulativos son apocalípticos. El gran capital se ve obligado a buscar “salidas” por medio de la guerra.
- La crisis lleva a la revolución
La crisis del capital conduce inevitablemente a grandes movilizaciones y revueltas, las cuales tienden a derivar en revoluciones conforme la crisis avanza.
La burguesía busca contener las revoluciones por medio del aumento de la represión y las guerras contrarrevolucionarias.
Por lo tanto, las revoluciones y la contrarrevolución andan de la mano, y viceversa.
- ¿Pensamos conforme la sociedad que vivimos?
El antagonismo de clase, fruto de una determinada época, con determinado desarrollo de las fuerzas productivas, establecerá los horizontes posibles del ser humano.
Las posibilidades que los seres humanos somos capaces de imaginar están directamente conectadas con las posibilidades reales de dicha aplicación.
Hoy la superación del capitalismo y la construcción del socialismo es mucho más plausible de lo que lo era al comienzo de 1917.
El desarrollo de las fuerzas productivas se encuentra altamente socializado. Existen gigantescas empresas que operan en escala mundial con la posibilidad técnica (limitada por la imposición de las ganancias a cualquier costo) que podrían establecer metas de producción para brindarle a todos los humanos que habitan el Planeta Tierra elementos para cubrir sus necesidades básicas.
Como dice Engels “Para convertir el socialismo en una ciencia, era indispensable, ante todo, situarlo en el terreno de la realidad.” p.56 y “Sólo siguiendo la senda dialéctica, no perdiendo jamás de vista las innumerables acciones y reacciones generales del devenir y del perecer, de los cambios de avance y de retroceso, llegamos a una concepción exacta del universo, de su desarrollo y del desarrollo de la humanidad, así como de la imagen proyectada por ese desarrollo en las cabezas de los hombres.” p.61
- ¿Qué es la “democracia”?
La burguesía, al desenvolverse como clase dominante, construye una serie de organismos para afianzar su dominación como clase social.
El Estado, con todo su aparataje represivo, legal – jurídico, no es más que una forma de legitimar la dominación de una minoría sobre la gran mayoría de la población. Por ende, lo que llamamos “democracia” en general no es más que la dictadura de la burguesía.
- ¿Qué es el socialismo utópico?
El socialismo utópico nace de una etapa en la cual la lucha de clases no se encontraba desarrollada lo suficiente. Por ende, esta visión tenía como eje la filantropía, la generación de ayudas entre trabajadores, cooperativismos asistencialistas, pero jamás visaba la superación del capitalismo.
Los socialistas utópicos proclaman la posibilidad del confraternizar entre las clases, no concibiendo la lucha como el eje real del socialismo.
- ¿Existe hoy el socialismo utópico?
Los actuales partidos autoproclamados de izquierda, supuestos defensores de los trabajadores, con etiquetas de comunistas, socialistas y marxistas, pero que están integrados al sistema burgués, buscan mantener el sistema capitalista, confraternizar a los explotados con los explotadores en cambio de migajas ínfimas.
Conforme la crisis ha avanzado esas migajas son cada vez menores.
- ¿El socialismo utópico puede ser hoy una salida?
Tristemente, lo que debió quedarse en el pasado como pensamiento oportuno para una época con características determinadas, prevalece hasta nuestros días impulsado por la propia burguesía con el objetivo de desviar los trabajadores de la revolución.
La idea de que se puede combatir el capitalismo, la miseria y la desigualdad con rosas, es la expresión más fúnebre del socialismo utópico.
A su vez, el principio de que no es el trabajador el agente revolucionario, por esencia, es negar la historia y su porvenir, es negar la ciencia y los descubrimientos, es remeterse a engañarse y ser parte al fin del propio capitalismo, defendiéndolo en los hechos.
Los trabajadores sometidos al capital, como clase en si (en las palabras de Marx), en situaciones revolucionarias tienden a transformarse en clase para sí, contra el capital, por la superación del capitalismo.
Otras características hoy del socialismo utópico son la sobrevaloración del papel de los intelectuales, el individualismo, la falta de acción con base en la realidad objetiva, el intelectualismo, el bonapartismo, la descalificación de la tecnología y los avances que ésta ha desarrollado.
En sí mismo, el socialismo utópico continúa reivindicando, que con convicción, con consciencia y lectura, se llegará a “algo mejor”. Nada tiene de ciencia, de base sólida, eternamente está destinado a ser el lugar para la pequeño burguesía esconderse y anhelar sus sueños frustrados. O incluso un pequeño agujero negro, para todos aquellos que se endulcen con palabras bellas y pocas acciones.
- ¿Cuál es la diferencia del papel de los trabajadores para el socialismo utópico y el socialismo científico?
Los utópicos quieren hacernos creer que el trabajador, no es más que una masa inerte, sin vida, perdida, que nada tiene a ofrecer y que no cumple ningún papel fundamental en la historia. Colocándolo como un conglomerado perdido, que precisa de “ayuda”, la cual proviene de los poseedores del saber, los intelectuales y pequeño burgueses, los únicos capaces de generar el socialismo “como por arte de magia” desde el propio capitalismo sin ningún tipo de lucha de clases, sino a través de consensos.
El socialismo científico entiende a su vez que el agente revolucionario son los trabajadores y no los intelectuales, y que el socialismo es no una utopía, sino el próximo modo de producción posible, a partir de la superación del capitalismo.
Los trabajadores cumplen un rol crucial como agentes centrales de la revolución, los únicos capaces de desprenderse de las ataduras de la burguesía y tomar el poder.
Lo que se resalta, es que son los trabajadores unidos en lucha los únicos capaces de derrotar el capital. El papel de la vanguardia revolucionaria es el de guiarlos en ese sentido.
- ¿Los “ismos” están superados?
Lo que se llaman “ismos”, como el trotskismo, cheguevarismo, leninismo, estalinismo, maoísmo, etc. fueron superados como forma de “doctrina” que tiene las respuestas ya construidas a todos los problemas actuales.
Como socialistas científicos, debemos en primera instancia, recurrir a las herramientas y enseñanzas que estos nos han dejado a lo largo del tiempo, principalmente a partir de las experiencias de las revoluciones, y principalmente, utilizar el materialismo histórico y dialéctico para poder entender, analizar y perspectivar políticas para modificar la realidad objetiva.
- Las facilidades de los socialistas científicos hoy
Hoy contamos con fácil acceso a la información casi que instantánea, simple y rápida. Contamos con acceso a innumerables fuentes, a diferentes contactos desde diversas partes del mundo, y tenemos la posibilidad (aunque sufriendo ataques de censura) de compartir con otros la política para la etapa actual de modo simple a través de las redes sociales, las páginas web, etc.
Los mecanismos de contención social más importantes casi desaparecieron. Los grandes sindicatos dirigidos por la burocracia sindical oportunista, las grandes organizaciones sociales oportunistas y los partidos obreros oportunistas casi no existen más. En los últimos 40 años, el capital en crisis aumentó tanto la represión y la cooptación que las organizaciones de masas fueron transformadas en mecanismos ultra burocráticos dirigidos por pequeños burgueses corruptos.
Un nuevo movimiento de masas, clasista y revolucionario, deberá surgir en el próximo período al calor del nuevo ascenso de masas impulsado por la crisis del capital.
En en este escenario que los verdaderos revolucionarios, los socialistas científicos actuales debemos actuar.
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