Hace más de un mes que varios sindicatos y poblaciones organizadas vienen exigiendo medidas para enfrentar a la crisis y principalmente al alza de los precios de la canasta básica y de los combustibles.
Las manifestaciones se volvieron masivas en Panamá, llegando al corte de vías importantes de tránsito y masivas movilizaciones en algunos sectores de la capital, Ciudad de Panamá.
El disparador de las protestas fue el alza sostenida de los combustibles – más de un 40% en los últimos seis meses -, pero después, las exigencias se ampliaron a temas como el gasto del gobierno, las carencias de salud, educación y empleo.
Las principales exigencias son claras:
- Reducción del precio de los combustibles
- Disminución de los precios de los productos de la canasta básica
- Aumento del poder de compra de los salarios (aumento salarial)
- Alto al desempleo: más del 30 % de los trabajadores están desempleados en la ciudad de Colón.
- Mejoras en la infraestructura y seguridad laboral: por creciente mortalidad laboral.
- Mayor inversión en educación y salud (6% para la educación)
Ante la movilización, el martes pasado, el Ejecutivo aprobó el congelamiento del precio de la gasolina y de una decena de productos. Además de “la instauración de un proceso de reducción del 10% de la planilla estatal y el inicio de un programa de retiro voluntario de servidores del sector público”, suspensión de aumento de salario al sector público, aprobación para crear un programa de retiro voluntario de servidores o la restricción de asignación de celulares dentro del Gobierno, entre otras supuestas medidas de austeridad.
Ante esta respuesta por parte del gobierno, las organizaciones y sindicatos volvieron a convocar a las protestas populares, pues se entiende que son migajas para calmar al pueblo y poco responden a las exigencias concretas.
LA SALIDA ES UNA SOLA
La reducción de la planilla estatal, significa más desempleados y por ende más necesidades, la verdadera opción para enfrentar la crisis, y que no sea volcada a los trabajadores y pueblos explotados es con el NO PAGO A LA DEUDA PÚBLICA y la utilización de esos recursos en beneficio del pueblo.
La crisis económica aprieta cada vez más a los gobiernos, los cuales, teniendo un objetivo de clase, buscam defender los intereses de la banca y los grandes capitalistas. Por esa razón traspasan la crisis a los pueblos oprimidos y a los trabajadores.
Es necesaria hoy más que nunca la unión de los trabajadores y de los oprimidos de toda nuestra América Latina contra la explotación, la opresión y por ende contra el capital local e imperialista.
Si tenemos fuerza para exigir, tenemos fuerza para proponer una nueva forma de organización que nos represente a nosotros, los de “abajo”, los oprimidos, explotados y cansados de mantener un sistema que contiene un problema base: el 1% se enriquece frente al 99% siendo así el capitalismo, una feroz dictadura contra la inmensa mayoría.
Únicamente la lucha contra el Estado burgués y las grandes empresas capitalistas podrá traernos la solución a nuestros problemas. No podemos seguir tercerizando al gobierno la lucha de los y las trabajadoras.
¿Por qué tanto silencio con lo que pasa en Panamá? Ningún medio trasmite nada, fuera del país nadie sabe lo que está pasando…
— PLR América Latina (@PlrLatina) July 14, 2022
Ahora se reportan enfrentamientos en San Antonio en San Miguelito. pic.twitter.com/f5zbo49PPZ
#Panama ahora en la mañana, la manifestación sigue.
— PLR América Latina (@PlrLatina) July 13, 2022
La población y los trabajadores exigen respuesta que solucionen sus problemas, ni migajas ni limosna. @conusi1 @suntracs1 pic.twitter.com/zWgwXsFI9O