Son 270 trabajadoras y trabajadores de la planta de General Pacheco, que la empresa contrató bajo la modalidad de contrato a plazo fijo.
Durante “pandemia”, Mondelez comenzó a aplicar la modalidad de contratar por tres, cuatro, seis y hasta ocho meses, manteniendo este accionar en la actualidad. De esta forma, reduce los costos en cuanto a derechos y beneficios a los cuales deben acceder los trabajadores si estos fueran contratados a plazo fijo.
Esta es la cuarta vez que la empresa despide sin dar explicaciones, acumulando ya más de 900 despidos.
Mondelez actúa en un sector de la industria que más ganancias obtuvo y produce galletitas, golosinas y snacks como Oreo, Cerealitas, Terrabusi, Pepitos, Express, Milka, Cadbury, Shot, Tita, Rhodesia, Beldent, Bubbaloo, Halls, Tang, Clight y Royal.
Es decir, estamos hablando de una empresa de GRAN PORTE, la cual se vale de la flexibilización y explotación laboral para seguir aumentando sus tasas de ganancias.
Los trabajadores de la empresa comentaron a algunos medios Argentinos lo siguiente:
“En medio de la situación que vive el país, donde lo que prima es mayor desempleo y trabajo precario, que dificulta sobremanera la calidad de vida de muchas familias, y en donde vemos una gran especulación por parte del sector empresario, no podemos permitir que esta multinacional, que trabajó durante toda la pandemia y gano en dólares, siendo una de las empresas alimenticias formadoras de precios, siga abusando de las leyes y cometiendo fraude laboral. Una prueba de este abuso fue cuando solicitó un preventivo de crisis trucho, en el gobierno de Mauricio Macri, con el cual logró no pagar las contribuciones patronales. Ahora pretende seguir ganando con este tipo de contratación fraudulenta. Los puestos de trabajo están, y somos testigos de ello”.
La situación de esta empresa no es “extraña” o ajena a la de las demás grandes empresas capitalistas que operan en Argentina y el mundo. La crisis aprieta también a los grandes capitalistas que no dejarán que sus tasas de ganancias disminuyan, lo que los hace utilizar nuevas formas de explotación.
Debemos saber que estas nuevas formas de explotación, si bien no están reguladas, son “legales”, lo que quiere decir que la explotación de los trabajadores está sustentada en esta democracia pestilente.
¿La solución?
Alberto Fernandez, Cristina, la oposición de Juntos y la extrema derecha de Milei tienen acuerdo en dejar pasar estas prácticas sepultantes contra los derechos de los trabajadores, mientras al FMI (Fondo Monetario Internacional) se le conceden todas sus demandas y extorciones.
La vía institucional no nos llevará muy lejos; es hora de que los trabajadores, y no los SINDICALISTAS COMPRADOS, decidan la forma de lucha y presión sobre la patronal.
La empresa lleva adelante este tipo de “contratos” pues cuenta con el apoyo del estado burgués, que le facilita y legitima este tipo de explotación. Cuenta con la complicidad de la burocracia sindical y de la comisión interna que no llaman a asambleas ni a un plan de lucha para lograr la efectivización de los trabajadores mal llamados “temporales”. Y más que esto; los supuestos defensores de los derechos de los trabajadores han firmado un acuerdo con la patronal y el gobierno en el Ministerio de Trabajo donde se comprometen a mantener la “paz social”.
Los trabajadores solo tienen una única salida, y esta es organizarse por la base, formando oposiciones de lucha clasistas, capaces de impulsar las luchas por sus intereses.
El enfrentamiento a la patronal debe ir junto con el enfrentamiento al estado, que es controlado por el gran capital y el imperialismo norteamericano.
Para enfrentar a las patronales y al gobierno, los trabajadores deben discutir en asambleas de base un programa que evite que la crisis capitalista se descargue sobre la clase obrera impulsando medidas como la nacionalización bajo control obrero. Abrir los libros de contabilidad de las empresas para terminar con la mentira de que no tienen dinero; y repartir las horas de trabajo disponibles entre todos los trabajadores sin rebaja salarial.
Esta es una lucha de clases que está adquiriendo cada vez más características de guerra de clases. De un lado, estamos la aplastante mayoría de la población mundial que es obrera, popular y explotada. Del otro lado, está el puñado de buitres capitalistas que nos chupa hasta la última gota de sangre para mantener su dominación. Nosotros somos muchos más y nuestra fuerza está en nuestra organización; solo falta entenderlo, y salir a luchar para vencer.
2 comentarios en «NO VENGAN CON ESE VERSO: DESPIDOS MASIVOS EN MOLDEZ PACHECO»
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