CARTA DE EMILIO DESDE LA CARCEL

A la opinión publica y a mis compañeros y compañeras.

En este instante viene a mi memoria la fuerza de los y las hermanas que han caído, que no están presentes. Me estremece el recordar la canción de nuestro Pato Manns muy acorde para esta ocasión llamada “La muerte no va conmigo”.

Hoy me ha sentenciado un ministro que fue alumno de Jaime Guzmán y secretario de Alfredo Pfeiffer.

¡Ya basta! Los montajes y las quimeras por parte de la ultraderecha y la oligarquía están es su mayor apogeo y descaro.

Ya no son casualidades, sino que causalidades que queda expresada en esta crónica de una sentencia anunciada producto del ajusticiamiento del cómplice número uno del genocidio y creador de la constitución del 80.

Hablo sin reservas de montajes brutales y corrosivos que han venido creándose desde el año 2017, año en que fui detenido en México. Paralelamente en Chile para esa misma fecha se llevaba a cabo la “Operación Huracán” y que hoy continua con su versión 2.0.

Todos acontecimientos enmarcados en años electorales, presidenciales y/o de plebiscito.

Por ejemplo:

I.-Chile 2017: asesinato de Camilo Catrillanca, montaje basado en falsos testimonios policiales – Año electoral. México, mayo 2017: Soy detenido y torturado, montaje basado en falsos testimonios policiales – Año electoral

2.-Chile 2019-2020: Represión a asesinatos selectivos (Pablo Marchant) e intento de asesinato de Ernesto Llaitul – Año plebiscito entrada. México 2019- 2020: Soy condenado e incomunicado, se intenta vincular a la causa mi hijo que vivía en cuba – Año plebiscito entrada.

3.- Chile 09/2021: Represión y asesinatos en al Wallmapu – Año electoral. México 09/2021: Aprueban mi extradición de forma irregular – Año electoral.

4.- Chile 23/08/2022: Detiene a Héctor Llaitul (Huracán 2.0) – A 13 días del plebiscito. Chile 29/08/2022: Se dicta sentencia por el ajusticiamiento de Jaime Guzmán – A 7 días del plebiscito.

Es innegable y lamentable el reconocer que hoy somos solo unos cuantos acusados, pero mañana serán muchos más porque la ultraderecha y la oligarquía siguen marcando su propia hoja de ruta mediante la mentira, el miedo y las fuerzas represivas del estado que aplican con toda impunidad un abierto terrorismo de estado impulsado desde siempre y desde las sombras.

Es vomitivo como se aplica la justicia, mientras algunos genocidas y sus cómplices continúan libremente caminando por las calles, hay otros pocos criminales de lesa humanidad que han recibido condenas irrisorias de solo 5 años promedio por crímenes brutales. Sin embargo, a los luchadores sociales nos laceran y aniquilan con decenas de años de prisión. Pero seguiremos en pie y no nos callaran

VIDA Y LIBERTAD PARA HECTOR LLAITUL