La “energía limpia” en el capitalismo

La “energía limpia” en el capitalismo

¿Sabías que fabricar un coche eléctrico contamina más que uno de gasolina.? El capitalismo es cada vez más incompatible con el desarrollo de la Humanidad. Con su brutal depredación acaba poniendo en movimiento a su propio sepulturero, a los trabajadores y los sectores oprimidos que conforman la amplísima mayoría de la población.

La propaganda de la burguesía divulga las “preocupaciones” con la energía limpia ante el uso cavernícola del petróleo como fuente de energía.

¿Pero cuál es la realidad por detrás de tales preocupaciones?

En realidad, lo que le importa al capital son las ganancias a cualquier costo, por sobre las vidas y la salud humanas.

La energía limpia precisa de inversiones que el capital, en su estadio super parasitario actual, no tiene posibilidad de hacerlas, principalmente por causa de su incapacidad para enfrentar su crisis de todos los tiempos.

En el caso de las baterías de litio, el capitalismo no tiene ningún plan serio para reciclar las baterías y, lo peor, es que la energía necesaria para producir el litio es altamente contaminante.

Una máquina utilizada para extraer las materias primas necesarias para producir una batería de un automóvil consume 450 litros de combustible en un turno de 12 horas.

El litio se refina a partir del mineral utilizando ácido sulfúrico. Una mina de litio se estima que requiere hasta 75 cargas de ácido sulfúrico al día.

El consumo de agua en una mina de litio es gigantesco. El barro tóxico no será tratado (como hoy pasa con el cobre, el mineral de hierro y otros) y será depositado (de manera muy barata) en grandes piscinas a cielo abierto; esa es la norma de la industria. El promedio son 12.200 litros de agua por segundo para producir 66.000 toneladas de carbonato de litio al año.

Si la fuente de litio es un lago de salmuera alcalina, la técnica de extracción de litio estándar es evaporar el agua de la salmuera. El cloruro de litio se convierte en sal de hidróxido o carbonato y después se lo hace pasar por una etapa de evaporación.

Una batería de un coche eléctrico, está compuesta por 11 kilos de litio, 27 kilos de níquel, 19 kilos de manganeso, 13 kilos de cobalto, 90 kilos de cobre, y 181 kilos de aluminio, acero y plástico, un promedio de 385 kilos de minerales. La electricidad fue generada a partir del petróleo, el gas, el carbón, la energía nuclear o el agua y una pequeña fracción de energía eólica y solar.

La mina de litio más grande de Europa, el yacimiento de Las Navas, en España, contará con una capacidad productiva instalada de 1,2 millones de toneladas de material, lo que resultará en 30.000 toneladas de sulfato de litio aprovechables para baterías automovilísticas.

Por lo tanto, fabricar un coche eléctrico contamina más que uno de gasolina.

Los buitres capitalistas están cambiando la contaminación de los gases de los motores diésel y gasolina, por otro tipo de sustancias, también altamente contaminantes.

Una buena parte de la generación de la energía eléctrica que cargará las baterías de coches se genera en centrales térmicas que funcionan con carbón. Incluso ahora con la guerra en Ucrania y las sanciones contra Rusia, la cuestión ambiental, que hasta ahora era bastante demagógica en escala mundial, está empeorando mucho.

El reciclaje de las baterías es muy bajo, lo que dejará mucha basura tóxica durante muchos años, y lo más probable es que continúe así mientras el capitalismo continúe existiendo.

Los costos del reciclaje son altos y es ese el problema principal del capitalismo. Un sistema en que todo está basado en las ganancias de un puñado de super grandes capitalistas.

El capitalismo es cada vez más incompatible con el desarrollo de la Humanidad. Con su brutal depredación acaba poniendo en movimiento a su propio sepulturero, a los trabajadores y los sectores oprimidos que conforman la amplísima mayoría de la población.

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