Se calcula que los Fondos de Pensiones y otros mecanismos “menores” de la especulación financiera han realizado inversiones financiadas por préstamos por US$ 1.8 billones, lo que representa más de cinco veces el aporte para las futuras jubilaciones.
Los “high yields” o bonos basura han visto sus tasas de ganancias aumentar de unos 4% para más de 10%. El peligro es que con la recesión económica el volumen de esos títulos ha aumentado mucho. Y enfrenta el riesgo de entrar en colapso con el aumento de las tasas de interés.
La crisis llegó a Inglaterra: mayor huelga ferroviaria en 40 años
— PLR América Latina (@PlrLatina) June 21, 2022
Más de 40.000 trabajadores del sector ferroviarios entraron en huelga en el Reino Unidohttps://t.co/3rFO3W16YX
Si a esta situación le sumamos el aumento de la inflación y de los volúmenes obscenos de capitales ficticios/ especulativos, tenemos que hoy ya vivimos en la peor crisis capitalista de todos los tiempos, rumbo a un gran colapso, mucho peor que el de 2008 y con todos sus componentes muy conectados.
La crisis está golpeando con fuerza a los grandes centros, lo que no había sucedido antes de manera tan generalizada y con tanta intensidad.
En el caso de la crisis en Inglaterra, los 65 mil millones de libras esterlinas destinados a contener a los especuladores financieros de deshacerse de los títulos públicos, después del anuncio de Liz Truss, la primer ministro, de financiar a los grandes capitalistas con 40 mil millones de libras esterlinas, provocaron tremenda desestabilización, incluso en los Estados Unidos.
#ReinoUnido 50% en abril y se espera que las tarifas aumenten otro 50 a 60% en octubre con 8,5 millones de personas en situación de pobreza energética.
— PLR América Latina (@PlrLatina) August 8, 2022
En octubre se lanzó una llamada en el Reino Unido para boicotear el pago de las facturas
¡QUE LA CRISIS LA PAGUEN LOS RICOS! pic.twitter.com/3phXXG9NAw
El miedo a las revueltas sociales aumentó cuando Truss anunció que los recursos vendrían del aumento del endeudamiento y el recorte de los gastos públicos sociales. Las bolsas cayeron fuertemente.
Los mecanismos de la especulación financiera incluyen la venta de los títulos en cartera para conseguir préstamos adicionales que son invertidos nuevamente para aumentar las ganancias. Las garantías colaterales también aumentan, lo que solo agrava la situación.
#Inglaterra 🇬🇧| “Recortes de impuestos para los ricos y apretarse el cinturón para los pobres, decimos ¡Ya basta!” Eddie Dempsey, del sindicato RMT, dirigiéndose al mitin de King's Cross. pic.twitter.com/xCDwXeJrt3
— PLR América Latina (@PlrLatina) October 1, 2022
De esta manera, y por causa de la sensibilidad de la propia especulación financiera, los títulos especulativos se desvalorizan, lo que aumenta la corrida contra la deuda pública principalmente. La contención se da con la intervención del Estado con el consecuente aumento del endeudamiento público y privado.
El impacto de la crisis inglesa sobre los Estados Unidos no demoró en sentirse en los fondos de pensiones y en la compañía de seguros que habían obtenido préstamos usándolos como fianzas (obligaciones colaterales), un mercado especulativo que mueve US$ 1 billón.
Así la corrida de los especuladores a las ventas lleva a que los supergrandes fondos especulativos, del tipo de BlackRock o Vanguard, vayan a las compras aumentando aún más la concentración de capitales.
El impacto sobre América Latina ha sido la fuga de capitales que ya está prevista para ser de US$ 100 mil millones en este año aproximadamente. En Asia, la fuga de capitales se estima en US$ 600 mil millones.
En China, el impacto sobre las grandes constructoras es enorme.
En Japón, la presión sobre la subida de las tasas de interés impacta y el giro de la deuda pública, que es la mayor del mundo en relación al PBI, es fuertísima.
La agudización de la crisis capitalista mundial está en la base de la guerra imperialista como la “salida” a su crisis. Y de la mano de las guerras contrarrevolucionarias andan las revoluciones, como dupla dialéctica a la que todos los verdaderos revolucionarios tenemos el deber de prestarle muchísima atención.