Las medidas de la burguesía para contener los precios de la energía
Las medidas tomadas por la burguesía europea para contener los altos precios de la energía parecen una especie de suicidio colectivo para el capitalismo mundial. Muestran la profundidad de su mayor crisis histórica.
El gobierno alemán destinó un presupuesto extra de 200 mil millones de euros para subsidiar el precio de gas de hogares y empresas, que será financiado por medio del aumento de la deuda, cosa que ninguno de los demás países de la Unión Europea podría hacerlo.
En la Gran Bretaña de Liz Truss, el intento de aumentar la ya gigantesca deuda pública y al mismo tiempo reducir los impuestos a las ganancias y a los ingresos de los grandes capitales, sin recurrir a un aumento severo de la tasa de interés, llevó a la caída del ministro de Finanzas. Mismo entre los especuladores financieros de la Citi de Londres han aumentado los clamores por la salida de Truss.
La suba de las tasas de interés en los Estados Unidos con el objetivo de controlar la inflación tiene como efectos colaterales, el aumento de las dificultades de la especulación financiera para recibir recursos públicos, al mismo tiempo que pone contra la pared al resto del mundo capitalista que debe enfrentar el fortalecimiento del dólar y por lo tanto, el aumento de sus deudas en dólares.
En el caso de América Latina, el impacto principal de esas políticas ha sido la fuga de capitales que deberá ser en torno a US$ 100 mil en el 2022.
La crisis capitalista mundial, cuya expresión más importante es la guerra imperialista mundial, impacta violentamente a las naciones atrasadas, neocoloniales, y principalmente a los trabajadores y a los explotados.
La crisis capitalista es el principal combustible de la entrada en movimiento de los trabajadores y de las masas.