La burguesía imperialista controló con rigor los resultados de las elecciones de Medio Período en los Estados Unidos pues precisa enfrentar su mayor crisis de todos los tiempos.
Se eligieron 34 senadores (de un total de 105), 36 gobernadores, el total de 435 diputados, las legislaturas estatales, los consejos locales y las juntas escolares.
La “onda roja” con la victoria de los Republicanos por amplio margen no ocurrió, lo que llevaría a reducir drásticamente la participación de los Estados Unidos en la guerra en Ucrania.
El margen fue pequeño, el menor desde el primer gobierno de Obama. El gobierno Biden declaró que quiere trabajar con los republicanos, lo que equivale a decir que quiere seguir aplicando la misma política ahora fortalecida con el apoyo de los republicanos.
La derrota del Partido Demócrata, que hoy representa los señores de la guerra disfrazados de “identitarios” (negros, mujeres, gays), fue presentada por la prensa imperialista y burguesa mundial como si hubiera sido una victoria.
La campaña mediática llegó al colmo de propagandear la posibilidad de que Joe Biden se postule a la reelección en 2024, lo que no paso de algo ridículo considerando su estado de demencia senil.
El abstencionismo siguió el promedio de aproximadamente el 60% de los votantes, mostrando la falta de confianza con la crisis, la inflación oficial del 8% (que en realidad es mucho mayor), el desempleo y el subempleo mientras los recursos son direccionados a la guerra.
El ambiente electoral transcurrió bajo el clima de terror no solo por la crisis sino también por los siempre providenciales ataques terroristas que se sucedieron uno detrás del otro en las últimas semanas.
El control del trumpismo
Para aplicar la política guerrerista era necesario no sólo controlar el Partido Republicano, sino en primer lugar controlar el trumpismo.
El conteo de los votos aún no terminó y en algunos estados habrá segunda vuelta. Así que la propaganda oficial sobre la fuerte debilidad del trumpismo aún precisa ser vista, después de los resultados finales y de las previas para la elección del candidato presidencial del Partido Republicano.
El trumpismo representa la principal versión del fascismo de masas en los Estados Unidos. Le es muy útil a la burguesía para controlar el movimiento de masas junto con las organizaciones de masas controladas por el Partido Demócrata. Pero en las actuales condiciones de extrema crisis, la burguesía precisa de la guerra como la principal salida para su crisis.
El trumpismo no quiere ir a la guerra en este momento. Al contrario. Prioriza fortalecerse en los propios Estados Unidos primero, para después ir a aventuras militares de gran porte.
La victoria de DeSantis en el estado de Florida, hizo surgir un competidor de Trump en el mismo campo de la extrema derecha, como candidato a la presidencia en 2024 por el Partido Republicano.
Es un hombre mucho más joven que Trump y más fácil de controlar, principalmente porque él no tiene una base de masas que pueda movilizar.
Al día siguiente de las elecciones la propia prensa de Murdoch, uno de los principales apoyadores de Trump, estaba elogiando a DeSantis.
La propaganda contra Trump aumentó en la prensa imperialista y burguesa mundial.
La burguesía imperialista precisa de la guerra para darle una salida a los volúmenes obscenos de capitales ficticios/ especulativos, para contener el movimiento de masas, para mantener el control del mercado mundial, para contener el fortalecimiento de China y Rusia. Eso no lo puede negociar porque equivaldría a firmar su sentencia de muerte.
El complejo industrial militar precisa seguir vendiendo armas para mantener sus ganancias, para lo cual precisa de ampliar la guerra en Ucrania y de otras más.
Para el próximo período debemos esperar la agudización de la crisis capitalista. La burguesía buscará contenerla por medio de la guerra, de la represión y del fascismo cuando los mecanismos “populares”, las organizaciones de masas con sus direcciones vendidas fallen en la tarea de engañar a los trabajadores y a las masas.
Pero el aumento de la crisis es justamente el combustible que inevitablemente pondrá en movimiento a los trabajadores y a los sectores oprimidos.
La lucha de clases camina de manera acelerada para un enfrentamiento cada vez más abierto entre la burguesía y el proletariado mundial.
El deber de los verdaderos revolucionarios es organizar la lucha de los trabajadores y de las masas.
1 comentario en «El impacto de las elecciones en los Estados Unidos sobre el mundo»