La crisis en Europa y las sanciones contra Rusia

La crisis en Europa y las sanciones contra Rusia

Mientras Europa sigue el juego de los EUA en imponer sanciones a Rusia, Europa se autoapuñala, pues no puede quedarse sin el gás y los hidrocarburos rusos. La burguesía se queda sin salida, juegan a la guerra, pero en Europa, cualquier descuido dará pasó a la revolución mundial.

El continente europeo es el más afectado por la mayor crisis capitalista mundial de todos los tiempos.

El “sueño de vida europeo” está yéndose al suelo, tal como si fuera un castillo de cartas.

El segundo centro del imperialismo mundial, de la dominación del mundo por un puñado de parásitos, entró en su peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial, principalmente por la cobardía de sus clases dominantes.

El imperialismo norteamericano, la principal potencia mundial, impuso la guerra en Ucrania y las sanciones contra Rusia como el principal mecanismo para salvarse de sus crisis.

Sin la energía rusa barata, la inflación en Europa llegó a sus mayores índices en décadas.

En Alemania, que es la principal potencia europea, la inflación oficial llegó a los 10% anuales, pero la inflación en la producción manufacturera pasó de los 40%.

Eso es lo que explica el viaje del canciller Olaf Scholz a China, bajo la presión de los industriales alemanes, en busca de salvarse de la bancarrota.

La contaminación de Europa con la especulación financiera es gigantesca, así como pasa en todo el mundo.

Las ganancias de las grandes empresas dependen umbilicalmente de la especulación financiera debido al fuerte y creciente tensión de las leyes que rigen el funcionamiento del capitalismo.

El colapso de la especulación con los fondos de pensión en Inglaterra, que llevó a la rápida caída de la primer ministro Truss, no es exclusividad de Inglaterra, a pesar de que la Citi de Londres es uno de lo principales centros de la especulación financiera mundial.

En la pequeña Holanda, los €1,4 billones de los fondos de pensión son tan especulativos como los ingleses y casi de su tamaño, pero el mercado de la deuda pública británica (2,1 billones de libras esterlinas) es mucho menor que el tamaño de la Zona del Euro (9,7 billones de euros).

Eso y la fuerte participación de los especuladores capitalistas norteamericanos en la Citi de Londres explican la proximidad de Inglaterra con los Estados Unidos. Son sólo negocios capitalistas en el contexto de su mayor crisis estructural.

La semifarsa del techo del precio para el petróleo ruso

La Unión Europea, Gran Bretaña, los Estados Unidos, Japón y los demás países que han sancionado a Rusia, tienen hasta el próximo día 5 de diciembre para imponer un techo al precio del petróleo comprado de Rusia.

Los valores que se están manejando son entre US$ 60 y US$ 70 por barril mientras el gobierno ruso ha anunciado que no le venderá sus hidrocarburos a quien le imponga techos.

Por detrás de la retórica, que tiene como principal objetivo engañar a los incautos, están los intereses capitalistas.

Europa no se puede dar el lujo de romper totalmente con los hidrocarburos rusos, pues corre el riesgo de promover bancarrotas generalizadas, lo que ya quedó muy claro en relación con el gas.

El objetivo de no permitirle al gobierno el acceso a recursos que pueda usar para continuar la guerra en Ucrania va de la mano a la continuidad de los negocios.

Hoy en día el precio del barril del petróleo tipo Brent, está un poco arriba de los US$ 80; y los de tipo más pesado, como el Texas, está un poco abajo.

Rusia ha aplicado importantes descuentos para driblar las sanciones, lo que ha provocado el aumento exponencial de las ventas a la India por ejemplo.

Los precios del barril del petróleo ruso en Asia han estado un poco arriba de los U$ 50, que es el valor que el gobierno precisa para estabilizar su presupuesto.

El techo no se aplica al envío de petróleo por tuberías a China, pues en ese caso no hay transporte ni seguros por navíos y, por lo tanto, posibilidad de imponer sanciones.

La agudización de la crisis capitalista avanza sin parar. Cómo librarse de los volúmenes obscenos y crecientes de capitales ficticios/ especulativos es la pregunta del millón.

La salida capitalista para la crisis es la guerra debido a la imposibilidad de reformas estructurales.

Para los trabajadores y los pueblos oprimidos sólo puede ser la lucha contra el capitalismo.

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