Aproximadamente a las 9 pm del 08/12/22, la policía (se desconoce cuál) detuvo a Jorge Esquivel Muñoz, conocido militante y participe del Auditorio Che Guevara: Espacio Autónomo de Trabajo Autogestivo en la Universidad Nacional Autónoma de México.
En el 2016 Yorch había sido preso y encarcelado injustamente, pasando por un proceso poco ortodoxo por parte de las autoridades y policías, que mintieron en como se llevó adelante el arresto y fueron desmentidos por las propias cámaras de seguridad, para quedar en libertad debió pagar 8 mil 725 pesos. Este nuevo arresto solo deja muchas dudas basándose en el actuar de la policía. ¿Persecución a los luchadores en México?
La Secretaría de la Defensa Nacional de Mexico tiene identificados a los principales grupos que operan en el auditorio Che Guevara, y esto se sabe debido a documentos filtrados por el “colectivo Guacamaya” que se denomina “Cuatro Campos del Poder”.
En dicho documento pueden observarse que existen 12 personas identificadas como los responsables de la ocupación del auditorio Che Guevara ubicado en las inmediaciones de la Facultad de Filosofía y Letras en Ciudad Universitaria de la UNAM.
Compartimos material escrito y publicado por “CENTRO DE MEDIOS LIBRES” con base en la liberación de “Yorch” en 2016 para conocer su historia.
Ciudad de México, 12 de marzo de 2016.- El 9 de marzo pasado Jorge Esquivel “Yorch” fue liberado del Centro Federal de Readaptación Social de Hermosillo, Sonora, debido a que la PGR no pudo acreditar el delito del que lo acusaba, y que la jueza del caso reclasificó la acusación a un delito menor, lo que le permite seguir el proceso en libertad.
Desde el día de su detención la Okupa Che manifestó que Jorge no llevaba mochila al momento de la detención, por lo que le fue sembrada la maleta con drogas, y exigieron que el gobierno de la ciudad de México entregara las grabaciones de 3 cámaras dirigidas a la zona en cuestión, como pruebas de descargo. Hasta el momento dichas grabaciones no han sido entregadas.
El precedente queda, con un modus operandi que ya hemos visto en el pasado, y cuya inmediata denuncia impidió que Jorge fuese un desaparecido más.
De acuerdo a este modus operandi, policías vestidos de civil, fuertemente armados y sin orden de aprehensión detienen a un activista o a cualquier ciudadano en un operativo tipo levantón, debido a la presión en los medios y las redes sociales reconocen que lo tienen, pero no lo presentan al ministerio público sino hasta el día siguiente, antes de que se cumplan las 48 y 96 horas constitucionales es recluído a un penal de alta seguridad para sentenciados, siendo que apenas estaba siendo consignado ante un juez, donde aún debieron correr sus 72 o 144 horas constitucionales para presentar pruebas en su descargo.
Está pendiente analizar a detalle la forma en que los medios comerciales actuaron por consigna y lincharon mediáticamente a Jorge, sin presumir su inocencia en ningún momento, ni exigir la presentación de las grabaciones de las cámaras de la zona de su detención.
Está pendiente analizar a detalle la actuación del rector, quien violando principios básicos de construcción de ciudadanía contribuyó al linchamiento público, sin reconocer la presunción de inocencia, y desdeñando los testimonios según los cuales el comando armado amagó con sus armas a otros universitarios, transeuntes y elementos de auxilio UNAM. La forma en que primero dijo que rectoría no tenía que ver nada con la denuncia y luego ante los medios señaló que la UNAM actuaría para impedir la libertad de Jorge, aunque ya contradecirse a sí mismo como alta autoridad de la universidad era lo menos ante su complicidad con un linchamiento público que no contribuye a la construcción de ciudadanía que se debiera promover desde la rectoría.
Fue claro que la detención se instrumentó dentro de una estrategia general contra los espacios autónomos en diversas escuelas de la UNAM y contra activistas de identidad anarquista. Esa estrategia sigue activa en la prensa.