El gobierno de Argentina, encabezado por Alberto Fernández (AF), anunció que empezará a explotar yacimientos de litio en sociedad con China.
Este anuncio debe ser contextualizado dentro del contexto político actual. Argentina enfrenta una enorme crisis y busca alternativas para sobrevivir.
La burguesía argentina precisa evitar un nuevo estallido social y al mismo tiempo seguir manteniendo sus ganancias y privilegios. Es una tarea titánica, considerando que el imperialismo impone aumentar el saqueo y aún mantener la paz social y evitar cualquier desestabilización en su patio trasero, mientras continúan con sus titánicos esfuerzos para superar su mayor crisis de todos los tiempos principalmente llevándonos a sangrientas guerras.
Con la desestabilización de los mercados tradicionales de materias primas, Argentina, que depende de las exportaciones de soja y trigo, busca nuevas alternativas.
El proyecto de petróleo y gas a partir del esquisto de Vaca Muerta quedó en situación complicada.
La producción de litio parece una salida fácil debido al auge de la necesidad de baterías para automóviles eléctricos. La sociedad con los chinos no sólo fortalece la participación en el Nuevo Camino de la Seda y en los BRICS+, sino que diversifica las posibilidades de inversiones extranjeras. Estas no solo han mermado sino que la fuga de capitales ha representado un serio desafío a las casi colapsadas finanzas locales.
Después de cuatro años de superávits comerciales, Argentina ha perdido reservas en moneda fuerte debido al uso de dólares subsidiados por los grandes capitalistas.
La perspectiva es la hiperinflación, con fuerte presión de los precios del mercado mundial sobre los precios. Y todo direccionado para que los sectores más parasitarios de la sociedad sigan con sus ganancias estratosféricas.
Las maniobras especulativas y dramáticas con el “dólar soja” también las pagará la población, ya que el gobierno comprará el dólar a las sojeras a un precio mayor al oficial, que luego los revenderá al precio oficial.
El imperialismo norteamericano impone el pago de tarifas a las potencias que quieran actuar en su patio trasero, y los chinos las pagan por medio de varios mecanismos, a pesar de ser contradictorios.
La agudización de la crisis capitalista mundial sin parar impone con fuerza la política del “sálvese quien pueda”.
En Argentina la burguesía nacional, precisa evitar la bancarrota de su sistema.
El imperialismo norteamericano precisa aumentar el saque de Argentina y de América Latina, su patio trasero.
La burguesía china precisa expandirse con el objetivo de evitar una revolución en su propio país.
Los tres precisan contener las revueltas y las revoluciones que surgen como productos de la agudización de la crisis.
Los trabajadores y los pueblos precisan sobrevivir, enfrentar los crecientes y brutales ataques de la burguesía y el imperialismo. Organizar la lucha a partir de políticas defensivas, que permitan ir pasando a la ofensiva.