Juana Azurduy: Flor del Alto Perú 

Azurduy no es menos que una mujer que nunca acepto la imposición de la elite, que se rebeló contra el status quo, y que si bien provenía de una familia con tierras, le dedicó junto con su compañero Padilla todo a la revolución, sus tierras, su dinero y sus vidas. 

Peruana, nacida el  12 de julio de 1780, en Bolivia. A tan solo los 17 años fue expulsada del convento al que la había enviado su familia por participar y organizar reuniones clandestinas para aprender sobre la vida de Tupac Amaru y años después, se convertiría en una valiente luchadora por la independencia del Alto Perú.

Contra cielo y tierra, en el campo de batalla solo importa la valentía y Juana estudió y se guio por los ideales de Tupac Amaru, este líder indígena, que lideró la llamada “Gran rebelión” – uno de los mayores levantamientos anticoloniales del siglo XVIIl – sería una gran inspiración durante toda la vida de Juana.

Y así fue. Juana fue la capitana de un batallón propio, “Los Leales”, junto a quienes venció en treinta y tres batallas a los españoles y era temida junto a sus “Amazonas”, caballería de mujeres indígenas, que inspiraban respeto y miedo por partes iguales a los generales españoles. 

Hitos:

  • Participo de la Revolución de Chuquisaca de 1809, 
  • Revolución de Mayo de 1810, combatiendo en el Ejército Auxiliar del Norte.
  • Ya en 1812, reclutó 10.000 milicianos, 
  • 1814 estando embarazada lideró una de sus tantas batallas y al finalizar la misma, nació su cuarta hija en el medio del campo de batalla. 
  • El 3 marzo de 1816 dirigió un cuerpo de jinetes el cual estaba conformado por varias mujeres. Con el cual tomaron el estandarte del general español, La Hera, y recuperaron armamento que habían perdido en una derrota, unos años antes.
  • Tras el asesinato de su compañero Manuel Padilla, rearmo el grupo de los “Leales” para recuperar su cabeza que era expuesta como premio de los Españoles.

Juana, otra de las mujeres que han sido olvidadas, poco reconocidas o mal contada su historia. Ella fue una revolucionaria aguerrida, combativa y consecuente, que lucho por la libertad y emancipación del Alto Perú en un momento en el cual la emancipación del dominio colonial de la corona española había movido los sectores más oprimidos de aquella sociedad. 

El fin de la opresión, la justicia, la libertad, la igualdad de derechos, significaba para los pobres e indígenas alto peruanos, así como para los desposeídos campesinos norteños una salida real en la búsqueda de una nueva forma de vida más justa. 

Azurduy no es menos que una mujer que nunca acepto la imposición de la elite, que se rebeló contra el status quo, y que si bien provenía de una familia con tierras, le dedicó junto con su compañero Padilla todo a la revolución, sus tierras, su dinero y sus vidas. 

Este proceso finalizó con una desdicha para los pobres y oprimidos, los cuales, colocaron sus vidas al servicio de una revolución que terminó siendo – como de costumbre- cooptada por aquellos dueños de grandes capitalistas y latifundistas que maniobraban y conspiraban en contra de la independencia cuando esta afectaba sus intereses. Al final, la revolución fue de la burguesía, despojando de sus sueños a los explotados que habían puesto las vidas, las armas y la convicción, dejando así, “escondida” la verdadera masa que había hecho posible tal proceso, ocultando el poder, de la organización la convicción y la dirección revolucionaria del pueblo, los trabajadores y los oprimidos.

La convicción por los ideales no es algo que se diluya con el miedo de la muerte, al contrario, se vuelve más férrea a cada paso y batalla. 

Juana Azurduy falleció a sus  82 años en Jujuy Argentina, en la pobreza, olvidada en una casucha, se estableció que el único bien que le acompañaba a la hora de su muerte era un baúl donde resguardaba los documentos oficiales de la gesta revolucionaria que ella y su esposo libraron durante largos años, con disciplinado temple, en aras de la emancipación americana.

HASTA SUS ÚLTIMOS DÍAS SOLO SE APEGÓ CON ESTRICTO AMOR A SUS AÑOS DE LUCHA Y DE GLORIA EN LOS CUALES HABÍA DEDICADO SU VIDA ENTERA INDEPENDIENTEMENTE DEL FINAL, SU LUCHA FUE SU VIDA. 

Hoy en el Día de la Mujer llamamos a la unión en contra de todo lo que nos explota y oprime, el capital y sus agentes opresores que nos obligan a actuar como propiedad privada, como reproductoras y peor aún, como esclavas de las ganancias. 

Que entre nosotras nazcan miles y miles como Rosa Luxemburgo, Alexandra Kollontai, Clara Zetkin, Luisa Toledo, Eva Perón, Gabriela Mistral, Francisca Sandoval, Berta Cáceres, Hebe Bonafini, Rigoberta Menchu, Ana Neri, Mary Muthoni Nyanjiru, Juana Azurduy, las Hermanas Mirabal, Frida Khalo, Cecilia Magni, Patricia Arellano Parada  y muchas otras que han revolucionado, agitado y dejado en claro sin las mujeres, no podemos vencer a nuestro enemigo. 

¡Salve este aniversario del Día Internacional de la Mujer!

¡Luchemos por la unidad de todos los explotados contra nuestro enemigo común: el sistema capitalista!

¡Libertad para los presos políticos y el fin de las querellas!

Juana Azurduy

Letra: Felix Luna

Flor del alto Perú

No hay otro capitán

Mas valiente que tu

Oigo tu voz

Mas alla de jujuy

Y tu galope audaz

Doña juana azurduy

Me enamora la patria en agraz

Desvelada recorro su faz

El español no pasará

Con mujeres tendra que pelear

Juana Azurduy

Flor del Alto Peru

No hay otro capitán

Más valiente que tu

Truena el cañón

Préstame tu fusil

Que la revolución

Viene oliendo a jazmín

Tierra del sol

En el Alto Perú

El eco nombra aún

A Tupac Amaru

Tierra en armas que se hace mujer

Amazona de la libertad

Quiero formar en tu escuadrón

Y al clarín de tu voz acatar

Truena el cañón

Préstame tu fusil

Que la revolución

Viene oliendo a jazmín

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2 comentarios en «Juana Azurduy: Flor del Alto Perú »

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