La guerra de los USA es contra China, por ahora

La guerra de los USA es contra China, por ahora

A medida que la crisis capitalista se acelera, ¿qué sucede entre Estados Unidos y China en medio de la política del "sálvese quien pueda"?

Conforme la crisis capitalista sigue avanzando rápidamente, aumenta la política del “sálvese quien pueda”, lo que no implica sino presupone acuerdos y alianzas.

La principal potencia mundial, los Estados Unidos, hace de todo para mantener su control del mercado mundial.

China es su principal enemiga en la guerra inter-capitalista, pues se trata de una potencia emergente que tiene el potencial de derrotarlos.

En la actual etapa política el componente principal de esa guerra es comercial, a pesar del aumento de la agresividad en el Mar del Sur de China, y en relación a Taiwán y el Sudeste Asiático.

El imperialismo norteamericano ha buscado dificultar el desarrollo a China, principalmente en el aspecto tecnológico.

En la guerra de los microchips, las sanciones se han hecho sentir con fuerza, con la prohibición de las exportaciones de alta tecnología a China, como secuencia de las sanciones a las grandes empresas chinas, como la Hawei, la ZTE y otras empresas de telecomunicaciones.

La reciente visita del Secretario del Departamento de Estado, Anthony Blinken, a Pekín, buscó disminuir las tensiones. Pero, como una muestra de la agudización de las contradicciones, una vez en los Estados Unidos, Blinken llamó al presidente chino, Xi Jin Ping, de dictador, en un evento en California, e incentivó una campaña sobre una supuesta base de espionaje china en Cuba.

La guerra para controlar el mercado mundial capitalista

La guerra en Ucrania le fue impuesta a Rusia, por el imperialismo, como uno de los componentes de la guerra contra China, con el objetivo de debilitar a su principal aliado y de desestabilizar su frontera norte.

Al mismo tiempo, buscaba cortar los vínculos de Europa con Rusia y fundamentalmente hacer estallar la Nueva Ruta de la Seda de la misma manera que hicieron estallar el gasoducto North Stream 2, obligando a Europa a comprar energía mucho más cara, con el efecto colateral de entrar en la mayor crisis en 40 años.

China busca fortalecerse para expandirse y ampliar su control del mercado mundial.

En este momento China hace préstamos para desarrollar su comercio y obras de infraestructura. Pero ya está trabajando activamente en el sector de tecnología y en la especulación financiera, a partir de Hong Kong y Shanghai, con el apoyo del super banco norteamericano Golman Sachs.

Los llamados “estímulos” a la economía le han provocado el desarrollo de burbujas financieras especulativas que tienen el potencial de estallar, con graves consecuencias en escala local y mundial.

A ese problema se le suma la rápida adopción de tecnología que ha provocado el aumento del desempleo y el aumento de la tensión de todas las leyes de funcionamiento del capital.

La migración de capitales a países vecinos, donde el valor de la mano de obra hoy en día es más barato que en China, ha sido seguido también por empresas chinas.

Al final son todos capitalistas.

Si China vence al imperialismo norteamericano, ella misma se convertirá en potencia imperialista y tomará de manera mucho más contradictoria el papel de los Estados Unidos.

El llamado “mundo multipolar” no tiene lugar en la brutal guerra inter capitalista por el mercado mundial.

La verdadera guerra es contra los trabajadores y los pueblos oprimidos

Los capitalistas en crisis precisan de sus ganancias y evitar su bancarrota, que dependen de la especulación financiera de manera esencial.

La crisis capitalista mundial del 2008 aún no se cerró y dio lugar a la mayor crisis capitalista de todos los tiempos.

Los volúmenes de capitales ficticios alcanzaron niveles apocalípticos y crecen como una bola de nieve.

La brutalidad de los ataques contra los trabajadores se expresa en la notable caída de las condiciones de vida en todo el Planeta, pero principalmente en los países desarrollados.

El imperialismo cuenta con la posibilidad de desviar las crisis a los países neocoloniales, como los Estados Unidos hacen principalmente con América Latina, buscando chuparnos hasta la última gota de sangre para mantener su dominación.

Es lucha de clases, impuesta por la crisis del capital, que hace que hoy se manifieste como una guerra de clases. Son esos ataques lo que pondrá en movimiento a las masas inevitablemente.

Esta es una época de guerras contrarrevolucionarias, fascismo y dictaduras, que andan de la mano con revueltas y revoluciones.

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