Original en causa obrera
De manera sintética, escribimos este pequeño “prontuario” de los tres candidatos patronales que están disputando la presidencia. Para algunos, esta información puede ser conocida, pero a muchos otros puede sorprenderle.
Comenzaremos por Massa, Sergio Tomás.
En este momento es el ministro de economía, con facultades extraordinarias. Los medios lo llamaron el “súper ministro”, no porque viniera a salvar pobres y desvalidos, sino porque “tener amplios poderes” fue la condición que puso Massa para “agarrar el fierro caliente”. En los hechos actúa como presidente desde hace un año cuando Alberto Fernández prácticamente tuvo que dejar su lugar para dedicarse a las relaciones internacionales.
Su comienzo “en la política” fue en la UCD (Unión del Centro Democrático) de Álvaro Alsogaray. Un partido de derecha, Liberal (¿te suena?). Fue presidente de la Juventud Liberal en la Provincia de Buenos Aires entre 1994 y 1996. Ese sector se unió al Partido Justicialista en tiempos de Carlos Menem, a mediados de los ‘90. O sea que Massa apoyó al gobierno de Menem-Cavallo, que privatizó todas las empresas del estado -entre otras YPF y Aerolíneas Argentinas-, generó la hiper desocupación y una crisis tristemente recordada por los trabajadores.
Con la ayuda del burócrata sindical Luis Barrionuevo, entró en una subsecretaría del Ministerio del Interior y se convirtió en asesor del cantante y político Ramón “Palito” Ortega cuando éste se desempeñó como secretario de Desarrollo Social entre 1998 y 1999.
En 2002 ingresó al Anses, por su vinculación con Eduardo Duhalde, por entonces presidente de la Argentina y responsable del asesinato de Kosteki y Santillán. Massa estuvo en el Anses hasta el 2007, año en que probó suerte y ganó la intendencia en el municipio de Tigre. Pronto tomó licencia en su cargo cuando en 2008 fue designado como jefe de gabinete por la presidente en ese entonces, Cristina Kirchner. Pero en 2009, cuando comenzaba a declinar la popularidad del gobierno tras la “pelea” de CFK con el “campo”, renunció y volvió a su cargo de intendente. Ahí vio la grieta que se habría entre distintos sectores de la burguesía y fundó su partido “Frente Renovador”.
En las elecciones de 2013 capitalizó el descontento que había con el gobierno y sacó más del 40% de los votos, lo que le permitió entrar como diputado nacional. Era el Massa “archí-enemigo” de los Kirchner (sus anteriores amigos) y en esa posición estuvo, pensando que ganaría las presidenciales… si no fuera por Macri y la coalición que armó el PRO, con el ARI de Carrió y la UCR que lo dejó en tercer lugar después de Scioli (el candidato de CFK).
Resulta que ahí estaba, en la “oposición”, hasta que vino la crisis del Macrismo… y el peronismo se volvió a juntar para apoyar la fórmula “Fernández-Fernández”, que terminó de galvanizarse con el reingreso de su antiguo “compañero Sergio”.
Más falso que moneda de tres pesos, Massa ajusta y devalúa como cualquier gobierno de derecha, pero hace campaña electoral repartiendo plata como el mejor populista. Como última carta del peronismo, se alinearon todos detrás de él, para seguir haciendo lo que hicieron siempre: un gobierno que defiende los intereses de la burguesía y el imperialismo, a costa del hambre y la vida del pueblo trabajador.
Patricia Bullrich
En 1973, cuando tenía 17 años, Patricia Bullrich comenzó a militar en la Juventud Peronista, agrupación con la cual participó de la caravana a Ezeiza para recibir a Juan Domingo Perón en su regreso desde el exilio, tras lo cual se produjo la tristemente recordada “Masacre de Ezeiza”. Era una Bullrich “montonera”. Durante la dictadura estuvo exiliada y su actividad política a su regreso no estuvo tan “activa”.
En 1999, con el flamante gobierno de “La Alianza”, que encabezó el radical Fernando De la Rúa, fue secretaria de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios del Ministerio de Justicia, y en 2001 se desempeñó, primero, como ministra de Trabajo y, después, como ministra de Desarrollo Social. Renunció en noviembre de ese año, un mes antes de que la movilización del “que se vayan todos”volteara al gobierno en las jornadas del “19 y 20 de diciembre”.
Como ministra de Trabajo, el 23 de julio de 2001, firmó junto al entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, un decreto de recorte del 13% en el monto de los haberes jubilatorios que superaran los $ 574. (También suponía un recorte del presupuesto de Salud y Educación. Todo un ataque a los trabajadores)
Sus periplos políticos la llevaron a alianzas con Ricardo López Murphy hasta que en el 2007 se integró a la coalición cívica-ARI de Elisa Carrió. Gracias a eso en el 2007 fue electa diputada nacional hasta el 2011 que revalidó su banca.
Después integró el gobierno de “Cambiemos”, con Macri en la presidencia. En ese gobierno fue ministra de seguridad hasta el 2019 cuando perdieron, y posteriormente fue electa como presidenta del PRO hasta la actualidad.
Como ministra de seguridad de Macri organizó la represión a los pueblos originarios del sur del país, donde asesinaron a Santiago Maldonado, y respaldó al policía Chocobar, quien asesinó a sangre fría a un pibe que había robado a un turista, por tomar dos casos.
Bullrich hace una campaña típicamente de derecha, prometiendo que va a poner mano dura contra los delincuentes y “orden” es decir, represión a las luchas obreras y populares.
Por último, Javier Milei, el “outsider” de la política.
En realidad es un “ultraderechista”, que pasó de ser un marginal economista “anarco-capitalista” mediático financiado por el empresario Eurnekián, a sorprender con su triunfo en las PASO. Lo que ha generado creciente apoyo en la juventud, y luego en otros sectores, incluso proletarios o plebeyos, es su discurso “rupturista” ante un régimen político (“la casta”) repudiado por la población. Pero ahora veremos que de rupturista, “anti-casta” o “anti-sistema”, no tiene ni un pelo.
En su pasado fue directivo del banco HSBC y economista jefe en Máxima AFJP y en otras fundaciones especulativas o corporaciones bancarias. Pero hasta el 9 de diciembre de 2021, fue asesor de la Corporación América de Eduardo Eurnekián, concesionario de los 35 aeropuertos del país. Otra perlita es que en 1994 Milei fue asesor del ex general (destituido por haber cometido “crímenes de lesa humanidad” durante la dictadura) Antonio Domingo Bussi durante su paso como diputado por el Congreso nacional. Hay que recordar que Antonio Domingo Bussi, fue el represor a cargo del “Operativo Independencia” en Tucumán, antes del golpe del 76, y gobernador de esa provincia en la dictadura.
Por eso no es casualidad que este año llevara en sus listas al hijo del represor, Ricardo Bussi, como candidato a gobernador de esa provincia, y que su fórmula presidencial la comparta con Victoria Villarruel, de la “familia militar”, defensora de milicos de la última dictadura.
Como lo ha dicho él mismo, sin pelos en la lengua, Milei representa los intereses capitalistas al igual que los dos candidatos anteriores, pero amenaza con ir más a fondo con el ajuste y las reformas reaccionarias.