Más Allá de los Límites: La Vanguardia Revolucionaria Encarnada por los Trabajadores

Más Allá de los Límites: La Vanguardia Revolucionaria Encarnada por los Trabajadores

Muchos de nosotros lo hemos escuchado o leído, esa directriz necesaria de la cual muchos reniegan y otros adulan sin saber qué es realmente. Echemos un vistazo a la actualidad y preguntémonos: ¿Qué es la vanguardia revolucionaria de los trabajadores?

  1. La vanguardia revolucionaria de los trabajadores representa el estado mayor de la clase trabajadora.
  2. Sólo puede transformarse en un verdadero estado mayor dirigente real, en una vanguardia obrera revolucionaria de masas, en una situación revolucionaria, cuando la clase trabajadora se ponga en movimiento.
  3. La tarea del Socialismo Científico, también conocido como marxismo o marxismo leninismo, hoy es luchar por la construcción de una vanguardia revolucionaria mundial. Se trata, por tanto, de una organización de combate y no de un club de diletantes destinado al intercambio de ideas. Para construirse como vanguardia revolucionaria no basta con tener un programa y una política. Deben ponerse en práctica de manera efectiva. El primer paso hacia la construcción de una vanguardia revolucionaria de cuadros es la aplicación de políticas revolucionarias, contra cualquier infiltración de la política de la burguesía.
  4. La tarea histórica de la clase trabajadora es derrocar el capitalismo e instaurar el socialismo, con la expropiación del puñado de parásitos que dominan el mundo, lo que implica en la destrucción del estado burgués que los protege. Sólo ella, y ninguna otra clase social, puede llevar a cabo esta tarea.
  5. La vanguardia revolucionaria, como estado general de la clase trabajadora, comienza a constituirse como un grupo de agitación y propaganda con el objetivo de movilizarla, a través de consignas que reflejen políticas correctas, establecidas con base en el análisis marxista de la realidad, y su comprobación en la realidad objetiva.
  6. Es imposible analizar correctamente la realidad y establecer políticas correctas, alineadas con el estado de ánimo de las masas, sin un conocimiento profundo del Socialismo Científico, de la realidad concreta, de la historia y de la revolución mundial. Esta tarea sólo puede ser llevada a cabo por la vanguardia revolucionaria de los trabajadores.
  7. Todo intento de rebajar la importancia de la teoría del Socialismo Científico desarma a la clase trabajadora y la deja vulnerable a desviaciones y engaños. Por tanto, representa una traición.
  8. El papel de la propaganda consiste en explicar, principalmente a los sectores de vanguardia, las consignas que deben estar encaminadas a movilizar a las amplias masas.
  9. En un período pre revolucionario, como el que aparece en el horizonte, el papel del grupo de agitación y propaganda revolucionaria es convertirse en una vanguardia revolucionaria de agitación ante todo, con el objetivo de movilizar a grandes masas trabajadoras.
  10. El principal peligro que se plantea en este momento para la formación de vanguardia revolucionaria es la influencia de la ideología y la política pequeñoburguesas, fortalecidas por décadas de integración a la “democracia imperialista” en el reflujo del movimiento de masas.
  11. La penetración de la ideología y la política pequeñoburguesas se produce, fundamentalmente, a través de la presión ejercida por las clases dominantes y sus partidos, con la política de la conciliación de clases, y, en particular, a través de la influencia de la burocracia, ante todo la burocracia sindical.
  12. El “movimientismo” y el “sindicalismo burocrático” son algunas de las principales expresiones de esta influencia que tiende a destruir la construcción de la vanguardia revolucionaria. Tienen como algunos de los componentes:
    1. Desconfianza en la clase obrera y los trabajadores en general;
    2. El abandono de la revolución para adoptar la política de “hacer lo que sea posible”;
    3. El abandono del Socialismo Científico para adoptar el empirismo, como expresión de “espontaneidad” y oportunismo, que fue el foco de las críticas de Lenin en el libro “¿Qué hacer?”;
    4. La tesis de que los trabajadores son “idiotas” y que no se levantarán. Por eso, cada uno debe cuidar a su propio ombligo;
    5. El “ajetreo” loco e imprudente detrás del movimiento, en detrimento de la construcción centralizada de la p vanguardia revolucionaria;
    6. Individualismo versus trabajo en equipo. Cada uno decide adónde va y cuándo va. Cualquier síntoma de disciplina se interpreta como autoritarismo, que es síntoma del individualismo pequeñoburgués;
    7. Desprecio por el Socialismo Científico y falta de confianza en la revolución obrera mundial;
    8. Adaptación a la burocracia sindical y política en detrimento de la política de “frente único” de los trabajadores para luchar.
  13. La construcción de la vanguardia revolucionaria debe hacerse de arriba hacia abajo, como si fuera un sistema de engranajes que dependen de las estructuras centrales. En primer lugar, es necesario construir los órganos dirigentes. La idea de horizontalidad es anarquismo de derecha y desarma al partido, pues impide que una organización orientada a liderar la lucha obrera se convierta en una organización de combate.
  14. La construcción de la vanguardia revolucionaria debe realizarse considerando cuatro capas de componentes principales:
    1. Programa
    2. Políticas
    3. Organización: materializa una determinada política.
    4. Métodos
  15. La confusión entre estas cuatro capas es propia de la «izquierda» oportunista, “movimientismo” y “sindicalismo”, que desprecian el programa, la teoría y la lucha por el poder político, para priorizar la disputa por los aparatos.
  16. El Programa representa los ejes estratégicos que guían la vanguardia revolucionaria. Es su principal activo. Debe construirse diariamente; debe ser defendido en la lucha de clases.
    1. La construcción del Programa deberá documentarse en la prensa revolucionaria;
    2. El documento base programático no debe ser considerado como un documento para olvidarlo, sino el documento que debe ser evaluado, estudiado y revisado al menos en todas las reuniones más importantes del partido;
    3. Para los activistas, defender el Programa es la tarea principal, por encima de todas las demás . Cuando se pierden las posiciones orgánicas es necesario defender el Programa.
  17. Las políticas, especialmente las tácticas, deben definirse con base en el Programa. Por tanto, deben tener en cuenta el análisis marxista de la realidad, la correlación de fuerzas y el estado de ánimo de las masas.
  18. Las cuestiones orgánicas materializan las políticas. La vanguardia revolucionaria basa su organización en el centralismo democrático, la disciplina revolucionaria y la comunicación fluida entre sus miembros, de conformidad con los estatutos y la ética revolucionaria.
  19. La vanguardia revolucionaria debe organizarse en torno a su prensa centralizada, que debe ser organizadora colectiva.
  20. Los métodos reflejan la forma en que se aplica la política. Normalmente, el “movimientismo” y el “sindicalismo” concentran los desacuerdos en cuestiones relacionadas con los métodos, dejando de lado las cuestiones programáticas e incluso políticas. Las “divergencias” serían, en primer lugar, problemas personales y, en segundo lugar, orgánicos.
  21. En todos los grupos políticos, incluidos los de izquierda, existen tres posiciones principales (derecha, centro, izquierda) como reflejo de la lucha de clases. El reformismo se adapta, donde quiera que esté, a las tendencias centristas. El eje para definir el centrismo radica en el vaciamiento de contenidos y del discurso contra el reformismo.
  22. La política revolucionaria se materializa en la organización. Todo activista revolucionario debe luchar para garantizar la integridad organizativa de la vanguardia revolucionaria. Esto implica en la disciplina, como la asistencia puntual y debidamente preparada a reuniones recurrentes y no recurrentes; la divulgación de la prensa revolucionaria; la priorización del trabajo revolucionario sobre el trabajo meramente sindical o de las demás frentes de trabalho; las obligaciones económicas. No es coincidencia que el centrismo ataque al ala revolucionaria en todas las cuestiones fundamentales. Esto es hasta cierto punto “natural”, ya que esta ala representa una correa de transmisión de la influencia de la burocracia dentro del partido revolucionario.
  23. Los métodos revolucionarios no están desconectados de la defensa de la integridad organizacional. Además de las cuestiones meramente organizativas, es necesario recordar que los métodos deben ponerse al servicio de la construcción de la vanguardia revolucionaria, y nunca a favor de intereses privados.
  24. La lucha de clases está presente en la vanguardia revolucionaria. El ala revolucionaria y el ala de derecha están en lucha a muerte. La derecha es fundamentalmente liquidacionista; quiere acabar con la vanguardia revolucionaria de los trabajadores, reflejando la política de la burocracia y de la burguesía. Al ser una correa de transmisión de esta política, intenta hacer estallar a la Organización a través de diversos mecanismos. El “centrismo”, por su parte, desempeña el papel de una quinta columna, que allana el camino para una acción contrarrevolucionaria abierta por parte del ala derecha. Los centristas hablan de todo de los labios para afuera, pero a la hora de actuar, en la práctica, tiran a la basura el Programa y la política revolucionaria y hacen acuerdos espurios con el ala burocratizada.
  25. La crítica y la autocrítica son parte de los mecanismos más importantes en la construcción del partido obrero revolucionario. Ésta es la esencia de los métodos revolucionarios que le permiten mantener estrechos vínculos con el movimiento de masas.
  26. La estructura central del Partido Bolchevique ruso tenía como objetivo garantizar la continuidad de la acción bajo cualquier condición, tanto en situaciones legales como de clandestinidad, con la capacidad de promover un cambio rápido de una condición a otra. Era una estructura centralizada, disciplinada y conspirativa. Y en torno a esta estructura, formada por cuadros militantes, se organizaron las distintas organizaciones del movimiento de masas. El objetivo era organizar la destrucción del estado burgués mediante la insurrección del movimiento de clase liderado por la clase trabajadora.
  27. La profesionalización de los militantes debe apuntar a construir la vanguardia revolucionaria como un partido de cuadros. La liberación del trabajo en fábricas y empresas permite el tiempo libre necesario para la formación política, teórica e ideológica de los principales activistas como líderes obreros revolucionarios. Por lo tanto, esta política tiene como objetivo resolver un problema objetivo y material, que cambia las condiciones materiales de vida de los trabajadores avanzados. A partir de ahí, Lenin elaboró la teoría de los revolucionarios profesionales.

Sobre la prensa central

  1. La prensa central, al igual que la prensa revolucionaria y obrera, debe ser entendido como el militante efectivo número uno de la Organización, como el “organizador colectivo” y, por tanto, debe ser desarrollado y considerado como el punto central de la política de la vanguardia revolucionaria.
  2. La prensa central garantiza el desarrollo del Programa y la unidad de la vanguardia revolucionaria. Debe ser la base para una unidad concreta de acción, donde cada militante debe discutir los problemas y las necesidades concretas de la lucha para pasar inmediatamente a aplicarla en las actividades concretas. Pero esto, el trabajo de contactos, debe tener como eje la prensa central.
  3. Todos los militantes y pre militantes deben discutir la prensa central y sus campañas políticas. La prensa central debe convertirse en el principal instrumento de denuncia política, estableciendo una red de corresponsales.
  4. El trabajo de contactos implica en un mapa cualificado, con tareas específicas para cada contacto y un registro continuo de la evolución de la relación. Todo simpatizante tiende a convertirse en un activista potencial.
  5. El objetivo debe ser organizar a la clase trabajadora en su conjunto para darle un carácter consciente y unitario a las luchas contra la burguesía y el capital.
  6. La prensa central de la vanguardia revolucionaria está dirigida a los trabajadores, pero no debe quedarse relegada a los sectores más atrasados. Para llegar a estos sectores se deben utilizar mecanismos que funcionen como “palancas” de la prensa central, como panfletos y periódicos específicos que tengan como objetivo explicar la política en base a temas concretos.
  7. La prensa central nunca debe estar a merced de las empresas capitalistas, es decir, no debe estructurarse financieramente sobre la base de créditos capitalistas, sino más bien sobre la financiación de actividades de la clase trabajadora.
  8. La prensa central no debe convertirse en un “periódico amplio” de izquierda, con diversidad de opiniones de clases, que reproduzca noticias de la prensa burguesa, allanando el camino para ideas y políticas ajenas a los intereses de los trabajadores. La tarea central es poner en marcha la herramienta de propaganda en torno a la cual la organización revolucionaria debe organizarse. En este sentido, la prensa central debe ser la columna vertebral de un sistema de propaganda orientada por ella. El “periódico amplio” pierde su carácter de clase marxista revolucionario y se convierte, en el mejor de los casos, en un periódico informativo, abierto a una “pluralidad de ideas socialistas”.
  9. La política que defiende la Revista teórica está en el Programa, de lo contrario no será reconocida como organismo comunista. Este principio debe aplicarse a todas las demás publicaciones, como libros, artículos, otras revistas, etc.
  10. La vanguardia revolucionaria nunca debe hacer concesiones a sectores de la izquierda pequeñoburguesa y de la izquierda burguesa, así como a la prensa burguesa y pro imperialista para crear una “clientela”, ni defender intereses distintos a los de la propia clase trabajadora.
  11. En este sentido, la prensa, y fundamentalmente la prensa central, debe, imprescindiblemente, defender los intereses de los trabajadores y de toda la población oprimida. Debe tener un carácter de denuncia política que lleve el programa revolucionario a los trabajadores, para organizarlos para la revolución socialista. Por tanto, debería ser el principal instrumento de propaganda y agitación. Un organizador político.
  12. Los panfletos y otras publicaciones aplican la política establecida por la prensa central en las condiciones específicas para las que están destinados.
  13. La tarea fundamental de la prensa central es ser una guía política para todos los activistas y un organizador del trabajo revolucionario y los métodos comunistas. Por lo tanto, debe funcionar como un órgano comunista, es decir, un instrumento de organización de la lucha, un colectivo de revolucionarios marxistas, de todos aquellos que se organizan en torno a él, ya sea en su redacción, impresión, administración, distribución, discusión y etc., tareas involucradas.

Sobre el centralismo democrático

  1. El centralismo democrático implica en la centralización de las deliberaciones y la acción política, junto con una mayor democracia en las discusiones, para la toma de decisiones por la vanguardia revolucionaria. Debe funcionar junto con la ética revolucionaria.
  2. La elaboración de políticas y decisiones debe hacerse con la amplia participación de los militantes, lo que requiere máxima democracia para discutir posiciones. El vínculo mismo con el movimiento de masas impone esta operación. Sin democracia interna no es posible trazar una línea política de manera colectiva, lo que implica confrontar las opiniones de los militantes que expresan sectores de masas.
  3. Por tanto, el componente democrático no debería ser un mero adorno para camuflar el centralismo burocrático. De lo contrario, el “centralismo democrático” será simplemente la centralización del poder en manos de una camarilla burocrática para su propio beneficio.
  4. Una vez que las decisiones han sido tomadas por la mayoría, después de que se hayan agotado las discusiones, la vanguardia revolucionaria en su conjunto debe luchar por su implementación. La confrontación con la realidad mostrará, en la práctica, si tenían razón. Si se equivocaron, el deber de la vanguardia revolucionaria, empezando por sus órganos dirigentes, será reconocer el error inmediatamente, mediante la crítica y la autocrítica, escuchar a la clase obrera y a las masas, corregir el error, poner en práctica la política corregida, volver a evaluarla, etc.
  5. El Centralismo Democrático implica en un trabajo revolucionario integrado, “en equipo”, lo que se opone totalmente a los métodos anarquistas y semianarquistas de “que cada uno tome su propia decisión”, de estar a merced del “movimiento”, de la categoría profesional o de la “masas en las calles”.
  6. La vanguardia revolucionaria debe rechazar la figura del “gran líder”, del “líder ilustrado”, típica del estalinismo, de las agrupaciones trotskistas después del colapso de la Cuarta Internacional y de todas las agrupaciones pequeñoburguesas y burocratizadas. En contraposición a esto, los dirigentes, al igual que los demás militantes, deben estar estrictamente vinculados al movimiento obrero, en las fábricas, en las huelgas, en las ocupaciones, en las manifestaciones, etc. De ahí, la vanguardia revolucionaria debe extraer lecciones y experiencias para trazar la línea política correcta con el objetivo de impulsar el movimiento de masas. La organización de la prensa central debe transformarse en una gran agitadora colectiva, debe aprender de los trabajadores, dirigirlos y permanecer profundamente conectada con ellos.
  7. Los militantes deben estructurarse en células, por local de trabajo, estudio o residencia, con el objetivo de realizar un trabajo militante eficaz.
  8. Acerca de la teoría y la práctica del Socialismo Científico
  9. La primera cuestión considerada en la formulación de la política revolucionaria es la definición precisa del estadio, la etapa política, en que se encuentra la lucha de clases en una localidad determinada, con el objetivo de definir la correlación de fuerzas entre las clases sociales y los sectores de las clases en lucha.
  10. La vanguardia revolucionaria utiliza el método del Socialismo Científico, el Materialismo Histórico, considerando la lucha entre las diversas clases sociales y fracciones de clases, considerando como componente de la dialéctica la ley del desarrollo desigual y combinado que es un componente central de la lucha por la revolución socialista mundial.
  11. Tras el análisis, la vanguardia revolucionaria hace una caracterización, a través de la cual define la etapa de la situación política como contrarrevolucionaria, no revolucionaria, prerrevolucionaria o revolucionaria.
  12. El análisis de la realidad es el más preciso y objetivamente verificable posible. Es estructural porque se crea en base a las condiciones económicas, sociales y políticas, siempre en sus relaciones y en las relaciones entre clases sociales, en la dinámica de la lucha de clases. Busca identificar tendencias revolucionarias y contrarrevolucionarias.
  13. Las tareas políticas derivadas del análisis apuntan a orientar a los militantes y armarlos en relación con los principales ejes de acción, a saber, la movilización de las masas y la construcción de vanguardia revolucionaria.
  14. La política revolucionaria apunta a alcanzar a todo el movimiento de masas, pero refleja los intereses de la clase trabajadora como clase social cuya tarea es liderar la revolución socialista contra el capitalismo. Su actividad se centra en el movimiento de masas y no en la vanguardia.
  15. Es necesario analizar la realidad y descubrir tendencias revolucionarias y contrarrevolucionarias, así como las interacciones entre ellas. A partir de la caracterización del período, la política de la vanguardia revolucionaria para las masas se elabora con el objetivo de impulsar la lucha a través de consignas movilizadoras (que son definidas por las necesidades y la conciencia de las masas), que fortalecen las tendencias revolucionarias y derrotan a las tendencias contrarrevolucionarias.

Materialismo dialéctico (MD) y materialismo histórico (MH)

  1. Lucha de contrarios
    1. Los fenómenos son objetivos (independientes de lo que pensamos o nos gusta);
    2. Debemos evaluar principalmente las transiciones (del ser al no ser y viceversa) que se desarrollan a partir del movimiento interno de la Lucha de los Contrarios;
    3. La lucha de los contrarios implica en la negación (de un fenómeno contradictorio externo) de la negación (de un fenómeno contradictorio interno) y el cambio cualitativo a partir de la acumulación de cambios cuantitativos;
    4. El desarrollo ocurre en espiral, con el aparente regreso de lo viejo;
    5. Desarrollo desigual y combinado.
  2. Conocimiento
    1. Ley de totalidad;
    2. Las relaciones e interacciones entre forma y contenido están integradas; uno no existe sin el otro;
    3. La apariencia y la esencia son componentes de las cosas y fenómenos;
    4. Las categorías son momentos de conocimiento que reflejan la realidad, que es muy compleja y en movimiento. También hay determinaciones (calificaciones de categoría), leyes, abstracciones, conceptos;
    5. Debemos buscar el conocimiento de lo concreto a lo abstracto, de lo relativo a lo absoluto, de lo finito a lo infinito, de lo singular a lo universal, de lo inmediato a lo mediato,
      1. Uno revela al otro, uno contiene al otro;
    6. Del análisis debemos pasar a la síntesis, centrándonos en las transiciones de uno a otro,
    7. Nuestros análisis deben contemplar las interrelaciones entre las cosas y fenómenos que componen la totalidad, en un acercamiento constante e infinito a la verdad.
  3. Teoría y práctica
    1. Unidad de teoría y práctica;
    2. Siempre debemos superar lo que criticamos;
    3. La libertad es el conocimiento de la necesidad (y actuar en consecuencia).
  4. Los componentes de la teoría expresan leyes, fenómenos, categorías y determinaciones, como síntesis del análisis de los acontecimientos.
  5. Según Lenin “sólo un partido guiado por una teoría de vanguardia puede desempeñar el papel de luchador de vanguardia” (¿Qué hacer?). La relación entre teoría y práctica es dialéctica. Sin teoría revolucionaria no hay práctica revolucionaria, pero sin práctica revolucionaria tampoco hay teoría revolucionaria. Y aún más: el marxismo no es un dogma, sino una guía para la acción. Estos conceptos básicos implican que el conocimiento profundo del marxismo es una tarea fundamental, pero debe afrontarse junto con la formulación del programa político que debe ponerse en práctica en el movimiento de masas.

El Programa y el movimiento de masas

  1. El Programa debe evolucionar en base a las acciones del movimiento de masas. De lo contrario, no sería más que letra muerta.
  2. La lucha por el desarrollo de la conciencia de masas implica la transformación de la clase trabajadora de una “clase en sí” a una “clase para sí”.
  3. La clase trabajadora, como todas las clases sociales, es parte de la estructura de la sociedad. La vanguardia revolucionaria, así como todos los grupos políticos, es parte de la superestructura, de la cual las ideologías son el reflejo. Las estructuras institucionales son parte del aspecto objetivo de la superestructura. La conciencia y las ideologías son parte del aspecto subjetivo. Cuando la ideología revolucionaria de la clase trabajadora se fusiona con la clase a través de la vanguardia revolucionaria de masas, es absorbida por la clase.
  4. La política leninista sobre la vanguardia revolucionaria implica en la necesidad de organizarla sin sucumbir a la espontaneidad. La mera lucha sindical no conduce a conclusiones revolucionarias. La sobreestimación de lo espontáneo es un error que cometieron revolucionarios del primer nivel, como Rosa Luxemburgo y León Trotsky, en las discusiones con Lenin.
  5. El dirigente sindical no es más que un dirigente en el marco del capitalismo. Lenin: “Y no sería exagerado insistir en que esto todavía no es ‘socialdemócrata’; que el socialdemócrata [marxista] no debe tener como ideal al secretario del sindicato, sino al tribuno popular, que sepa reaccionar contra toda manifestación de arbitrariedad y opresión, dondequiera que se produzca, cualquiera que sea la clase o capa social afectada, quién sabe generalizar todos los hechos para componer un cuadro completo de la violencia policial y de la explotación capitalista, que sabe aprovechar la más mínima oportunidad para exponer a todos sus convicciones socialistas y sus reivindicaciones democráticas, para explicar a todos y a todos el alcance histórico de la lucha emancipadora del proletariado”. “Las denuncias de los trabajadores son precisamente una declaración de guerra al gobierno, de la misma manera que las denuncias económicas son una declaración de guerra al capitalista”. (¿Qué hacer?)
  6. Lenin también condena la idea sindicalista de que primero es necesario librar la lucha sindical para acumular fuerzas y pasar a la actividad política; “la política sindical de la clase obrera no es más que la política burguesa de la clase obrera”. (¿Qué hacer?)
  7. En la lucha de la vanguardia revolucionaria por organizar a las masas no se trata de ganar conciencia de manera académica. Los principales mecanismos de contención no son las ideas reaccionarias, sino la brutalidad de la explotación capitalista, las organizaciones y la burocracia reformistas, los organismos represivos y la burocracia estatal.
  8. El principal mecanismo de contención que la vanguardia revolucionaria debe romper es la burocracia sindical y los partidos obreros contrarrevolucionarios. El elemento embrionario de la conciencia revolucionaria de las masas es la movilización, que siempre ocurre sobre la base de la experiencia de lucha acumulada.
  9. La conciencia teórica sólo puede ser alcanzada por la vanguardia revolucionaria debido a la brutalización impuesta por el capital.
  10. Las acciones de la vanguardia revolucionaria no tienen como objetivo ganarse a las vanguardias, sino que las ganan a través de la lucha en el movimiento de masas. Sólo con la derrota de las burocracias, principalmente la burocracia sindical y la de los partidos políticos, se podrá construir la vanguardia revolucionaria de masas.
  11. El conocimiento y la conciencia políticos son fenómenos sociales que se desarrollan en la lucha por la implementación del programa revolucionario. La tarea histórica del marxismo es transformar el elemento espontáneo en consciente en la lucha real de la clase trabajadora.

Estrategia y táctica

  1. La izquierda integrada al régimen explotador, así como las burocracias, es movimientista y pragmática. Los marxistas no buscan predecir el futuro, sino señalar tendencias basadas en el análisis científico del presente. A partir de este análisis se debe determinar la estrategia y táctica que se debe expresar en consignas.
  2. Basada en la política aprobada por la vanguardia revolucionaria, la estrategia expresa las tareas a largo plazo. La táctica expresa las tareas que nos permiten alcanzar la estrategia, en una interconexión dialéctica.
  3. Las dos estrategias fundamentales a largo plazo son la lucha por la revolución socialista y la construcción del partido obrero revolucionario. Al mismo tiempo, cada táctica relacionada con la estrategia de largo plazo puede considerarse una estrategia específica, con sus respectivas tácticas.
  4. Las tácticas cambian a medida que cambia la correlación de fuerzas en la lucha de clases. En este sentido, tácticas como el frente único, la participación en elecciones, la lucha armada, etc. su vigencia estará ligada a un período específico, siempre y cuando ayuden a avanzar en la movilización de las masas y la construcción del partido obrero revolucionario.
  5. Transformar una táctica en estrategia, y por tanto transformarla en un medio de lucha permanente, representa un gravísimo error que cometen todos los grupos oportunistas. El anarcosindicalismo sitúa la huelga general como una táctica permanente. El foquismo hace lo propio con la lucha armada. El reformismo hace permanente la lucha electoral y el entrismo. La vanguardia revolucionaria debe imponer la táctica adecuada a cada momento como condición indispensable para su construcción.
  6. La propaganda de la estrategia revolucionaria siempre debe realizarse utilizando tácticas de lucha. La propaganda se distingue por el procedimiento de transmitir muchas ideas a unos pocos, que a diferencia de la agitación consiste en transmitir unas pocas ideas a muchos. Por ejemplo, la propaganda sobre la lucha contra el capital y por el socialismo debe realizarse basándose en las necesidades concretas de los trabajadores. Por otro lado, limitarse a discutir los problemas inmediatos y no vincularlos con la lucha estratégica (movilizar a las masas y construir el partido para tomar el poder) representa una capitulación a la espontaneidad, lo que representa una manifestación de burocratismo y una traición a la clase trabajadora.
  7. Paralelamente, la lucha por una estrategia revolucionaria no puede ser sólo teórica, sino que requiere que la vanguardia revolucionaria se ponga al frente de las luchas y eduque a la clase trabajadora sobre la necesidad de hacer uso de todos los medios de lucha necesarios: las denuncias, protestas, huelgas, ocupaciones de fábricas, autodefensa, etc., pero principalmente la construcción de la vanguardia obrera revolucionaria.

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