La guerra y América Latina

La guerra y América Latina

El imperialismo enfrenta la mayor crisis de su historia y precisa contenerla con nuestra sangre. Es por esa razón, en la búsqueda de una salida, que le impuso la guerra a una superpotencia militar, Rusia.

El imperialismo enfrenta la mayor crisis de su historia y precisa contenerla con nuestra sangre. Es por esa razón, en la búsqueda de una salida, que le impuso la guerra a una superpotencia militar, Rusia.

América Latina representa apenas su retaguardia en el teatro de operaciones militar mundial.

El imperialismo norteamericano precisa mantener los negocios funcionando, principalmente que el flujo de recursos a la matriz se mantenga constante y de preferencia que aumente.

En la apariencia el impacto de los acontecimientos en Ucrania, en Europa y peor aún en Asia, son vistos en general como distantes.

Conforme la crisis mundial se va agudizando y entra en escena abiertamente el factor militar, el impacto de los acontecimientos tienden a expandirse a todo el mundo con fuerza creciente. Aún más en el patio trasero del imperialismo norteamericano, América Latina.

El gobierno de Pedro Castillo en Perú entró en crisis terminal

Desde su inicio, la derecha buscó desgastarlo por todos los medios posibles. Forzó la renuncia de los ministros más izquierdista e incluso intentó por dos veces el impedimento de Pedro Castillo.

Pedro Castillo y su partido «Perú Libre» fueron sucumbiendo ante la presión porque es un partido político y un presidente de la «institucionalidad».

Las promesas de campaña sobre las «reformas estructurales» se desvanecieron porque Perú Libre consiguió en las últimas elecciones poco más de 30 diputados de un total de 30. Por esa razón no habría nada que hacer sino esperar hasta que en algún momento se consiga una amplia mayoría electoral. Movilizar a los trabajadores y al pueblo ni soñar!

La reciente maniobra de Pedro Castillo de convocar una Constituyente no pasó de mera demagogia. Y tan demagógica fue que hace apenas unos días el propio Perú Libre propuso que el mandato de «su» presidente sea reducido a dos años de mandato, con vencimiento en 2023.

La capitulación es enorme, gigantesca, vergonzosa.

El cuento de Caperucita Roja de que el ex maestro y sindicalista Castillo, y Perú Libre vendrían para liberar el pueblo no pasó de una broma de mal gusto.

La crisis del gobierno de Perú llama la atención por tratarse de un gobierno de izquierda que fue capitulando a la derecha hasta perder toda legitimidad. Pero este proceso también pasa con los gobiernos de la propia derecha.

En Ecuador, el gobierno del banquero Lasso también se encuentra sobre fuerte presión del imperialismo. Varios ministros han renunciado en las últimas semanas. El rechazo del pueblo es tan grande que fue decretado el toque de queda y en algunas ciudades el estado de sitio; y fue mantenido en pleno 1º. de Mayo, en el Día Internacional de los Trabajadores.

La guerra y el gobierno de Alberto Fernández

Argentina parece un país muy tranquilo donde nunca pasa nada.

Ningún simple recuerdo sobre El Cordobazo de 1969 del Argentinazo de diciembre del 2001.

Alberto Fernández, que representa un ala derecha del kirchnerismo de la época de Néstor Kirchner, “negoció” con el FMI (Fondo Monetario Internacional) una parte de la enorme deuda externa argentina.

Sobre los US$ 57 mil millones que les fueron prestados a Mauricio Macri ni una única palabra. Hay que pagar, sino la “comunidad internacional” nos sanciona. De ese préstamo, le fueron donados a los buitres capitalistas, principalmente norteamericano, aproximadamente US$ 15 mil millones sólo como arrancada. En la campaña electoral de las últimas elecciones, fueron gastados en diversos rubros alrededor de US$ 30 mil millones, lo que evitó la bancarrota del macrismo. Obviamente que eso tampoco puede ser cuestionado.

Argentina es un papel muy importante en América Latina, el patio trasero del imperialismo; el tercero, detrás de Brasil y México.

El imperialismo norteamericano precisa mantenerlo sobre control principalmente en relación a las materias primas.

En el caso de la extensión de la guerra al Oriente Medio, los amos de América Latina precisarán garantizar su petróleo faltante en Venezuela, en Brasil y en Vaca Muerta, en la Provincia de Neuquén/ Argentina. En México, ya está controlado, inclusive porque el 80% de las exportaciones de este país tiene como destino México.

La crisis del gobierno Boric

El gobierno de Gabriel Boric, un importante líder estudiantil del inicio de la década pasada, también tuvo pose con promesas de varios cambios importantes.

En la práctica, las promesas fueron olvidadas inmediatamente.

Sobre la “Refundación de Carabineros”, conocidos por su brutalidad contra quien se atreve a protestar, en vez de “Refundación” lo que hay son elogios de la ministra del Interior cuando reprimen. Y se han vuelto aún peores que en el gobierno de Piñera. Ahora actúan en conjunto con paramilitares, que son responsables por haber tiroteado a los estudiantes que han tomado liceos; en el 1º. de Mayo hirieron de bala a cuatro personas, una de ellas una periodista tuvo un impacto de bala en la cabeza.

Sobre la desmilitarización del Wallmapu, hay el total olvido de la promesa. Inclusive hubo incendio de vehículos de las forestales que se sospecha que haya sido hecho por la propia policía, o compinches, con el objetivo de justificar el mantenimiento de la militarización.

Boric ni siquiera tuvo la decencia de permitir el quinto retiro de las AFPs (Asociación de los Fondos de Pensión) que serviría para los trabajadores tener un pequeño alivio del enorme endeudamiento y de la carestía de la vida.

Sobre el fin de las AFP ni hablar. El gobierno es parte de ese sistema criminal que en lo fundamental fue puesto en pie por la Dictadura de Pinochet. Todo vale si es para mantener la “vida mansa” de los grandes capitalistas locales que actúan en conjunto con el imperialismo. No es por acaso, y sí gracias al dinero fácil de las AFP que los capitalistas chilenos se convirtieron en los principales inversores en Chile.

Las candidaturas de Lula y Petro, y el imperialismo

En breve, habrá elecciones en Colombia. El favorito es el antiguo militante del M-19 y alcalde de Bogotá, Petro.

En el caso de Brasil, el candidato a las elecciones presidenciales en octubre es Lula, pero con un vice tan de extrema derecha o aún peor que Bolsonaro en la práctica. Geraldo Alckmin, a parte de se católico del Opus Dei, fue gobernador del principal estado de Brasil, São Paulo, durante cuatro mandatos, en los cuales se caracterizó por todo tipo de ataques contra los trabajadores. Y no olvidemos que fue Alckmin en el 2004, quien hizo el acuerdo con el PCC (Primero Comando de la Capital) para que la banda criminal controlará las favelas a cambio de tener facilidades en los negocios con el narcotráfico, de los cuales obviamente solo tienen que pagar un pequeño “peaje”.

A Lula no solo le quitaron todos los cargos, sino que también atacaron a la Operación Lava Jato que es responsable por una parte importante de la destrucción de Brasil. Es obvio que eso no significa que irán (ni la Justicia ni Lula como presidente) volver atrás con todo lo ya hecho.

Lula puede vencer las elecciones, pero su poder real será menor que el de la reina de Inglaterra. Y lo mismo podríamos decir sobre un eventual gobierno Petro, principal en el estado narco paramilitar, donde hay nueve bases norteamericanas, y que fue convertido en el modelo para toda América Latina.

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