Si el FMI dice, ¿ahora sí, ustedes lo creen?

El propio FMI (Fondo Monetario Internacional) declaró que han aumentado en todo el mundo las protestas sociales, llegando a los niveles más altos desde el inicio de la pandemia. Incluso está ocurriendo en los países en donde, según el FMI sería inusual, como por ejemplo, CANADÁ y NUEVA ZELANDA.

Según el FMI, el descontento social y los “disturbios” están aumentando debido a la guerra y a la inflación que generó el aumento del precio del gas, la comida, la gasolina,etc.. O sea, el descontento social tiene como combustible la crisis económica.

Pero la burguesía no se preocupa con la población; sus verdaderos intereses son estos:

“Cualquier aumento en el malestar social podría representar un riesgo para la recuperación de la economía mundial, dado que la incertidumbre impacta en el consumo y la producción.”

Es decir, lo que verdaderamente le incomoda al FMI es que va a llegar un momento en el cual las manifestaciones serán tan fuertes y grandes que tendrán el potencial de paralizar la economía.

Esto también significa que no hay que tener ilusiones en que los gobiernos burguesas van a solucionar el problema de la crisis. La crisis es mundial. No hay que creer en el imperialismo; sea cual sea, fue la burguesía imperialista la que causó la crisis; ahora su «salida» para su crisis es escalar las guerras, mismo con el peligro de transformarla en guerra nuclear.

Como lo afirmó el FMI, si o si los levantes van a ocurrir.

Los revolucionarios y los demócratas que quieren el fin de las guerras, que quieren una vida digna para la mayoría, tienen que estar preparados hoy y para lo que se viene. Los levantes de masas y las revoluciones representan el mecanismo para superar este sistema caduco.

Hoy en día, si no queremos pasar hambre, si queremos justicia para todos, no podemos más aceptar la brutalidad del capitalismo.

Los que no confiamos más en la propaganda y políticas burguesas que nos ha llevado al desastre y a la guerra, los trabajadores y el pueblo que luchamos por nuestra sobrevivencia necesitamos unión y organización, pues ahí radica nuestra fuerza.