Aumenta el “efecto tango”

Aumenta el “efecto tango”

Con la acelerada agudización de la crisis capitalista mundial, las principales bolsas han caído fuertemente.

El Bitcon perdió casi 80% de su valor y el endeudamiento generalizado se fue a las nubes.

La inflación y la carestía de vida superan los índices de las últimas décadas.

La recesión, principalmente la recesión industrial, nos lleva cada vez más aceleradamente a la “estagflación”. La inflación con la recesión es un fenómeno propio del capitalismo ultra parasitario actual caracterizado por la existencia de niveles apocalípticos de capitales ficticios/ especulativos, y en aumento, inclusive porque las ganancias de las grandes empresas dependen de la especulación financiera.

El banco central de los Estados Unidos, que es privado, busca despejar a los mercados especulativos los US$ 9 billones de títulos podridos. Para eso aumentó las tasas de interés en 0,75% para 1,5%, a pesar de que esa operación le implica en desestabilizar todo el mercado mundial, permeado en todos sus poros por niveles de especulación financiera que se han ido acumulando en las últimas décadas. El papel clásico de las crisis capitalistas, que es el de limpiar el mercado de los “excesos relativos”, principalmente del capital ficticio, no se ha podido realizar.

El impacto de la crisis mundial sobre los países más débiles de la corriente mundial

En la Argentina, la inflación sigue en las alturas. En el mes de mayo acumuló más de 5% en términos oficiales.

La desvalorización del peso sigue a todo vapor, principalmente en el mercado paralelo (Blue).

La salida de capitales de la deuda pública local para el dólar. La deuda externa Argentina está siendo comercializada por la mitad de su valor en los mercados especulativos. El gobierno de Alberto Fernández intenta contener la bancarrota comprando títulos de la deuda local en pesos, lo que pone la amenaza de aumentar la hiperinflación y la hiper desvalorización del peso.

La caída de los valores de la deuda, obliga al estado a financiarse a partir del aumento de los impuestos sobre las exportaciones.

Hasta el final de este mes, el Tesoro tiene que girar nada menos que $ 500 billones, a parte de los volúmenes enormes que los bancos poseen en Leliqs (Letras de Liquidez).

Vuelve el espectro de las bancarrotas de la década de 1980 en América Latina, pero esta vez con mucha más fuerza considerando la profundidad de la crisis capitalista a nivel mundial.

El gobierno apenas atina a discutir cuales medidas “monetaristas” puede aplicar dada su incapacidad de aplicar cualquier reforma estructural. La presión de la fuga de capitales es enorme y creciente.

Retenciones a las exportaciones de trigo, maíz y soja; reducir las importaciones de gas; prohibición de tarjetas de crédito en dólares; aumento de las tasas de interés, lo que dificulta el reciclaje de la deuda del Tesoro; el “default” y la restructuración de la deuda pública, externa y local.

De hecho la “salida” capitalista para Argentina y América Latina se pone en el contexto de la agudización de la crisis capitalista mundial y la guerra imperialista.

El rescate de los especuladores financieros por el gobierno con recursos del Fondo de Sustentabilidad de los pensionistas y los bancos oficiales pone en pauta de que esos mecanismos también entren en colapso en breve.

Aparece en el horizonte una mega desvalorización en el 2023, un gran corralito mucho más allá de Argentina. El aprieto de América Latina por el imperialismo norteamericano es parte de su política de guerra como “salida” para su mayor crisis capitalista de todos los tiempos.

La burocracia sindical se encuentra totalmente integrada al sistema, principalmente la CGT moyanista. Pero es evidente que la agudización acelerada de la crisis agudiza la lucha de clases que encontrará sus canales políticos para expresarse.

Algunas luchas han empezado a surgir por fuera de la burocracia sindical. El movimiento piquetero, los funcionarios públicos, de la salud y los profesores. Los trabajadores de los neumáticos, del Metro de Buenos Aires, del aceite, de los trabajadores de los aplicativos.

Es preciso impulsar la realización de asambleas por la base; constituir oposiciones clasistas combativas.

La agudización de la crisis tiende a acelerar el impulso y la organización de la lucha, no sólo en Argentina sino en toda la región. Nuestro papel como revolucionarios es justamente orientarnos a actuar en este contexto.

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