88 años de la «noche de los cuchillos largos» en Alemania

88 años de la «noche de los cuchillos largos» en Alemania

El día 30 de junio de 1934, el nuevo gobierno nazi, encabezado por Adolf Hitler, llevó a cabo la Operación Colibrí, que quedó conocida como la Noche de los Cuchillos Largos.

Fue la extensa purga del Partido Nazi de sus milicias armadas de masas, las SA, lideradas por Ernst Röhm, que llegaban al millón de miembros.

Varios dirigentes del primer nivel de las SA fueron asesinados acusados de preparar un golpe de estado. Uno de ellos fue Gregor Strasser, quien había estado preso con Adolf Hitler en 1924 por el Putsch de la Cervecería de Munich.

El gobierno reconoció la ejecución de 85 milicianos de las SA, pero se calcula que el número de muertos puede haber sido de varios miles.

El movimiento de masas nazi fascista surgió como producto de la desesperación de las capas derechistas de la pequeña burguesía frente a la profundización de la crisis capitalista.

La burguesía imperialista y la reacción mundial pasaron a impulsar estos movimientos con el objetivo de imponer gobiernos de extrema derecha en el poder debido a la falta de control de los aparatos represivos del estado.

Pero, una vez en el poder, la tendencia siempre ha sido deshacerse de la base de masas, burocratizarse y pasar a actuar a través del aparato estatal. Esto sucedió en cada golpe de Estado fascista, principalmente desde el golpe fascista encabezado por Mussolini en Italia.

El fascismo en los países atrasados

Hitler destruyó las SA (Sturmabteilung o Tropas de Asalto), en la llamada “Noche de los cuchillos largos”, y las reemplazó con las SS (Schutzstaffel o Escuadrón de Protección)  y la Gestapo.

En los países atrasados, el fascismo es más frágil, pero al mismo tiempo el control de los mecanismos represivos del estado tiende a obtenerse más rápidamente. Debido a las contradicciones con el imperialismo, la tendencia es que los movimientos fascistas de las calles sean reemplazados por dictaduras policial militares.

En Egipto, la juventud de Tamarrud, que se presentaba como la base de masas del golpe de 2014, fue marginada y el ejército pasó a controlar directamente el poder.

La Dictadura de Pinochet en Chile, incluso atacó a los grupos de extrema derecha.

En Brasil, el movimiento bolsonarista (extrema derecha) en las calles fue prácticamente congelado así que el bolsonarismo fue impuesto en Brasil en las elecciones del 2018.

La llamada “izquierda”, vendida y oportunista, dice que para evitar los golpes de estado es preciso defender la “democracia” burguesa, cada vez más limitada y represiva.

De hecho el fascismo, los golpes de estados que vuelven a ser puestos a la orden del día cuando la crisis del capital se agudizan solo pueden ser derrotados por el movimiento de masas, por los trabajadores en primer lugar.

Nuestro papel como revolucionarios es organizar la lucha de los trabajadores y de las masas, que conforme la crisis avanza se ponen en movimiento bajo la presión creciente del capital.

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