PROPUESTA CONSTITUCIONAL CHILENA – UNA VERSIÓN PROGRE DEL COLONIALISMO

Mari mari kom pu che ka pu wenui
A mis hermanxs, amigxs y compañerxs

Respecto de la propuesta constitucional chilena, quiero partir diciendo que reconozco la lucha que han desarrollado los diferentes pueblos que habitan estos territorios por terminar con la Constitución impuesta en dictadura y por la realización de una Asamblea Constituyente plenamente soberana. No siendo este el caso, considero que esta coyuntura política así como sus relevantes y positivos resultados son fruto de la movilización popular.

Estoy convencido, que de continuar la movilización y con mayor nivel de organización se podrán abrir las puertas para una genuina Asamblea Constituyente, cuya meta sea la superación de estructuras coloniales y el establecer las bases de un modelo económico, político y social de justicia y dignidad para todos los pueblos por igual.

En lo referido al pueblo Mapuche, creo que lo propuesto en esta oportunidad es un serio retroceso para nuestro pueblo pues se cercenan derechos actualmente vigentes contenidos en sendos instrumentos jurídicos internacionales suscritos y ratificados por Chile, a saber: Convenio N° 169 de la OIT y Declaración de los derechos de los pueblos indígenas de Naciones Unidas (2007).

Específicamente, lo más grave ocurre con el derecho a la Autodeterminación y el derecho a la Autonomía, ambos derechos se presentan limitados y tutelados no pudiendo ser ejercidos por el pueblo Mapuche en forma libre y soberana al igual que lo hacen otros pueblos del mundo. Tal como están propuestos, y considerando el ámbito del derecho internacional que se supone vigente en Chile, se vulneran los principios de Integridad cultural e igualdad ante la ley.

En este mismo sentido, la actual propuesta constitucional chilena mantiene y proyecta el tutelaje colonial mediante el uso de novedosos conceptos, pero que no se orientan hacia un cambio en las relaciones de poder ni a la superación de las asimetrías entre los pueblos. Por el contrario, consolidan el tutelaje y el sometimiento del pueblo Mapuche ante otro pueblo, una institucionalidad ad oc que naturaliza el supremacismo racial y que otorga un marco legal a la actual ocupación de nuestro territorio, el Wallmapu.

En este caso, es necesario refrescar la memoria y recordar que dicha “institucionalización” fue impuesta por la fuerza de las armas de un ejército de ocupación en la eufemísticamente llamada “pacificación de la Araucanía”, cuya continuidad histórica la podemos observar hoy en la militarización de nuestras comunidades y la persecución y encarcelamiento de los luchadores por los derechos de nuestro pueblo.

Por tales razones, les comparto mis observaciones críticas relacionadas con materias sobre las que bajo ninguna circunstancia CONSENTIRÉ:

1. NO soy chileno, SOY MAPUCHE.
2. El WALLMAPU es el territorio del pueblo Mapuche, NO ES DE CHILE.
3. La AUTODETERMINACIÓN es un derecho que le asiste a todos los pueblos del mundo y en igualdad de condiciones, por lo tanto, el pueblo Mapuche NO PUEDE SER LIMITADO NI SUPLANTADO EN EL EJERCICIO DE SU DERECHO A LA AUTODETERMINACION por ningún tipo de institución, mecanismo o fuerza de otros pueblos. De lo contrario como se propone, esto sería un ejercicio de neocolonialismo y suplantación.
4. La AUTÓNOMÍA DEL PUEBLO MAPUCHE no puede ser controlada y/o limitada por instituciones estatales chilenas, ES UN DERECHO QUE NOS CORRESPONDE EJERCER A PLENITUD Y EN LIBERTAD SIN INJERENCIAS EXTERNAS.

Al mismo tiempo que les comparto mis argumentos y posición a través de esta publicación en redes, también les comento que lo haré de manera formal tanto en instancias Mapuche como chilenas, dejando constancia de mi NO CONSENTIMIENTO en dichas materias, pues hoy, a los pueblos indígenas nos asiste este derecho de NO CONSENTIR frente a medidas que nos afectan como lo es la actual propuesta de Constitución de otro pueblo.

Ricardo Inalef
Mapuche
Nación Mapuche