105 años de la Revolución Rusa de Octubre de 1917

105 años de la Revolución Rusa de Octubre de 1917

¿Sabían que en la época la mayoría de la población creía que la revolución debería ocurrir a partir de la burguesía liberal? ¡El partido Bolchevique era minoría, pero la revolución de los trabajadores fue inevitable!

La Revolución Bolchevique, en Rusia en octubre de 1917, fue el acontecimiento más importante del siglo XX.

Todo el panorama político cambió a partir de entonces, así como la dinámica de la lucha de clases mundial durante toda una época histórica. Hoy, es imprescindible recordar y reflexionar sobre esta inmensa victoria de la clase obrera.

Si bien a finales del siglo pasado la política burocrática del Estado Obrero condujo a la derrota de la Revolución y la restauración del capitalismo en la URSS y Europa del Este, en nada disminuyó la importancia y notoriedad de la primera Revolución Socialista, que cambió la historia de la Humanidad.

Octubre de 1917 fue, de hecho, la culminación de un proceso revolucionario que se desarrolló en tres ocasiones en Rusia.

La primera Revolución, en 1905, se definió como un “ensayo general”.

La segunda, la Revolución de Febrero de 1917, que derrocó al zarismo, y la tercera, la Revolución de Octubre, cuando los trabajadores tomaron el poder mediante una exitosa insurrección armada organizada por el Partido Bolchevique, cuyo principal dirigente era Vladimir Ilich Lenin.

La revolución de 1905 como el “ensayo general”

En 1905, Rusia fue derrotada en la guerra contra Japón en la disputa por los territorios de Corea y Manchuria. Esta derrota desató una inmensa crisis económica y social, que produjo un gran descontento en el proletariado y campesinado ruso.

Estalló una huelga general y miles de trabajadores marcharon hasta el Palacio de Invierno para presentar sus demandas al Zar.

El Zar se negó a negociar y le ordenó a la policía dispersar la manifestación. La policía abrió fuego contra los huelguistas y murieron asesinados más de mil personas.

La Revolución de 1905 fue el “ensayo general”. Los trabajadores hicieron su experiencia con el zarismo y perdieron toda ilusión que tenían en el régimen. Y el principal legado de esa Revolución fue la formación del Soviet (Consejo) de Diputados Obreros de Petersburgo. Los soviets eran un embrión de un gobierno revolucionario que organizaba democráticamente la lucha de los trabajadores.

La revolución de febrero de 1917

En 1917, Rusia se encontraba en un estado de penuria, con la economía destruida, debido a la participación en la Primera Guerra Mundial del lado de Inglaterra y Francia, formando la Triple Entente.

El esfuerzo bélico generó mucho descontento y creció el movimiento huelguístico y el saqueo de las tiendas de alimentos en las ciudades. En el campo, las invasiones de tierras por parte de los campesinos fueron la tónica. El ejército ruso, muy desprevenido y con equipos obsoletos, estaba totalmente desarticulado por las derrotas y las deserciones.

En esta coyuntura, en febrero de 1917, estalló la Revolución, en una insurrección espontánea, sin rumbo claro, que derrocó al régimen zarista. La policía, esta vez, no reprimió las movilizaciones, el zar Nicolás II abdicó y asumió un Gobierno Provisional, formado por la burguesía liberal y socialistas reformistas. Este Gobierno Provisional formó la base del régimen democrático-burgués que surgió después de la Revolución.

También se creó el Soviet de Diputados Obreros y Soldados, dirigido por los grupos menchevique y socialrevolucionario. Los bolcheviques eran una minoría.

La mayoría del soviet creía en el dogma marxista de la época de la “revolución burguesa”, es decir, que el poder debía ser otorgado a la burguesía liberal.

La burguesía era débil y vacilante, no tenía base social ni capacidad para asumir el poder por sí misma. Esta situación creó lo que se denominó una situación de doble poder: dos poderes que coexistían simultáneamente en la sociedad: el del Gobierno Provisional y el del Soviet.

El Partido Bolchevique, aunque constituía una minoría en el soviet, defendía que los trabajadores debían tomar el poder independientemente de la burguesía y formar un Gobierno Obrero, apoyado por los campesinos.

Su propuesta por el poder obrero quedó plasmada en la consigna “¡Todo el poder a los soviets!”.

En el transcurso de febrero a octubre, los bolcheviques ganaron influencia dentro del soviet debido a las consignas de agitación, que enarbolaron según las distintas coyunturas, como por ejemplo: “Pan, Paz y Tierra”, que despegaron con la coyuntura de enorme miseria, que acabó aumento el nivel de conciencia e impulsó a las masas a la movilización.

Hacia la revolución proletaria de octubre de 1917

En julio se produjo un levantamiento prematuro de las masas en Petrogrado, que fue derrotado y favoreció un intento de golpe de Estado por parte de un sector del ejército. Sin embargo, el intento de derrocar al soviet fracasa en gran medida debido a las acciones de los agitadores bolcheviques que influyeron en los soldados para que no obedecieran las órdenes de sus oficiales.

La derrota del golpe resultó en el fortalecimiento del Partido Bolchevique, al punto de obtener la mayoría en el Sóviet de Petrogrado. León Trotsky fue elegido su presidente. También en otras ciudades de Rusia los bolcheviques obtuvieron la mayoría en los soviets.

El 25 de octubre de 1917, el Comité Militar Revolucionario del Soviet de Petrogrado, dirigió una Insurrección victoriosa. Con la toma del Palacio de Invierno y la caída del Gobierno Provisional, asumió el “Gobierno de los Soviets”, encabezado por el Partido Bolchevique, llamado Consejo de Comisarios del Pueblo. Fue la victoria definitiva de la Revolución. Abrió una nueva etapa en la historia de la humanidad, la era de la Revolución Socialista Mundial.

El sistema capitalista, más que podrido, hace tiempo que se ha convertido en una barrera para el desarrollo de las fuerzas productivas y arroja cada vez más a miles de seres humanos a la miseria absoluta.

Hoy, más que nunca, la necesidad de una revolución socialista está a la orden del día.

¡Necesitamos construir esta herramienta fundamental para la victoria de los trabajadores sobre la burguesía, que es el Partido Revolucionario de los Trabajadores!

Nuestro papel como revolucionarios es construirlo a partir de la organización de las luchas de los trabajadores y de las masas.

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