Argentina campeona, Argentina con inflación record, Argent… ¿será que aguenta?

Argentina campeona, Argentina con inflación record, Argent… ¿será que aguenta?

La Copa del Mundo puede mantener la calma social, ¿pero por cuanto tiempo?

Las piruetas que el superministro Massa ha hecho para evitar el colapso le ha permitido controlar la cotización del dólar en torno a los 300 pesos en el mercado paralelo. 

El impacto inmediato es que la deuda pública en pesos, que ha superado los 7 billones, es canjeada por dólares o por deuda en dólares.

La crisis en la financiación de los gastos del Estado aparece con la devaluación del peso.

Además está la deuda del Banco Central, por 9 billones de pesos.

Argentina es un país técnicamente quebrado. La burguesía estupefacta espera por alguna solución milagrosa hasta el traspaso del mando en diciembre de 2023.

El que la selección de fútbol haya vencido la Copa del Mundo puede mantener la calma social durante un período relativamente corto. 

Al mismo tiempo la distracción deportiva puede favorecer que sean aprobadas leyes aún más duras contra los trabajadores y el pueblo, lo que a mediano plazo cumpliría un papel muy explosivo.

Una mayor devaluación inmediata del peso tendría que ser acompañada de medidas que impidan la hiperinflación y la inevitable rebelión popular.

Como el grueso de la deuda de Argentina está en dólares o indexada al dólar, la posibilidad del default es cada vez más segura.

Con la bancarrota, el imperialismo apretaría aún más las condiciones impuestas sobre la Argentina.

Los malabares del ministro Massa tienen en el mejor de los casos la capacidad de heredarle una bomba atómica al próximo gobierno a finales del 2023.

Una corrida cambiaria o el aumento de la fuga de capitales llevaría Argentina al derrumbe, con un fuerte impacto desestabilizador sobre toda la región.

Las tasas de interés como reflejo de la inflación se han vuelto insoportables sobre la enorme mayoría de la población.

El Banco Central se ha visto obligado a comprar títulos públicos lo que ha empeorado aún más la situación.

La estabilización de Argentina está cada vez más lejana. Es una política de hacer lo posible de evitar una gran bancarrota, que todos saben que es inevitable.

Las políticas monetaristas y fiscales son muy limitadas.

El aumento de los ataques contra los trabajadores y la población se han vuelto muy peligrosos para la burguesía porque siguen aumentando el combustible de la desestabilización social.

La perspectiva oficial es una enorme devaluación con una caída del salario real, de las jubilaciones y los gastos sociales a niveles nunca antes vistos.

Argentina es uno de los puntos importantes más débiles del sistema capitalista mundial.

La perspectiva inevitable es de enormes y abiertos enfrentamientos entre los trabajadores y los sectores oprimidos de la población, por un lado, y la burguesía y el imperialismo por el otro.

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