2023: la perspectiva es de más crisis, guerras, revueltas y revoluciones

Publicación Original en Soberanos por una Asamblea Constituyente

El nuevo año de 2023 empezó en el estilo dictado por la mayor crisis capitalista de todos los tiempos.

La guerra en Ucrania está distante de un final. La OTAN (Alianza del Atlántico Norte) y principalmente los Estados Unidos están poniendo muchísimos recursos en el conflicto. Por algo será. ¿Pero qué exactamente?

El llamado “neoliberalismo” sufrió un durísimo golpe con el gran colapso capitalista de 2008 que no se cerró hasta hoy.

Los volúmenes de capitales ficticios/ especulativos se han acumulado de manera apocalíptica amenazando con hacer estallar todo el sistema.

El problema es que todas las grandes empresas dependen de la especulación financiera para realizar sus ganancias, dentro del contexto crónico de las crecientes dificultades que el capital enfrenta para reproducirse de manera ampliada, que es una de las leyes básicas del capitalismo.

La guerra facilita, de manera artificial es cierto, el proceso. Los gastos en armas representan uno de los componentes de la economía capitalista super parásita actual.

La destrucción facilita las ganancias en el esfuerzo de reconstrucción.

La guerra también facilita el control social por medio de sus estados de sitio y cortes marciales.

La crisis avanza en todo el mundo

La crisis capitalista avanza en todo el mundo y se ha tornado particularmente dura en Europa que es uno de los centros principales de capitalismo mundial.

Las mayores huelgas y protestas de los últimos 40 años se suceden en países centrales, como Inglaterra/ Reino Unido, Alemania, Francia y en prácticamente toda la región.

El impacto de las alzas de la energía y del costo de vida es lo que ha provocado esa revuelta.

La imposición de esta guerra por el imperialismo norteamericano, al arrastrar a Rusia con la amenaza de la entrada de Ucrania en la OTAN, acabó aplicándole un durísimo golpe a su aliada Europa, lo que revela la profundidad de la crisis.

En los propios Estados Unidos, la situación se ha desestabilizado tanto, en el sentido estructural, que hasta el sector de servicios está siendo impactado. Amazon, por ejemplo, anunció el despido de 20 mil trabajadores.

En Asia, la locomotora del crecimiento mundial, China, fue seriamente afectada por las burbujas financieras enormes que han crecido a partir de los volúmenes gigantescos de recursos públicos. Eso va mucho más allá de los cierres de ciudades enormes por el Covid.

La fuerte huelga de los trabajadores de la Foxconn fue la muestra de que la situación social y política en China tiene un alto potencial explosivo. Foxconn cuenta con más de un millón de empleados en China de los cuales más de 200 mil montan el Iphone para Apple.

La globalización/ internacionalización del sistema capitalista mundial ha llegado a niveles muy desarrollados, con las cadenas productivas dependiendo intensamente de varios países para realizar las cada vez más difícil ganancias capitalistas.

Ningún país está fuera de la problemática mundial y mucho menos América Latina.

La crisis capitalista en América Latina

América Latina es considerada como el patio trasero por el imperialismo norteamericano, que busca mantener pacificada como su fuente de recursos para estabilizar su crisis y poder ir a sus guerras, que son cada vez mayores.

La brutal presión se ha agudizado desde 2008 y principalmente desde 2019.

El efecto colateral ha sido el estallido de varias revueltas populares, huelgas y manifestaciones en casi toda la región que se ha transformado en un barril de pólvora.

El imperialismo norteamericano bajó los gobiernos “progresistas” e impuso gobiernos derechistas. El resultado fueron justamente revueltas enormes. Por eso ahora volvió con sus gobiernos “progresistas”, pero mucho más derechizados.

El papel del gobierno Boric era ponerle una piedra al Estallido de octubre de 2019. Fracasó miserablemente con su Convención Constituyente. Ahora de manera aún más miserable viene con su “Consejo de Sabios”, donde la palabra decisiva la tiene el parlamento controlado por la derecha, para cumplir su misión.

La amnistía para los 13 presos políticos de la revuelta aún deja decenas presos o imputados.

Las promesas de la campaña electoral no han pasado de letra muerta.

La situación de Chile, así como la de toda América Latina, se va volviendo más dramática cada día.

Los luchadores sociales debemos organizarnos para contener los ataques que serán cada vez más duros.

En el 2023, las principales tareas en Chile son derrotar el “Consejo de sabios”, fortalecer la lucha por la libertad de todos los presos políticos y enfrentar las políticas para seguir entregando el país, destruyendo el medio ambiente y empeorar las condiciones de vida de los trabajadores y del pueblo para mantener los privilegios del puñado de beneficiarios del sistema.