La lucha de los trabajadores del Puerto de Rosario

Publicado por la.causa.obreraen 2 febrero, 2023, Mariano López, 1/2/2023

La lucha de los trabajadores del puerto de Rosario adquirió relevancia nacional por ser un sector estratégico desde el punto de vista de la circulación de las mercancías. Tal es así que algunas patronales (metalúrgicas) estuvieron a punto de darles vacaciones a sus trabajadores porque tenían los insumos parados en los muelles de carga y descarga. También algunas empresas navieras estaban teniendo pérdidas millonarias, según lo informaban algunos portales de noticias.

A pesar de que no se logró la reincorporación de los 5 despedidos, los obreros dieron un gran ejemplo de lucha prácticamente en soledad. Esta generación de portuarios, cuando pase el tiempo, sin dudas va a poder contarles a sus hijos que ellos también, igual que sus padres y hermanos de hace 20 años, pusieron todo lo que había que poner para defender a sus compañeros.

La mayoría estuvieron día y noche en el piquete soportando el abrasador calor de diciembre y enero, defendiendo los puestos de trabajo de TODOS los compañeros y recibiendo todo tipo de presiones por parte de la patronal, que les mandaba telegramas para que desistieran de la lucha, porque si no iban a ser despedidos con causa; y de la burocracia de Aybar y compañía que los apretaba mandando a sus secuaces o por teléfono.

Pero la pelea no solo fue en el piquete, sino también se dio la batalla con la familia en el hogar. Las compañeras son un pilar fundamental para sostener la lucha, pero cuando los días se hacen largos y hay que parar la olla o cubrir las deudas, hay que tener la tranquilidad suficiente para explicar muy pacientemente la importancia de defender los puestos de trabajo, porque nuestros puestos de trabajo de ahora, van a ser los puestos de trabajo de nuestros hijos. Por eso fue muy importante que muchas de las mujeres junto a sus hijos estuvieran al pie del cañón dando una gran demostración de resistencia, muchas veces poniéndose en primera línea y hasta bancando la represión.

Otras, si bien no estuvieron ahí, aguantaron de otra manera la pelea por ejemplo saliendo a trabajar o haciendo changas para que sus compañeros varones pudieran mantenerse firmes. Como dijo una de las mujeres: “fue un fin de año atípico, porque no pudimos pasar unas fiestas como se debe, muchas familias no teníamos ni un peso partido por la mitad, pero bueno, la lucha también fue nuestra”.

La cuestión de fondo es que la mayoría de los compañeros comprendió que ir hasta el final aguantando lo más que se pudiera, era importante porque el objetivo de máxima de la empresa era (y sigue siendo) aumentar las jornadas de trabajo de 6 a 8hs y prescindir de uno de los 4 turnos. En realidad, esta es una política más general del gobierno nacional peronista, la oposición radical-macrista y el conjunto de los capitalistas para imponer un “ajuste” brutal sobre las condiciones de vida de los trabajadores. Que además de bajar el poder de compra del salario con la inflación y los aumentos tarifarios, quiere implementar la reforma laboral para aumentar la explotación del trabajador.

En su lucha los trabajadores portuarios tuvieron en contra al gobierno de Perotti, que es el que maneja el ENAPRO y les ha mantenido las concesiones de la TPR, a estas empresas chupasangre Ultramar/Vicentín; y además es el que mandó a las fuerzas de represión (Policía, Jueces, Fiscales) contra los trabajadores y sus familias.

El gobierno de Javkin, otro defensor de los patrones, integrante de la alianza radical-macrista que, en vez de preocuparse por los puestos de trabajo de 300 familias rosarinas, en el único momento que abrió la boca fue para denunciar a los trabajadores que, para dejar de ser ignorados por el intendente, tuvieron que romper una puerta del edificio municipal. El gobierno de los Fernández/Frente de Todos también le dio la espalda a los trabajadores, ya que hay que tener bien en claro que el acuerdo firmado para dejar afuera a los 5 compañeros fue rubricado por el Ministerio de trabajo de la Nación (Kelly Olmos), que depende del ejecutivo nacional o sea de Alberto y Cristina; y ni hablar de la prefectura que depende del estado nacional que también participó de la represión.

Esta es la principal conclusión que deberían sacar los trabajadores, acerca de cuál es el papel que cumplen los gobiernos capitalistas: a unos empresarios como Nardelli (Vicentín) les permiten que hagan lo quieran, siendo que estafaron medio mundo y ni hablar del tendal de despidos que dejaron en el norte de Santa Fe. Pero a los trabajadores les mandan a las fuerzas de represión golpeándoles a sus mujeres y niños. A los narcos en esta ciudad, les permiten que se manejen como quieren, pero a los trabajadores les meten presos a 3 compañeros armándoles causas falsas. Esperamos que los compañeros del puerto que estuvieron en la lucha, después de este conflicto, comprenderán que el peronismo más que “combatir” al capital como dice la marcha, es su principal sostenedor.

También lucharon contra los dirigentes sindicales vendidos de la conducción del SUPA, Cesar Aybar y toda su banda, que desconocieron el mandato de la asamblea para luego lanzar junto a la patronal y los gobiernos, a través de los medios de comunicación (no solo los de Rosario sino de Capital Federal) una campaña sucia para desprestigiar a los trabajadores y sus familias. Eso sin contar las amenazas que recibieron varios compañeros por parte de estos vendidos a la patronal.

Pero además pelearon, casi en soledad, con el apoyo de algunas organizaciones políticas de trabajadores y delegados de base / juntas internas como la del Hospital Gamen de Villa Gdor Gálvez, trabajadores del Hospital Roque Sáenz Peña, que juntaron alimentos para las familias de los portuarios, del Hospital Eva Perón de Baigorria, delegados del Puerto de Buenos Aires (y otros), porque los sindicatos de la CGT Rosario y de la CTA-T (Kirchnerista) jamás aparecieron, tampoco aparecieron ninguna de las agrupaciones Kirchneristas que se llenan la boca diciendo que están con los pobres y trabajadores.  

Párrafo aparte es para los sindicatos enrolados en la CTA A (ATE Rosario, COAD, AMSAFE Rosario, Jaboneros, Siprus) y sus aliados del sindicato de Aceiteros, quienes posan de combativos. Aparecieron en la asamblea del 9 de enero, Gustavo Teres, Lorena Almirón, Marco Pozzi, acompañados de “su candidato” Carlos Del Frade a decir que “la lucha iba a ser larga”, “que la única lucha que se pierde es la que se abandona”, pero después, no hicieron nada concreto para apoyar la lucha. Teres en nombre de la CTA A dijo tímidamente que habría que “hacer algo” junto con la CGT, pero en los hechos no hubo ni un minuto de paro convocado por la Central que dirigen, ni por ninguno de sus sindicatos aliados (aceiteros). Tampoco impulsaron consecuentemente el fondo de lucha, si hasta para pagar la fianza de uno de los trabajadores presos, tuvieron que juntar plata los propios compañeros de sus flacos bolsillos.

La dirección del Sindicato de Aceiteros lo único que hizo fue poner al abogado. Pero hay que aclarar que los abogados por lo único que “pelean” es para obtener mejores indemnizaciones. Les queremos hacer ver a los compañeros portuarios, que bajo su “asesoramiento” en Unilever y Cargill en el 2017 y 2018 se produjeron decenas de despidos. Por eso otra conclusión importante que hay que sacar, los abogados NO ganan las luchas.

La nueva etapa que se viene

Los obreros del puerto tienen tradición de lucha, la gran mayoría que tiene muchos años de antigüedad recuerdan la otra gran pelea que dieron sus padres y hermanos 25 años atrás contra “los Filipinos”. Ese jueves en fiscalía varios compañeros decían, en una actitud reflexiva preparándose para lo que se viene, que tenían que sacar conclusiones de los errores cometidos. Nosotros que los acompañamos varios días en el piquete les queremos plantear algunas.

Desde nuestro punto de vista, una vez que Aybar desconoce el mandato de la asamblea, se quedaron en una posición defensiva, confiando en que el tiempo podría jugarles a favor, por las pérdidas que estaba teniendo la empresa. Eso era cierto, pero el tiempo también corría para los trabajadores y en este caso la patronal tenía más resto para aguantar. Por eso, en paralelo con la política de exigirles públicamente un apoyo concreto y consecuente (por ejemplo, con paros de la CTA-A y los aceiteros, y una campaña de aportes al fondo de huelga) a los dirigentes de los sindicatos que venían a apoyar solo “de palabra”, habría que haber tenido una política ofensiva para parar a los carneros. 

Así como Aybar y la Empresa, apretaba y amedrentaba a los que estaban en el piquete, los compañeros podrían haber hecho lo mismo, básicamente lo que sus padres y hermanos hicieron hace 25 años atrás con los rompehuelgas. Esa posición defensiva quedó expresada en confiar en que la Iglesia podría tener una respuesta favorable para lograr la reincorporación, pero fue todo lo contrario, es decir el arzobispo dijo que tuvieran “gestos de dialogo”, o sea aceptar mansamente los despidos. En ese mismo sentido fue un error seguir los consejos legalistas.

Ahora se abre una nueva etapa, la patronal y la burocracia de Aybar ya están reposicionándose, quieren recuperar el terreno perdido, pero de la entregada no se vuelve, por eso la actitud de firmeza que mantuvieron hasta último momento, es desde donde el activismo tiene que partir para organizar al conjunto de los compañeros y de esta manera pararle la mano a la patronal y barrer a la burocracia sindical de Aybar. ¡No hay tiempo que perder! ¡Viva la lucha de los trabajadores del Puerto de Rosario!