Frida: la mujer hecha arte

«¿Quién diría que las manchas viven y ayudan a vivir? Tinta, sangre, olor. No sé qué tinta usar, cuál quisiera dejar su huella de esa manera. Respeto sus deseos y haré todo lo posible para escapar de mi propio mundo.

Mundos cubiertos de tinta: tierra libre y mía. soles lejanos que me llaman porque soy parte de sus entrañas. Disparates. ¿Qué podría hacer sin lo absurdo y lo efímero? He entendido el materialismo dialéctico durante muchos años».

Frida Khalo fue inmortalizada por la famosa película, pero su vida fue muy intensa tanto en relación al arte como a la lucha política.

Por lo general lo que se destaca son las dificultades de su vida y su liberalismo sexual.

Frida estuvo muy enferma toda su vida.

Se sometió a 22 cirugías, sufrió una serie de abortos espontáneos, tuvo poliomielitis en su infancia que le dejó un daño irreparable en la pierna.

Sin embargo, podemos decir que Frida sublimó muy bien a través de su arte, cómo el marxismo es la única salida para la humanidad, y este legado permanecerá vivo en nuestra memoria. https://www.fridakahlo.org/

Más de 100 años después, Frida sigue siendo un símbolo de la lucha contra el sistema que la oprimía y oprime a las mujeres hasta el día de hoy.

A pesar de haber borrado muchas veces su trayectoria revolucionaria, así como sus contradicciones ocultas, para que sea más palpable la venta de sus imágenes para el beneficio capitalista, Frida nos recuerda que la liberación humana no está desligada de la lucha en contra del sistema capitalista, que lleve a la completa emancipación del arte, de la mujer y de toda la Humanidad.

Su biografía romanceada en la película

Con 21 años, solo tres después de haber sido víctima de un terrible accidente de tranvía, que la deja lisiada y con dolores debilitantes por el resto de su vida, conoce a Rivera, 20 años mayor que ella, quien está trabajando en un fresco para el edificio del Ministerio de Educación.

Frida lo busca para obtener una opinión sobre su arte. “Quiero la crítica de un hombre serio. No soy una amante del arte ni una aficionada. Sólo soy una chica que necesita trabajar para ganarse la vida», le dice.

La pareja se casó en 1929.

Entre 1930-31, Diego Rivera y Frida viajaron a San Francisco, Detroit y Nueva York, donde Diego pinta una serie de murales en edificios públicos y privados y se involucra en muchas aventuras extramatrimoniales.

Después de sufrir un aborto espontáneo devastador y la pérdida de su madre, Frida se va a México, pero regresa a Nueva York cuando Diego se ve envuelto en una pelea con Nelson Rockefeller (Edward Norton) por su negativa a sacar un retrato de Vladimir Lenin de su casa, el cual se encontraba en un mural realizado por Diego en el Rockefeller Center.

Frida y Diego regresan a México en 1933 y se mudan a una nueva casa cerca de Coyoacán.

En enero de 1937, el revolucionario ruso Leon Trotsky y su esposa Natalia consiguieron asilo en México, por influencia de Rivera con el presidente Lázaro Cárdenas.

La pareja rusa se mudó a la casa de los padres de Frida. Trotsky y Frida tuvieron una reunión antes del primer atentado contra la vida de Trotsky en mayo de 1940.

Diego y Frida se vuelven a casar en diciembre de 1940. Frida es hospitalizada durante nueve meses en 1950 y le amputan la pierna derecha en 1953. Con cada traumatismo físico, les dice a los médicos: “Sólo arréglame, para que pueda pintar”.

La biografía de Frida Khalo al desnudo

Desde joven estuvo vinculada al mundo de la lucha y la revolución. Su madre acogía y ayudaba a revolucionarios del ejército liberados del sur, mejor conocidos como “zapatistas”.

La lucha histórica mundial entre el estalinismo y el trotskismo, ausente en gran parte de la película, estuvo en el centro de las vidas de Kahlo y Rivera y figuró de manera prominente y directa en la evolución del trabajo de este último en particular.

Cuando Kahlo y Rivera se conocieron en 1928, ambos eran miembros del Partido Comunista Mexicano.

Rivera fue expulsado del PC después de expresar discrepancias políticas y negarse a cambiar de acuerdo con la imposición de la dirección del Partido.

Kahlo dejó de ser miembro activo al año siguiente.

La resuelta postura de Rivera contra Rockefeller en Nueva York en 1933 surgió de su creencia de que el fresco de Lenin era «la única pintura correcta que se podía hacer en el edificio [como] una expresión exacta y concreta de la situación de la sociedad bajo el capitalismo en la actualidad», y “una indicación del camino que debe seguir el hombre para acabar con el hambre, la opresión, el desorden y la guerra”.

En contraste, las pinturas de Kahlo fueron una expresión directa de las luchas que dominaron su notable vida personal. Según Rivera, Kahlo fue «el único ejemplo en la historia del arte de una artista que abrió su pecho y su corazón para revelar la verdad biológica de sus sentimientos». .. [el] hecho de que era bisexual, el hecho de que era una mujer independiente que estaba obsesionada con su marido.

Ambos artistas se alinearon con el movimiento trotskista y tuvieron, durante un tiempo, una estrecha relación con Trotsky.

En 1938, Rivera colaborócon Trotsky y Breton en la preparación del Manifiesto: Por un Arte Revolucionario Libre, delineando la conexión entre el verdadero arte y las aspiraciones de «una reconstrucción completa y radical de la sociedad».

Parece seguro sugerir que ni Rivera ni Kahlo -artistas destacados y no, sobre todo, pensadores políticos- nunca se pusieron a fondo en la lucha de Trotsky con la burocracia estalinista, incluida la teoría de la Revolución Permanente, y permanecieron de una forma u otra bajo el dominio del Nacionalismo Mexicano. Fue exactamente ésto, y no lo que pudo o no haber pasado entre Trotsky y Kahlo, lo que principalmente explica que ambos terminaron, castigados y desmoralizados, en el campo del estalinismo.

La preocupación de la película por las infidelidades de Rivera y la “bisexualidad” de Frida Kahlo es una adaptación al entorno intelectual actual.

En el mejor de los casos, ninguno de los artistas se centró en promover o conformar la institución del matrimonio, sino en la demolición política de la institución burguesa; se habría centrado en el arte y la política asociados con la relación, impulsada por los impulsos históricos más amplios.

Y más que eso, eso no es el eje fundamental de la vida de Frida.

Como ella mujer se posicionó contra invariables estereotipos y utilizó su medio para llevar la política a cada uno de los lugares en los que estuviera.

Usó el pincel y la tinta como forma de exposición, agitación y propaganda de las ideas revolucionarias del marxismo, y las llevó a un formato que pudiesen ser reconocidas nacionalmente por los mexicanos.

En una de sus obras más célebres titulada “El comunismo dará salud a los enfermos”. La misma toma sus carencias (enfermedades) y busca explicar a través de varios símbolos como la lucha contra el capitalismo, y en especial el imperialismo norteamericano podrá ser la salida para que verdaderamente la humanidad consiga conquistar la paz, la dignidad y la verdadera libertad.

Frida por el 4 de noviembre 1952, escribe en su diario:

“Hoy como nunca estoy acompañada. Desde hace 25 años soy un ser yo comunista. Sé los orígenes centrales. Se unen en raíces antiguas. He leído la historia de mi país y de casi todos los pueblos. Conozco sus conflictos de clase y económicos. Comprendo claramente la dialéctica materialista de Marx, Engels, Lenin, Stalin y Mao Tse-Tung. Los amos como a los pilares del nuevo mundo comunista. Ya comprendí el error de Trotsky desde que llego a México. Yo jamás fui trotskista.”

Frida es mucho más de lo que quiere vendernos la prensa basura y en especial el márquetin derivado de la lucha feminista burguesa cooptada por el propio imperialismo y dirigido a dividir hombre y mujeres.

Frida fue una mujer que como cualquier otra tenía sus problemas diarios, y vivía, sin saber que se convertiría en un símbolo como lo es hoy.

Frida es más que una rebelde de pelo en el bozo y cejas marcadas.

Fue una agitadora y propagandista de sus ideales hasta la muerte; una fiel luchadora por la verdadera libertad, defendió la retirada de las tropas extranjeras de su país y el retomar las costumbres, pensamientos y causas nacidas de sus raíces, defendió la causa de las personas indígenas en México.

A su funeral asistieron miembros del Partido Comunista, hasta los que se encontraban en la clandestinidad, uno de estos, su propio ex alumno Artiro Gracua Bustos, quien colocó sobre su cajón la bandera comunista.

¿Qué importa si en realidad la relación entre Diego y Frida no fue la relación amorosa más estable o la más “segura”?

Eso no lo sabemos a ciencia cierta, y conjeturar sobre aspectos que no nos llevarán a ningún lado carece de sentido, además de ser una atraso recordar su vida por su relación amorosa. Es bloquearla por completo, desconocerla.

Elevemos el trabajo que ella realizó, sus esfuerzos por un mundo mejor, y la pasión por la lucha que aun teniendo una vida llena de dolores, siempre sobresalió la esperanza de un mundo mejor.

En este Día Internacional de la Mujer, llamamos a celebrar a aquellas que se han organizado por el bien de las grandes mayorías, por el fin de la explotación, la opresión y la desigualdad.

Llamamos a elevar la voz en conjunto contra el sistema capitalista, eje de nuestras pesadillas, de nuestras opresiones.

Que entre nosotras nazcan miles y miles como Rosa Luxemburgo, Alexandra Kollontai, Clara Zetkin, Luisa Toledo, Eva Perón, Gabriela Mistral, Francisca Sandoval, Berta Cáceres, Hebe Bonafini, Rigoberta Menchu, Ana Neri, Mary Muthoni Nyanjiru, Juana Azurduy, las Hermanas Mirabal, Frida Khalo, Cecilia Magni, Patricia Arellano Parada y muchas otras que han revolucionado, agitado y dejado en claro sin las mujeres, no podemos vencer a nuestro enemigo.