Caso Laura Ancco Luque, joven de 18 años asesinada por la represión

La represión estatal sigue marcando la serie de protestas en el país, y Laura Ancco Luque, una estudiante de Enfermería Técnica y ya venía realizando sus prácticas, tan solo tenía 18 años, es otra de las más de 70 victimas.

Originaria de la provincia de Carabaya, Laura perdió la vida debido a impactos de proyectiles en el craneo que le causaron heridas fatales. El trágico desenlace se sumó a la noche del miércoles 11 de enero, cuando fue ingresada de emergencia a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) por una hemorragia interna en la cabeza. Sin embargo, su salud se complicó y, lamentablemente, no pudo superar la gravedad de sus heridas, falleciendo en la mañana del jueves 12.

El padre de Laura, Doroteo Ancco, compartió los desgarradores detalles del declive en la salud de su hija. A medida que los días avanzaban, su condición empeoraba, dejando a la familia angustiada y preocupada por el destino de la joven. En un intento desesperado por brindarle la atención que necesitaba, el padre había solicitado apoyo económico para trasladar a su hija a un hospital en Arequipa, donde podría recibir atención especializada. No obstante, la vida de Laura se apagó antes de que cualquier intento pudiera salvarla.

Cada una de estas vidas perdidas es un recordatorio doloroso de las consecuencias de la violencia estatal, de la imposición a cualquier costo del modo de vida capitalista, sobre las necesidades de los pueblos del Perú y del mundo. Detrás de cada nombre y cada historia hay familias devastadas y comunidades que lloran.

Lejos de ser un caso aislado, una serie de necropsias e informes balísticos que forman parte de la investigación fiscal por homicidio calificado confirman muertes de personas -no todos eran manifestantes– por armas de uso militar. Que se sepa, por lo menos en 30 de los civiles fallecidos durante las protestas, los agentes causantes fueron proyectiles de arma de fuego como fusiles o pistolas. Los cuerpos presentan orificios de ingreso y salida, principalmente en tórax y cabeza, y en varios casos la bala entró por la espalda.

El actual régimen de Dina Boluarte, que es ilegitimo y aplica los métodos clásicos de represión para acalmar las movilizaciones populares debe caer, ese es el único paso hacia la justicia, posteriormente, el cierre del congreso, la libertad de todos los presos políticos, juicio y castigo a los asesinos y violadores de derechos humanos y por último una Asamblea Constituyente por y para el pueblo.

¿Como podemos vivir en un mundo en donde un estudiante sea asesinado con un disparo en la cabeza al estar brindando apoyo a los manifestantes y que todo continue igual?

En momentos como este, la sensibilidad ante la muerte de una persona joven como Laura Ancco Luque es un llamado a la reflexión sobre si verdaderamente estamos en una democracia. O si estas democracias se adecuan unicamente a los intereses de los grandes capitales. ¿Quienes pueden ser los terroristas sino aquellos que alzan las armas contra un pueblo des-armado y sin miedo, le disparan para imponer a sangre y fuego una política para el 1%?