12 de Octubre: la continuidad de la movilización popular

En contra de la dictadura genocida

La movilización del 12 de octubre de 2023 fue preparada con más de dos meses de antecedencia.

Las principales organizaciones sobre las cuales se centralizaron los acuerdos fueron la CNUL (Comando Nacional Unitario de Lucha) y la CONULP la cual se incorporó a la movilización tan solo una semana antes, lo cual será analizado más adelante pero demuestra la poca adhesión de grupos de las provincias y del “Perú Profundo” en relación a pasadas movilizaciones. 

La movilización en Perú se mantiene aún habiendo pasado varios meses desde el «levante popular» de diciembre de 2022 que comenzó con la prisión del presidente Pedro Castillo.

Las grandes centrales sindicales siguen estando a la cabeza para cooptar el movimiento, la relación con la policía fue directa, intentando llevar a la masa a la encerrona para acabar la movilización además de que ni la CUT ni la CGTP movilizaron sus bases, únicamente habían dos docenas de sindicalistas.

Las principales consignas siguen siendo:

– Cierre del Congreso

– Asamblea Constituyente para una Nueva Constitución

– Prisión para Dina Boluarte

– Justicia por los asesinatos a manos del Estado

– Libertad a todos los presos políticos

– Restitución de Castillo (más sentido por las organizaciones sociales en general)

– Nuevas elecciones (más impulsado por los sindicatos y partidos)

El nivel de conciencia de las masas es variado, así como el de las organizaciones. Hay grupos de avanzada que hablan del agotamiento del modelo “neoliberal” y la necesidad de nuevas formas organizativas para superar el actual modelo y hay otros grupos que anhelan volver al pasado. Pero en general todos acuerdan que hoy lo que existe en Perú es el continuismo del fujimorismo, una dictadura en que el Estado es utilizado para perseguir a los luchadores sociales, y que defiende los intereses de las mineras, el sistema financiero y el agrobusiness; todo controlado por el imperialismo, fundamentalmente el imperialismo norteamericano.

Los participantes de la marcha en Lima

En la marcha se encontraban la CONULP (Confederación de unitaria de Lucha Peru), la CGTP (Confederación General de los Trabajadores Peruanos), varias organizaciones barriales, brigadas de salud, y diversos comités y asambleas que se han participado y se desarrollado a lo largo de estos diez meses de lucha.

 – CNULP

– CGTP

– CONARED

– Comité por una Asamblea constituyente Lima Sur

– APU

– Brigada YUYAPUI de Villa María

– Santa Anita (organización barrial)

– San Juan de Lurigancho (Bloque Unitario de los Pueblos – SJL)

– Asamblea popular de SGM

– Nuevo Perú

– Diversos Medios Independientes

– Comité impulsor de la Asamblea Popular Constituyente CIAPC

– Asamblea de los pueblos Villa Maŕia del Triunfo

– ML-19

– PCP

– Central Nacional de Jubilados y Pensionistas del Perú

– Coordinadora Unitaria de Lima

– Comité de lucha Popular de Arequipa

– Trujillo

– Comité Colegiado de Organizaciones de la región de Puno

– Ágora Popular

– CUT (Central Unitaria de los Trabajadores)

– Organización contra la Agenda 2030

– Frente de Colectivos recuperación por la democracia

– Conacamhi

– Grupos contra el Globalismo

– Lucha social por una vivienda digna

– Tatkiuna

– Entre otros. 

La contención de la movilización popular

El lugar de reunión para la salida de la movilización fue realizado desde dos puntos, por un lado la CGTP llamó a salir desde la Plaza 2 de Mayo y por otro lado otras organizaciones llamaron a partir desde Plaza San Martín.

En el momento más álgido de la movilización se encontraron al unísono algunos miles de personas, bastante menos que las centenas de miles que se manifestaran en julio o en diciembre del año pasado.

Las centrales sindicales no movilizaron a sus bases, a pesar de que la marcha fue convocada con mucha anticipación.

En general no hubo una convocatoria única y unida.

A parte de la acción del gobierno, los partidos políticos institucionales y las burocracias sindicales y de los movimientos sociales buscan fortalecerse para las perspectivas de participación electorera para el próximo período y, por ende, intentan utilizar al movimiento de masas como simple masa de maniobra buscando el camino para institucionalizar la lucha.

La inusual contención policial pacífica

Por la primera vez, todo el desarrollo de la movilización fue pacífico, sin represión policial.

A la salida de la movilización se observó a la burocracia de la CGTP hablando con la Policía Nacional del Perú consultándoles sobre «¿Hacia dónde marchar?» lo cual fue registrado hasta por TeleSur que se encontraba en las movilizaciones.

La Policía Nacional del Perú, que es responsable por el asesinato de más de 70 manifestantes desde diciembre, se encontraba rodeando cada esquina de la plaza, habiendo un despliegue masivo de policiales a píe, armados con lacrimógenas, revólveres y su lanza perdigones.

Todo el tiempo «escoltaron» la movilización hacia el Congreso en un acuerdo claro con la burocracia de la CGTP.

Al llegar a la Plaza San Martín, algunos grupos fueron desviados hacia el Palacio de Justicia, mientras que la CGTP dirigió la marcha y la mayoría de los manifestantes hacia el Congreso.

La dirección que la policía le dio a la movilización fue hasta una calle antes del Congreso, donde se buscaba ahogar la movilización por medio de una «encerrona típica». Al ver esto, un grupo se replegó volviendo a Plaza San Martín y redirigiendo la movilización hacia el Palacio de Justicia.

Hacia el Palacio de Justicia, no habían casi efectivos policiales, hasta llegar al mismo y al hotel Sheraton que está en frente, donde acabó la movilización sin confrontación con la policía.

Las perspectivas

Las próximas manifestaciones nacionales están programadas para diciembre, los días 7 y 12, cuando se completará un año del golpe de estado y de la prisión de Pedro Castillo.

El actual sistema, que es heredero del fujimorismo, está muy lejos de representar a la mayoría de los trabajadores, hijos de obreros, campesinos, ronderos y pueblos originarios.

El proceso de reflujo entró en reflujo debido a las maniobras de los sectores burocráticos y controlados por el sistema que participan de la CNUL, la cual ha cooptado parte del movimiento autónomo de la CONULP. 

Es evidente también que el imperialismo norteamericano y sus aliados locales se movieron para contener una escalada.

El imperialismo precisa mantener, y aumentar, el saqueo de nuestra región, como uno de los componentes centrales de la política para contener la mayor crisis de todos los tiempos.

Ese es el combustible de las revueltas populares y las revoluciones que son una respuesta a la brutalidad de los ataques.