PANAMÁ| 5 DÍAS DE PROTESTA CONTRA MULTIMILLONARIA CONCESIÓN A MINERA CANADIENSE

Panamá atravesó 5 días de agitada lucha popular contra el contrato minero del gobierno junto con la empresa canadiense First Quantum Minerals, para explotar la mayor mina de todo centroamérica, extraer y vender los minerales que allí se encuentren por 20 años y es prorrogable a 20 más.

Fueron cerca de 50.000 personas las que se movilizaron por las avenidas y espacios públicos agitando la consigna: “Somos patriotas, no vende patrias”.

Lo interesante es que se han pronunciado tanto «sector empresarial» y la Iglesia católica, exigiendo a la Corte Suprema de Justicia una intervención directa para unos recursos de inconstitucionalidad que se presentaron.

El pasado miércoles se admitió uno y posteriormente el viernes un segundo recurso. Expertos dicen que la única manera en que el contrato sea eliminado sin que haya demandas multimillonarias por parte de la compañía minera al Estado de Panamá es que el máximo tribunal considere que el pacto representa una violación a la Ley Fundamental del país.

Son 20 años asegurados de saqueo constante, contaminación (puesto que las grandes empresas como la mencionada no están interesadas en el cuidado del medio ambiente y de la comunidades aledañas, simplemente actúan como aves de rapiña),pobreza, y pérdida de soberanía sobre los recursos materiales de alto valor que son del pueblo panameño y que han sido entregados por el gobierno de Laurentino Cortizo a costa del rechazo de la población.

Como siempre la excusa para vendernos la bala con la cual nos disparan es «el acuerdo va a “salvaguarda” miles de empleos y aporta a la economía», así lo sostuvo, El gobierno del presidente Laurentino Cortizo, que sancionó y promulgó el contrato en tiempo récord.

Se debe destacar que Panamá no es un país minero, y que las tierras concedidas para la explotación del yacimiento se encuentran en área protegida, conocido como «Corredor Biológico Mesoamericano». Dentro de esta coyuntura, se movilizaron estudiantes, gremios, el Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción, educadores, grupos indígenas, organizaciones de la sociedad civil, dentro de las cuales destacó el movimiento ‘Panamá Vale más sin Minería’ -conformado por cerca de 100 organizaciones ambientales- no se detendrá hasta la derogación final del convenio. 

“Panama se hartó. Ya es hora de que el pueblo panameño despierte, se informe de lo que está sucediendo en el país. Mira cómo se están secando los lagos, la gente sufre por el desabastecimiento del agua y el Estado le está dando ese recurso a la empresa. Tampoco se está reforestando lo destruido” – Nicole Mattheus, una estudiante de medicina de 20 años entrevistada por The Associated Press.

«El pueblo ya está cansado de lo que está pasando (…) ya son ciento y pico de proyectos mineros y éste ha sido la gota que ha derramado el vaso; somos un país pequeño, no aguantamos tanta minería” – Susana Zambrano, de 38 años, licenciada en tecnología industrial entrevistada por AP.

“No a la minería, sí a la salud” – Coreaba un grupo de enfermeras durante la marcha.

ANTE LA INSUBORDINACIÓN CONTRA EL SAQUEO: REPRESIÓN DESDE EL ESTADO

Las manifestaciones fueron planificadas para ser pacíficas, pero como siempre, la movilización masiva contra proyectos que atentan al bolso de las grandes empresas, son vistos como actos violentos y rebeldes que deben ser apagados.

Si bien se han desarrollado algunos conflictos con establecimientos que han sufrido ataques, y 2 personas han efectuado disparos al aire para posteriormente huir entre la multitud, las organizaciones convocantes anunciaron que la movilización es pacífica, y que es conocida la intromisión de agentes de inteligencia del estado como infiltrados para justificar la represión.

Es en este sentido que la movilización policial fue masiva, así como la represión. La policía utilizó el jueves gases lacrimógenos para disipar al conglomerado que llegaba a las instalaciones de la sede de la presidencia, esto durante la cuarta jornada consecutiva de protestas.

Pero este no es un caso aislado, sucedió con los jóvenes que se movilizaron hasta el sector comercial y bancario de la capital, así como lo hizo en la zona colonial.

El cuerpo policial emitió un comunicado en el que justificó sus actos bajo el argumento de que los manifestantes lanzaron «fuegos artificiales en Plaza Catedral, lugar considerado Patrimonio Histórico, poniendo en peligro la vida de las personas». Lo cual no se ha confirmado, además de que el propio actuar de la policía colocó en más peligro a las personas que allí se encontraban.

Tan solo hace un año en Panamá, las movilizaciones contra el alza del costo de la vista retumbaron tan fuerte como el grito emergente de una sociedad cansada de un sistema de muerte. Hoy, en las movilizaciones contra la minera se deja entrever que ese descontento no se apagó, simplemente, siguió aumentando a la sombra del día a día de la mayoría de los Panameños.

Por el fin de la subordinación de los países a los intereses de la gran burguesía.

Por el fin del saqueo de nuestros recursos.

Por el fin de la explotación del hombre por el hombre.

Por la construcción de una nueva sociedad, por la libertad de todos los pueblos oprimidos.