Los sionistas israelíes triunfan atacando hospitales

La operación militar de Israel en contra de Gaza y de la Resistencia Palestina, es un verdadero desastre en términos políticos, y también lo es en términos militares.

Los dos objetivos, que eran liquidar a Hamas (que engloban a toda la Resistencia Palestina) y liberar a los rehenes, parece que están lejos.

Los sionistas israelíes entraron con la campaña propagandística de que en los hospitales supuestamente habrían milicianos de Hamas y que, por eso, era necesario bombardearlos y tomarlos, lo que es bastante singular como política militar porque entra en el campo del genocidio en contra de civiles.

Atacaron el mayor hospital de Gaza, al-Shifa; lo bombardearon, lo cercaron, dejaron un gran número de muertos y heridos, metieron presos a varios refugiados, destruyeron partes del complejo. Y no encontraron nada relacionado con un centro de comando y control.

El calendario que mostraron en el Hospital al-Shifa, como prueba de que habrían milicianos de Hamas, sólo era una escala de trabajo semanal.

La “incongruencia” es total y los crímenes de guerra son muy abundantes.

Esa campaña genocida está a años luz de la disculpa, y el TPI (Tribunal Penal Internacional) ni siquiera es cuestionado por la prensa oficial.

¿Por qué?

Porque tanto el TPI como la prensa oficial es controlada por los Estados Unidos que imponen lo que es legal.

Este hospital fue construido por Israel en 1973 e incluía una sala de operaciones subterránea.

Para no perder totalmente la campaña propagandística, el ejército sionista mostró un saco con armas livianas.

Incluso el Artículo 2 de la Convención de Ginebra dice que armas ligeras no justifican el ataque en contra de hospitales.

Tal impunidad para actuar en contra de la población civil cuenta con el apoyo abierto de los Estados Unidos y de las demás potencias imperialistas.

De la Operación Diluvio de al-Aqsa, del 7 de octubre de 2023, participaron cuatro organizaciones de la Resistencia Palestina, sin contar las decenas que existen: Hamas, Jihad Islámica, FPLP (Frente Popular Para la Liberación de Palestina) y FPLP-Comando Central.

Hasta ahora, los sionistas israelíes no mostraron ninguna imagen de un puesto de comando capturado (con todo lo que un puesto de comando debe poseer, como computadoras, proyectores, mecanismos de comunicaciones, etc.) ni milicianos de Hamas capturados o rehenes liberados.

Lo peor es haber creado una campaña militar con hospitales como objetivos y poner la bandera de Israel sobre el hospital como símbolo de triunfo.

Israel liberó la entrada de 300 litros de combustible para el Hospital al-Shifa y dos camiones diarios para toda Gaza, donde viven más de dos millones de personas.

Con esa política fracasada y los combatientes de la Resistencia Palestina intactos, es evidente que los sionistas y el imperialismo están caminando para sufrir un duro golpe.

La política actual del imperialismo es la guerra porque es su salida para enfrentar su mayor crisis histórica. El efecto colateral de la guerra son las revoluciones, andan de la mano.