La Resistencia Palestina más próxima de la victoria

A pesar de la campaña de la prensa oficial sobre el supuesto avance incontenible del ejército sionista en Gaza, la Resistencia Palestina está totalmente intacta, principalmente en los túneles.

En casi 50 días de guerra no hemos visto combates abiertos, ni milicianos de Hamas muertos o capturados.

Hemos visto sí imágenes de milicianos imponiéndole pesadas pérdidas a Israel.

Israel puso objetivos militares de los cuales está muy lejos. No vimos ningún resultado práctico en contra de Hamas y la Resistencia. Es por eso que los sionistas se han ensañado con la población.

De hecho, es la aplicación práctica de la Doctrina Dahiya, elaborada a partir de la guerra en el Líbano, cuando los sionistas fueron derrotados por Hizbollah en 2006, y que implica en ataques indiscriminados en contra la población civil como política para enfrentar a las fuerzas de la Resistencia.

Los rehenes sólo serán liberados por medio de un proceso de negociación, que -considerando que la Resistencia Palestina tiene por lo menos una centena y media de militares detenidos y que varios de ellos son altos oficiales de la División de Gaza- deberá concluir con la liberación de miles de presos palestinos en cárceles de Israel.

El presente cesar fuego, temporal, sólo libertará algunos civiles a cambio de otros civiles palestinos y algunos combatientes.

Aún veremos como sucederá el cesar fuego y sus desarrollos posteriores.

La campaña informacional sionista, secundada por la prensa oficial en general, es un desastre. Justificando demoliciones en masa y el genocidio de la población civil, se pone en el campo de los mayores genocidas de la historia.

Los objetivos de Hamas y la Resistencia no son fundamentalmente militares, sino políticos. Y está cerca de alcanzarlos. Este es el punto central.

Volver a poner en pauta la cuestión palestina ya lo logró, cuando todo iba hacia la normalización de las relaciones diplomáticas de los países árabes con Israel en paralelo con la destrucción de Cisjordania, que ya está inundada por colonos sionistas (más de 750 mil), y Jerusalén Oriental.

Para lograr la liberación de todos los presos palestinos, la Resistencia Palestina deberá seguir conteniendo al ejército sionista y, después de la guerra, o en paralelo, avanzar en el proceso de negociación.

Avanzar en la instauración del estado palestino por lo menos en las fronteras de 1967 ya ha sido puesto en pauta por los gobiernos de varios países, pero depende del desarrollo de la guerra.

Si la Resistencia Palestina logra contener al ejército sionista y transformar a Gaza en su pantano, la fuerza de negociación aumentará mucho.

Para los sionistas israelíes ser derrotados, el imperialismo, principalmente el imperialismo norteamericano, debe ser derrotado en el Oriente Medio. Eso implica en la retirada de sus bases militares y la pérdida sensible de su influencia política en la región, lo que tendría consecuencias mundiales a largo plazo.

Tal como sucedió con la Ofensiva Tet, en enero de 1968 en Vietnam, cuando parecía que los vietnamitas habían sido derrotados o por lo menos controlados por la gigantesca máquina de guerra imperialista, el Ejército de Vietnam del Norte y el Vietcong atacó más de 20 ciudades y varias de las bases “inexpugnables” de los norteamericanos.

La Ofensiva Tet acabó con una derrota militar de los vietnamitas porque no mantuvieron el control de las ciudades atacadas y sufrieron duras bajas. Pero el impacto político sobre las masas de los Estados Unidos y de todo el mundo fue tan grande que esa ofensiva estuvo en la base de los movimientos de 1968 -que ocurrieron con fuerza también en América Latina- y en el ascenso revolucionario de la década de 1970, generados al calor de la crisis capitalista mundial de 1973-74, entre otras cosas.

El apoyo a la lucha del pueblo palestino encarnada en sus organizaciones, es una de las tareas centrales del movimiento revolucionario en la actualidad.