¿Chile sigue el camino de Milei?

El 17 de diciembre de 2023 será el referendo constitucional en Chile.Todo estaba apuntando a una nueva derrota del intento de imponernos una “nueva” constitución, para ponerle un punto final a las reivindicaciones de la Revuelta Popular de octubre del 2019.Esta “nueva” constitución es aún peor que la actual, que es la constitución impuesta por la Dictadura en 1980 y que tuvo algunos cambios en el gobierno de Ricardo Lagos.

La nueva constitución fue elaborada por 24 “expertos”, colaboradores del sistema actual, en cuya base está la sangre de las bayonetas de la Dictadura. Peor aún, las condiciones impuestas para definir el contenido de esta “nueva constitución” consideraban 12 Bordes o límites intocables,  que permitieron mantener todo igual, lo que, por cierto, consiguió hacerla mucho peor que la propuesta constitucional rechazada el año pasado. 

Todo iba en el sentido de que el voto “en contra” ganaría, hasta que hace unas semanas, empezó de manera silenciosa una maniobra para imponernos esa “nueva” constitución. Repentinamente, “de la nada”, empezó un flujo menor a favor del voto En Contra en la redes sociales y, por lo tanto, un flujo mayor a favor del Apruebo. Así, aumentó el control y censura de la difusión, agitación y propaganda popular con medios de comunicación de baja escala, haciéndolos funcionar como repetidores de medios de comunicación oficiales.

Todo esto enmarcado en una fuerte campaña mediática desde los medios de comunicación masivos del capital, que exacerba el pánico del pueblo frente a la criminalidad desde la impunidad, lo que alienta el actuar delincuencial. El control de la movilización real con orgánicas populares y políticas cooptadas aún le sigue funcionando al sistema, reduciendo el debate a influenciadores academicistas 

El estado policial narcoparamilitar en América Latina

Junto con la campaña para combatir la criminalidad aumentando la represión, está la campaña en contra de la corrupción, haciendo que la propaganda del sistema parezca un continuo noticiario policial.Obviamente, en la práctica, ha crecido la vinculación de los estados de la región al narcotráfico, en un proceso que es controlado desde los propios Estados Unidos.

Los objetivos son aumentar el saqueo para que los Estados Unidos puedan fortalecer su política de irse a la guerra y aumentar la represión en contra de la protesta social.En Perú la imposición del gobierno dictatorial encabezado por Dina Boluarte, ya asesinó más de 70 manifestantes desde hace un año y permitió el envío de soldados norteamericanos al sur del país, que es el epicentro de la revuelta social.

En Ecuador el nuevo gobierno de la derecha fue impuesto por medio de maniobras macabras que incluyen el asesinato de candidatos políticos, cuando todo indicaba que la Revolución Ciudadana de Rafael Correa iba a ganar.Hace unos días el candidato de extrema derecha Javier Milei, ganó la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Argentina cuando todo indicaba que iba a perder. Milei tomará pose el 10 de diciembre cuando anunciará su plan de gobierno para los próximos dos años, incluyendo a su ministro de la Economía y de la Seguridad interna.

En las próximas semanas precisamos caracterizar si estamos ante un cambio de política del imperialismo para la región (algo parecido con lo que hubo en los de 1970, con cara más o menos democrática) o si Milei será apenas un maquillaje para Macri.A partir de esa caracterización, podremos apuntar lo que se viene a seguir.Si es lo primero, Milei sólo podrá actuar como un bonapartista de derecha, equilibrándose entre los varios sectores del poder, que son verdaderas mafias, por la falta de un movimiento de masas fascista y que el ejército aún se encuentra desmoralizado.De cualquier manera, para las clases dominantes, aplicar duros golpes a los trabajadores y a las masas obligan a aumentar la represión, lo que, a su vez, tiende a aumentar la reacción popular.