Milei rumbo a un gobierno Macri 2.0

Milei rumbo a un gobierno Macri 2.0

Poniendo en evidencia algunos puntos del gobierno Milei. ¿Milei es igual a Macri?

Javier Milei ha presentado una buena parte de su gabinete de gobierno, dándole un enorme espacio en los puestos clave a representantes conocidos del macrismo y desplazando a los “libertarios” de LLA (La Libertad Avanza).

El nuevo gobierno va tomando el color y la cara del macrismo clásico, pero que incorpora las mismas características de «gobierno de unidad nacional»,  que era el eje de Massa. Esto no es sólo una imposición del imperialismo sino también la necesidad del apoyo de los gobernadores provinciales y los congresistas peronistas y kirchneristas ante el brutal ataque que le impondrán a los trabajadores y al pueblo argentino.

Parece que la posibilidad de imponernos un gobierno de tipo bonapartista de derecha se ha pospuesto por la falta de fuerza política y social.

Un gobierno de «unidad nacional» super derechizado

En vez de un árbitro derechista, el gobierno de Milei deberá actuar más al estilo de la derecha clásica, aplicando políticas en contra del pueblo, usando a la burocracia sindical y a los gobernadores peronistas y kirchneristas, reprimiendo, provocando incendios y dejándole el incendio a un próximo gobierno, como lo hizo Mauricio Macri en su gobierno (2015-2019).

De hecho, es la misma política que Massa iba a aplicar con diferencia apenas de matices.

Por medio de un atajo, el imperialismo acabó imponiendo al desgastado macrismo por vía de Milei. Algo parecido con lo que hizo recientemente en Ecuador para imponer al derechista Noboa.

El imperialismo no ha podido entrar con una nueva política en América Latina. Lo que ha hecho es aumentar el saqueo y la represión pero con los mismos operadores políticos de las últimas décadas, la misma derecha y la misma “izquierda” que cada día está más derechizada.

La fragilidad de los “libertarios” es la misma fragilidad que vimos en Brasil con el bolsonarismo y principalmente con el “libertario” Paulo Guedes, el ministro de la Economía, que aplicaron una ínfima parte de su programa, y que ha llevado más lejos el gobierno Lula/Alckmin, con la aprobación de una serie de medidas para facilitarle la vida a los buitres de la especulación financiera en el paraíso mundial del rentismo.

La crisis política, la falta de movilización y de control del parlamento y de los gobernadores provinciales sólo ha permitido la imposición de gobiernos de unidad nacional, en Argentina y en toda América Latina.

La crisis política es un producto de la agudización de la crisis económica mundial, cuya tendencia es que sea aún más explosiva en el próximo período.

Los números de la segunda vuelta de la elección presidencial

35.912.841 de los 46.044.703 millones de argentinos estaban habilitados a votar

14.476.462 (41,13%) votaron a Javier Milei (en su gran mayoría como voto de protesta, en contra del «gobierno popular y progresista», de hecho con Sergio Massa actuando como presidente)

11.516.142 (32,72%) votaron a Massa (en su gran mayoría como rechazo a la política de extrema derecha de Milei y por mantener los subsidios y programas sociales)

El abstencionismo fue de 9.920.237 (27,62%): 9.201.381 no fueron a votar; 417.515 votaron en blanco; 453.127 fueron votos nulos o recurridos (en su abrumadora mayoría como rechazo a todo el sistema político y la sangría aplicada en contra del pueblo argentino)

Un gran golpe contra los argentinos encabezado por el macrista Luis Caputo

El discurso electoral rupturista de la campaña electoral de Javier Milei quedó para atrás, junto con su motosierra para arrasar con todo, la destrucción de la casta política corrupta y la dolarización.

Se impone la «gobernabilidad» para mantener los privilegios de las clases dominantes y el imperialismo.

Como ministro de la Economía, el candidato casi confirmado es Luis Caputo, que fue presidente del Banco Central y ministro de Finanzas en el gobierno de Mauricio Macri y el operador del préstamo de US$ 47 mil millones del FMI (Fondo Monetario Internacional) que fue usado en primer lugar para asegurarle grandes ganancias a los fondos especulativos buitres, lo que fue mantenido en el gobierno de Alberto Fernández, asegurándoles dólares a precios oficiales tres a cuatro veces más bajos que el valor de mercado.

Caputo se ha relacionado con Milei hace varios meses por medio de su sobrino Santiago Caputo que fue el arquitecto de la campaña de LLA, y de Nicolás Posse el futuro jefe de gabinete de Milei.

Después de la primera vuelta, Macri y Patricia Bullrich pasaron a apoyar la campaña de Milei en la segunda vuelta.

En el Banco Central, salió el libertario Emilio Ocampo, que tenía como tarea acabar con el Banco Central y en su lugar puso al Demian Reidel. Reidel fue miembro del directorio del Banco Central durante la gestión de Sturzeneger a inicios del gobierno de Mauricio Macri. Reidel acabó renunciando no por diferencias con Milei, sino por diferencias con Caputo.

Federico Stuzzeneger -presidente del Banco Central entre 2015 y 2018, durante el gobierno Macri- es otro de los principales candidatos a puestos de punta en la economía.

Entra en escena el macrista Stuzzeneger

La prensa oficial también habla de la posibilidad de que Stuzzeneger entre como ministro de Economía y Caputo vaya al Banco Central. De todos modos, la economía debe ser controlada por el macrismo.

Lo más importante a tener en cuenta es que Milei dejó de lado su política económica, empezando con la dolarización.

Domingo Cavallo es otro de los grandes apoyadores de Milei. Él es el conocido presidente del Banco Central de la Dictadura, ministro de Economía (1991-1995) de Menem, responsable por el Plan de Convertibilidad del peso que quebró Argentina, y ministro de Economía de De la Rúa, responsable por el corrallito que llevó a la crisis del 2001.

Los dos cargos, Economía y Banco Central, son fundamentales debido a que Argentina está técnicamente quebrada.

El gobierno argentino tiene un juicio perdido para un fondo buitre que ganó en más un fallo de un juez de New York aproximadamente US$ 18 mil millones por pérdidas en la renacionalización de YPF (Yacimientos Petrolíferos Federales).

Lo que es cierto es que el plan de dolarización se suspendió porque podría hacer estallar la hiperinflación y la crisis en Argentina.

Caputo es un elemento del imperialismo, pero no específicamente de los fondos buitres como Milei, y se opone a la dolarización.

En su lugar, entró un plan de emergencia, que según Milei puede durar dos años para estabilizar Argentina. Eso obviamente en condiciones optimistas y considerando que no tendremos mayores «sorpresas» que pueden venir de la agudización de la mayor crisis capitalista mundial de todos los tiempos.

Argentina no tiene dólares

Tiene la bomba reloj de las Leliqs (Letras de Liquidez) del Banco Central, que suman alrededor de $ 40 billones (trillions) o el equivalente a casi US$ 50 mil millones, con los pases bancarios, al cambio de 600 pesos, remunerados por tasas de 250% anuales, hazaña que sólo la logra Brasil en todo el mundo, y que hace que se comporte como una bola de nieve.

Tiene aproximadamente US$ 100 mil millones de títulos del Tesoro en las mismas condiciones.

La deuda pública argentina paga más del 20% en intereses.

Las tasas de los préstamos del FMI para Argentina son del 9%, o casi el doble de las tasas de Estados Unidos.

Parece que esta vez los problemas de la burguesía son mucho peores que la situación de Menem y que ni vendiendo todo el petróleo, el gas, la soja, el trigo y lo poco que queda de las empresas nacionales será posible mantener a Argentina en la “Comunidad Internacional”.

¿Cómo Caputo va a desarmar esas bombas atómicas?

¿Cómo desarmará los más de 20 tipos de cambios de dólar?

¿Cómo el Banco Central seguirá comprando los títulos del Tesoro de los que los especuladores están deshaciéndose?

La respuesta a estas preguntas pasa por quién pagará la crisis, los trabajadores y el pueblo argentino o las clases dominantes argentinas y su amo el imperialismo norteamericano.

El macrismo, y también los peronistas, copan el gobierno del “libertario” Javier Milei

En Anses (seguridad social), Milei bajó a la “libertaria” Carolina Píparo y se lo está entregando a Osvaldo Giordano, un hombre del ex gobernador de Córdoba, el derechista Juan Schiaretti.

En AFIP (impuestos federales), sale el “libertario” Ramiro Marra y entra Santiago Montoya, un hombre del peronista Daniel Scioli. Guillermo Francos, Presidente del Banco de la Provincia de Buenos Aires, durante el gobierno de Daniel Scioli en la Provincia, había renunciado había renunciado hace unos meses a su cargo de representante de la Argentina ante el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) para incorporarse al equipo de la campaña electoral de Milei. 

A YPF (Yacimientos Petrolíferos Federales), Milei se la está entregando a Horacio Marin, del grupo Techint, de Paolo Rocca, que controla, por medio de su empresa petrolera (Tecpetrol) el 18% de la producción de Vaca Muerta, liderada por YPF.

YPF también controla el importante yacimiento petrolífero de Palermo Aike, en la Provincia de Santa Cruz, y la producción offshore. Así una empresa competidora de YPF se apropia de las informaciones confidenciales de YPF, pero con un detalle importante. Milei eligió a Marin en vez de Javier Aguacel, que fuera el responsable por vialidad en el gobierno de Macri.

En la Presidencia de la Cámara de los Diputados, entraría el peronista Florencio Randazzo que había sido ministro de Cristina Kirchner, a partir de un acuerdo con los peronistas provinciales de Unión por Todos, y saldría Cristian Ritondo del PRO de Macri.

Así Milei va formando un gobierno de «unidad nacional» con LLA, el sector más derechista del PRO de macri y del peronismo en un primer círculo concéntrico que a seguir incorporaría tambiém al peronismo kirchnerista y otros sectores de Juntos por el Cambio (hoy llamado de Unidad por la Patria).

La vicepresidente Victoria Villarruel perdió su potestad de nombrar a los responsables de Defensa y Seguridad. En su lugar entran los macristas Patricia Bullrich y Luis Petri.

El ministerio de Capital Humano (Trabajo, Salud, Educación y Desarrollo Social) aún está en disputa. Es muy posible que la “libertaria” Sandra Pettovello también sea excluida en beneficio de los macristas.

En el Ministerio de Relaciones Exteriores, la “libertaria” Diana Mondino ya anunció que no romperá relaciones con Brasil ni con China, que era la promesa de campaña de Milei, y que está evaluando la posibilidad de que Argentina entre en los BRICS en determinadas condiciones.

Y lo más importante. Mondino estuvo personalmente en Brasil donde le entregó a Mauro Vieira, el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, una carta de Javier Milei a Lula invitándolo a participar el 10 de diciembre de 2023 de la ceremonia de su asunción como presidente de Argentina.

Para el Ministerio de la Justicia sigue indicado Mariano Cúeno que fue funcionario de la familia Eurnekian durante 30 años, donde Javier Milei fue economista durante 15 años.

La burguesía está «domesticando» a Javier Milei

Con Milei, la burguesía ha hecho una operación muy parecida con la domesticación de la fascista Giorgia Meloni en Italia.

«Los mercados», o sea los grandes capitales imperialistas, han acompañado con entusiasmo los primeros movimientos de Milei, lo que ha llevado a la valorización de las empresas argentinas en las bolsas de valores.

Pero como lo dijo La Nación, uno de los principales voceros de la burguesía argentina, «Milei se juega sus cuatro años en los primeros dos meses. Es una apuesta a todo o nada».

La formación del gobierno de Milei se ha transformado en la batalla de las culebras por los cargos, con la música de fondo de un brutal golpe en contra de los trabajadores y el pueblo argentino, donde sectores de la burguesía intentan salvarse y llevarse la major parte de la torta.

La propia vice presidente, la «libertaria» y defensora de la genocida Dictadura, Villaruel, fue dejada de lado para darle entrada en el escenario a la también reaccionaria, ex guerrillera montonera y hoy macrista, Patricia Bullrich, que también entró en conflicto con Mauricio Macri por haber negociado directamente con Milei.

La designación de Randazzo como presidente de la Cámara de los Diputados es un golpe directo en la cara de los «libertarios» porque implica la incorporación de los gobernadores peronista en la base de apoyo del nuevo gobierno. El eje de la campaña tuvo como principal enemigo la corrupción del peronismo.

Es evidente que el gobierno Milei lleva a una crisis aún mayor del régimen político y a la agudización de la lucha de clases que sin dudas salpicará a toda América Latina.

La burguesía intentará una salida bonapartista, sea por medio de la reactivación de las fuerzas armadas desmoralizadas o la aparición de un bonaparte civil, a la Milei, que tenga alguna base de masas y le permita tener fuerza para enfrentar a la reacción popular en las calles.

Aún veremos justamente la reacción popular y la entrada en escena de la poderosa clase obrera argentina que tiene enormes tradiciones de lucha.

Adiós dolarización

La definición del gabinete del gobierno de Milei se ha transformado en una batalla campal dentro del gobierno de «unidad nacional». Es una especie de nido de culebras con una intentando comerse a las otras para comerse a los trabajadores y al pueblo argentino.

Los «libertarios» de LLA no solo están siendo sacados del gabinete del gobierno Milei sino que también están siendo convertidos en macristas bajo la presión de la burguesía argentina y su amo, los Estados Unidos.

El abanderado de la dolarización, Emilio Ocampo, fue echado en menos de una semana. No resistió a la presión de los bancos y de los propios especuladores financieros en general que amenazaron con no renovar más de la mitad de la Leliqs que vencían el día 23.11.2023; y así lo hicieron, transformándolas en pases a 1 día, abriéndole camino a la hiperinflación y a la corrida bancaria.

Bajo esa presión entró en escena el macrista, agente de los Estados Unidos, Caputo, que le aseguró a los especuladores financieros que no habrían salidas que les pudieran confiscar recursos, como lo proponía Ocampo. Eso sucedió apesar de que Caputo aún no consiguió un nuevo préstamo del FMI para amenizar un poco el desarme de las Leliqs, ni mismo con las importaciones como garantía, que acumulan reservas negativas de US$ 40 mil millones y que se juntan a los US$ 10 mil millones en reservas negativas en dólares.

La única salida para la burguesía es un brutal ataque en contra de los trabajadores

Usar empresas públicas o mismo fondos de Anses como garantía tiene el problema de la enorme devaluación que ha sufrido la deuda argentina, por lo que cualquier emisión de títulos públicos debería ser cuatro veces mayor que los valor nominales, lo que quebraría el ya quebrado presupuesto público.

Lo mismo sucede con la transformación de las Leliqs en títulos del Tesoro, porque para pagarlos habría que emitir pesos, o sea seguir a todo vapor a la hiperinflación.

Lo que el sistema financiero y el imperialismo impusieron es la clásica versión de aplicarle un brutal ataque a los trabajadores y al pueblo argentino por medio de un nuevo Rodrigazo, que se refiere al ajuste aplicado por el ministro de Finanzas de Isabelita Perón en junio de 1975 y que llevó a un nuevo ascenso de masas que fue contenido con la genocida Dictadura a partir de marzo de 1976, con la represión y el asesinato de miles de luchadores sociales. La situación siguió siendo explosiva y volvió a estallar a inicios de los años de 1980, fue controlada por Menem (1989-1999) y volvió a estallar en 2001.

O sea esa película ya la vimos antes y ahora se está transformando en una película de terror con el rescate de los banqueros nacionales y principalmente internacionales por los trabajadores, los jubilados y todo el pueblo argentino.

El plan de gobierno de Milei y los trabajadores

Lo más probable es que el plan que será anunciado el 10 de diciembre tenga en su base un gran golpe en contra de los argentinos, con una sensible devaluación de la moneda, aumento de impuestos, reducción de los subsidios públicos y de los sueldos y pensiones por medio de la inflación, despido de los trabajadores públicos en contrato, privatización de la prensa pública, etc.

Aún veremos la reacción de los trabajadores y del pueblo argentino. La burocracia sindical no moverá un dedo para contener los ataques; su putrefacción está muy acentuada.

Aún veremos la actuación del kirchnerismo en el movimiento popular.

Está puesta la necesidad de orientar la lucha autoconvocada que inevitablemente surgirá, como lo hemos visto en varios países en América Latina, como Chile, Ecuador, Perú y Colombia.

Al mismo tiempo, la burguesía buscará desarrollar el movimiento fascista por las bases, de la misma manera que desarrolló el bolsonarismo en Brasil.

La falta de una dirección clasista y revolucionaria es un componente importante de debilidad, pero también implica en que empieza a aparecer una nueva etapa política donde nuevas direcciones y desarrollos sucederán, bajo el fuerte impacto del desarrollo de la lucha en todo el mundo, donde el ejemplo de la Resistencia abrió un ascenso de masas que no se veía desde la Ofensiva Tet vietnamita del año de 1968.

El ascenso de masas mundial llevó al Cordobazo en 1969, cuando la clase obrera de Córdoba tomó el poder durante tres días y abrió el camino para el ascenso obrero que sólo vendría a ser controlado por el gobierno de Menem (1989-1999).

En el horizonte aparece un nuevo Cordobazo y nuestro papel es actuar con fuerza en él para darle dirección política a un movimiento que en lo fundamental será espontáneo.

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