El futuro de Hamás

La palabra Hamás es, en realidad, un acrónimo del Movimiento de Resistencia Islámica. Un grupo cuyos estatutos de 1988 exigen un Estado palestino basado en la ley religiosa.

Hamás es una rama de los Hermanos Musulmanes, pero con el desarrollo de la lucha concreta ha combinado su política de movimiento religioso con la de un movimiento nacional que lucha por “liberar” todo el territorio de los sionistas israelíes, no sólo la tierra ocupada en 1967.

En su esfuerzo por participar en la lucha nacional palestina, Hamás añade en el Artículo 27: “El día que la Organización para la Liberación de Palestina adopte el Islam como su forma de vida, nos convertiremos en sus soldados y en combustible para su fuego que quemará a los enemigos. Hasta ese día, y rogamos a Alá que sea pronto, la postura del Movimiento de Resistencia Islámica hacia la OLP es la del hijo hacia su padre, el hermano hacia su hermano y el pariente hacia el pariente”.

Hamás ha mantenido interminables debates y negociaciones con Fatah y la Organización de Liberación de Palestina (OLP), encabezada por Mahmoud Abbas. Se han firmado y roto muchos acuerdos, en parte debido a conflictos por nombramientos y puestos de trabajo.

Precisamente en julio del 2022, los jefes de todas las facciones palestinas se reunieron en El Alamein, Egipto, para discutir una posible reconciliación y el establecimiento de una autoridad gobernante unida. Una vez más no hubo avances.

La razón principal es que Hamás se negó a abandonar la lucha militar en contra de los sionistas israelíes.

Las relaciones entre Hamás y las facciones de la OLP, especialmente Fatah, están nuevamente siendo discutidas en la prensa oficial, en el contexto de la guerra actual que podría terminar con Hamás dejando de ser el actor dominante en la Franja de Gaza.

La política de que la Autoridad Palestina, liderada por Abbas, que actúa como un gendarme de Israel en Cisjordania, es casi imposible de ser aplicada, porque Abbas, que ya tiene 88 años de edad, tendría que entrar en Gaza sobre un tanque israelí, lo que implicaría en la derrota militar no solo de la Resistencia Palestina sino de toda la Resistencia, incluyendo la poderosa milicia libanesa Hizbollah.

La posibilidad de que Hamás desaparezca como movimiento ideológico y político es muy remota, incluso si viniera a sufrir una derrota militar, lo que está bastante lejos de suceder.

La coordinación entre los grupos de la Resistencia ha aumentado.

Hamas dentro de una OLP renovada

A pesar del acelerado proceso de corrupción de la OLP después de los Acuerdos de Oslo (1993) y más acelerado aún después de la muerte de Yaser Arafat (2004), y su total domesticación por los sionistas, existe la posibilidad de una renovación de la OLP dado el desarrollo de la lucha de los palestinos hoy, que en lo fundamental es liderada por Hamás.

Si Hamás completa un intercambio de todos los prisioneros israelíes por los prisioneros palestinos, el comandante Marwan Barghouti será liberado.

Barghouti fue unos de los principales líderes de la Primera y de la Segunda Intifadas; electo para el Consejo Legislativo Palestino en 1996, fue un duro crítico de la corrupción del gobierno de Yaser Arafat y de los abusos de su aparato de seguridad.

Durante la Segunda Intifada, Barghouti fue uno de los principales líderes de Tanzim, ala armada de Fatah.

Barghouti fue preso en abril de 2002 por los sionistas, siendo condenado a cinco condenas perpetuas más 40 años.

En 2006, Barghouti escribió el Documento de los Prisioneros en el que se acordó que Hamás se uniría a la OLP y formaría un gobierno de unidad nacional.

En una entrevista de 2016 con Palestina Media Watch, Barghouti presentó su programa para reconstruir la OLP, a partir de un diálogo entre Fatah y Hamas entre “todos los miembros de las instituciones pertenecientes a estos movimientos”, que definiría las de la OLP, en la que cada facción recibiría su parte en función de los resultados de las elecciones.

Si Barghouti y otros altos líderes de Fatah fueran liberados por la acción liderada por Hamás, se abriría el camino para que Barghouti, que es considerado como el Mandela palestino, lidere y le haga cambios estructurales a la OLP.

La liberación de Barghouti dentro de un proceso político nacionalista revolucionario, sería una situación muy distinta de los Acuerdos de Oslo, impuestos por los Estados Unidos.

Para que ese escenario se haga realidad es necesario que la Resistencia derrote a Israel en términos políticos, en primer lugar, de manera parecida con lo que sucedió en el Líbano.

Por esa razón, la lucha de la Resistencia Palestina es parte de la lucha revolucionaria mundial que implica en la derrota de la principal potencia opresora, en primer lugar