Manifiesto de la Coordinadora Antiimperialista Nuestra América

Manifiesto de la Coordinadora Antiimperialista Nuestra América

   Somos la sonrisa, la alegría, los sueños, la poesía, la música, la primavera y la libertad de los pueblos oprimidos, por eso, no tenemos nada a perder a no ser nuestras cadenas.

A NUESTRO CONTINENTE Y AL MUNDO

14 de febrero de 2024

     Desde lo más profundo de Nuestra América irredenta, desde lo más remoto de nuestra historia originaria del Abya Yala, desde las raíces de los pueblos africanos esclavizados que se organizaron en sus comunidades, desde nuestras tradiciones proletarias, obrera y campesina, desde las luchas revolucionarias de los pueblos,  con importantes victorias y aprendizajes, surgen nuestras ideas y nuestras voces y luchas, una síntesis de los combates que han mostrado la fuerza de la unidad de los oprimidos y la resistencia contra los opresores, construyendo una fuerza que se sustenta  en la movilización y organización de las masas laboriosas y las clases trabajadoras explotadas, para convertirla en energía política revolucionaria antiimperialista, con la meta estratégica de la derrota definitiva del capitalismo y del imperialismo de América Latina y del Caribe y la construcción de una profunda Revolución Socialista que haga avanzar la emancipación humana universal.

    Las luchas de clases han mostrado que la organización de movimientos, sindicatos, militantes y organizaciones revolucionarias son los medios para hacer avanzar la resistencia y el combate al capitalismo y al imperialismo, síntesis de la lucha para la completa destrucción de las relaciones de explotación y opresión, en defensa del socialismo, de la soberanía y autodeterminación de los pueblos y de la construcción del poder popular, como destacado durante la realización del II Encuentro Antiimperialista de Amistad y Solidaridad entre los Pueblos, realizado en diciembre de 2023, en Brasília, en el  marco de los 200 años de la maligna Doctrina Monroe, en el que se aprobó la creación de la Coordinadora Antiimperialista Nuestra América.

     Somos jóvenes de ayer y de hoy que saltando el cerco con que, a nivel mundial, el capitalismo ha querido enterrar para siempre las ideas revolucionarias, hemos recogido las banderas proletarias y de las clases explotadas que, a lo largo de Nuestra Historia, construyeron con sus esfuerzos y sacrificios heroicos las ideas centrales, basadas en las experiencias revolucionarias que dieron paso a la ciencia de la clase obrera, base fundamental de nuestra liberación, el Socialismo Científico, también conocido como marxismo-leninismo.

      Cargamos el sentimiento desde la lucha revolucionaria de los obreros de la Comuna de París, de la gloriosa Revolución Bolchevique, que derrotó la invasión de 18 ejércitos y después al nazismo, las revoluciones vietnamita, china, argelina, cubana, sandinista y de todas las luchas de los trabajadores y de los pueblos oprimidos en la batalla por el socialismo.

      Somos parte del hilo rojo en la historia de la construcción de una nueva sociedad socialista, rumbo al comunismo, que tiene como puntapié fundamental para la derrota del capitalismo, la derrota de nuestro principal opresor, en su actual fase imperialista decadente y muy agresiva, comandados por los Estados Unidos, que es el principal enemigo de los oprimidos en todo el mundo.

      La criminal maquinaria de propaganda del imperialismo y sus lacayos, ha tratado por todos los medios de sembrar la idea que supuestamente sería eterno, invencible y que el proyecto socialista ha desaparecido.

       Pero a pesar de su sanguinaria campaña a lo largo de los tiempos, hoy podemos decir con todas las fuerzas de Nuestra Historia que los trabajadores y los pueblos oprimidos no nos rendimos: los muertos que vos matasteis gozan de buena salud y estamos aquí de pie para plantar nuestra bandera de futuro.

       Somos los mismos que resistieron las invasiones española, portuguesa, inglesa, holandesa y francesa y pelearon por la independencia que no pudo ser; somos seguidores de los revolucionarios haitianos, de los bolcheviques que hicieron la Revolución Rusa allá lejos, de los que organizaron los levantamientos obreros en los comienzos del siglo XX, que estuvieron en la Sierra Maestra y triunfaron en la Revolución Cubana y que creyeron que la victoria en contra del imperialismo y las burguesías sí es posible, que creyeron en el socialismo como creación revolucionaria de la clase obrera y de los pueblos oprimidos y explotados de Nuestra América y a lo largo del mundo.

   Somos quienes hemos levantado la estrella roja de los grandes revolucionarios y mártires, quienes bajo el fulgor de sus ideas y acción, hemos decidido caminar a paso redoblado hacia el futuro, tomando todas las enseñanzas acumuladas de nuestras victorias y derrotas para transitar por un nuevo camino de lucha hacia la urgente liberación social de nuestros pueblos.

   Somos la sonrisa, la alegría, los sueños, la poesía, la música, la primavera y la libertad de los pueblos oprimidos.

    Queremos ser la victoria del futuro sobre el pasado, a partir de las estructuras creadas en el pasado, los que venceremos a pesar de todas las dificultades, porque sembramos vida.

    Somos la fuerza de la verdad y la convicción de que la lucha de los oprimidos y explotados siempre saldrá victoriosa, en un proceso de transformación dialéctica e histórica de las sociedades, resultado de la organización, la unidad y la conciencia revolucionaria de dignidad plena contra los verdaderos enemigos de los trabajadores y de la especie humana.

      Esto demuestra que la política de los oportunistas, de los divisionistas, dogmáticos y sectarios, de aquellos que no están dispuestos a utilizar las experiencias acumuladas a través de las luchas populares y revoluciones para dar respuestas a los graves correas de transmisión del capitalismo y el imperialismo, adaptándose al orden burgués, no siempre funcionará, no serán capaces de frenar la elevación de la conciencia y la organización revolucionaria del proletariado y los campesinos. Aquellos que se preocupan por la satisfacción de sus intereses menores quedarán expuestos. Nunca fue ni será diferente.

     La historia de las gloriosas luchas revolucionarias de los pueblos, que posibilitaron los avances económicos, la conquista de los derechos sociales colectivos, la planificación de la economía, la superación de la miseria, del analfabetismo, de la ignorancia, de la derrota de la violencia de la burguesía contra los pobres y la opresión del trabajo.

    Nadie podrá detener jamás nuestras olas crecidas de humanidad, porque hemos dicho ¡basta! Hemos echado a andar rumbo a la victoria definitiva de los trabajadores y los pueblos oprimidos y hemos echado a andar con las clases explotadas y oprimidas por el imperialismo y el capitalismo explotador, que ya siente temblar el suelo bajo sus pies.

     Somos, en definitiva, revolucionarios antiimperialistas consecuentes que venimos a expresar nuestro proyecto al conjunto de los movimientos revolucionarios, a las clases obreras, a los pueblos originarios, a los explotados de las ciudades y los campos, a todos quienes sufren la injusticia de un sistema profundamente anti humano que niega el desarrollo armónico de la sociedad y la condena a sufrir sus saqueos y sus guerras, poniendo en peligro la existencia misma de nuestro planeta.

    El imperialismo ahora nos impuso su Plan Cóndor 2.0, una versión actualizada de la seguridad nacional que pone a los pueblos dentro de sus países como los principales enemigos, que el Estado burgués debe combatir, reprimir, encarcelar y asesinar, como parte de la Doctrina Monroe, que ha sido renovada y ajustada.

     Por tanto, a nuestro entender, la necesidad de derrotar al imperialismo es algo urgente y necesario, parte de la Revolución Socialista, si queremos salvar nuestro planeta y tener un futuro para toda la humanidad.

        Los revolucionarios estamos aquí de pie.

    Exponemos claramente nuestras intenciones: derrotar a los explotadores, al imperialismo y sus lacayos nacionales, sean los que gobiernan como serviciales de la burguesía internacional o las oligarquías que se enriquecen con la explotación de los trabajadores y los pueblos oprimidos, sean los parásitos que integran la pequeña burguesía o la burocracia civil y militar que garantiza la preservación del Estado burgués, seguiremos rumbo a la conquista de la efectiva soberanía nacional y autodeterminación, con el avance de la organización para la conquista de la Revolución Socialista, la que hemos venido a construir y a realizar, nada menos.

    Llamamos todas las fuerzas revolucionarias y los revolucionarios de Nuestra América a debatir lo que presentamos, y así avanzar en la organización, unidad y consciencia de clase y revolucionaria.

NUESTRA CONVOCATORIA

   La militancia revolucionaria reunida alrededor de las ideas aquí expuestas, pone este Manifiesto cómo convocatoria al debate a todas las fuerzas revolucionarias continentales, a todas las organizaciones compañeras y personas que desarrollan su activismo en los movimientos antiimperialistas, obreros, campesinos, de pueblos originarios, feministas, movimientos culturales, comunicadores y sectores populares, defensores de la naturaleza, defensores de los derechos humanos, a todas y todos quienes sientan la urgencia de luchar por una vida mejor para el conjunto de la humanidad, centrados en el combate al mayor enemigos de los trabajadores y los pueblos oprimidos, el imperialismo.

      Presentamos aquí las ideas y propuestas que consideramos necesarias para iniciar la discusión en la búsqueda de la formación de una articulación continental, capaz de inspirar la lucha unitaria revolucionaria contra el enemigo común. Seguramente no están todas las ideas ni tenemos todas las respuestas, pero proponemos el debate de manera lo más amplia posible, con internacionalistas de todos los pueblos de Nuestra América.

   Compartiendo y extendiendo el debate con toda la militancia, proponemos desarrollar la lucha ideológica y política, sumar todas y cada una de las opiniones de quienes aporten sus experiencias, sus críticas y contribuciones desde los más diferentes terrenos. El objetivo es sistematizar y ampliar el pensamiento socialista.

   Con estas convicciones es que convocamos a esta construcción colectiva. Conscientes de la persistencia de la dispersión de las corrientes y movimientos revolucionarios, nuestra aspiración es sentar las bases de una plataforma común antiimperialista y socialista para enfrentar políticamente a las burguesías, al imperialismo y a las fuerzas que desmovilizan o dividen a los pueblos, alimentando la confusión ideológica, teórica y política con la negación de las experiencias revolucionarias históricas, lo que los transforma en fuerza auxiliar del sistema capitalista, que no pretenden combatir ni erradicar.

    El presente nos sitúa en un terreno de incremento de las luchas de clases y el futuro inmediato, que avanza rápidamente a la apertura de un período pre-revolucionario, sob a base do aprofundamento da crise do capitalista mundial, requiere multiplicar fuerzas.

  Tenemos una deuda histórica: la unificación de las fuerzas revolucionarias, para construir un frente continental antiimperialista que avance para la Revolución Socialista, con capacidad de enfrentar la política de las clases dominantes que obviamente harán todo lo que esté a su alcance para destruirnos.

     Compartimos este desafío de que somos capaces de construir la unidad y la organización necesarias para iniciar una nueva época histórica.

La escalada del ataque del imperialismo: Plan Cóndor 2.0

  1. La política que el imperialismo estadounidense nos impone se ha vuelto mucho más grave con un nuevo Plan Cóndor como parte de la Doctrina Monroe renovada.
  2. En septiembre del 2022, en la II Reunión Cumbre de Seguridad, realizada en Quito, Ecuador, participaron la general Laura Richardson, la jefa del SouthCom, que es una especie de gobernadora militar para América Latina, la CIA, el FBI, el Mossad, el MI6 y 12 ministros de defensa.
  3. Se hicieron muy famosas las declaraciones públicas de Richardson sobre las verdaderas intenciones de los Estados Unidos sobre nuestros recursos naturales y su política para enfrentar a otras potencias que intenten intervenir en la región así como a los “saboteadores” locales, o sea a todos los activistas sociales, los trabajadores de lucha y los movimientos sociales que osen enfrentarlos para impedir que nos chupen hasta la última gota de sangre.
  4. El imperialismo y sus lacayos locales quieren masacrarnos para ellos salvarse de su mayor crisis histórica.
  5. El papel de los revolucionarios consecuentes es organizar la resistencia de los trabajadores y los pueblos oprimidos que inevitablemente entrarán en movimiento a nivel continental y mundial en contra de la brutal explotación y opresión, como siempre ha sucedido.

LOS CINCO  PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA COORDINADORA NUESTRA AMÉRICA

  1. Los siguientes cinco principios de la Coordinadora Antiimperialista Nuestra América pautan la política central, la política táctica, el deslinde de campos y las alianzas:
    1. anti-imperialismo, 
    2. defesa da soberania e autodeterminação dos povos, 
    3. anticapitalismo,
    4. defesa do socialismo e a construção do Poder Popular,
    5. Internacionalismo
  2. La Coordinadora no interfiere en la política de las organizaciones que la integran desde que sus cuatro principios fundamentales, que es lo que nos une, sean defendidos en la teoría y en la práctica, es decir en la lucha ideológica, teórica y política.
  3. Sobre esa base, definimos nuestra relación de alianzas con otras organizaciones y con gobiernos, o partidos políticos y organizaciones sociales que apliquen parcialmente una política antiimperialista. Esta tarea es importante y debemos realizarla sin abandonar nuestros cinco principios revolucionarios centrales, para adoptar la política de los aliados, sean quien ellos sean, por algún tipo de conveniencia táctica.
  4. Para cumplir con las tareas asumidas por la Coordinadora Antiimperialista Nuestra América, es necesario el compromiso consecuente con la lucha en contra del capital y del imperialismo así como el completo deslinde de campos con posiciones oportunistas, contrarrevolucionarias y burguesas, lo que implica en la construcción de la vanguardia revolucionaria. Sin esta “línea de acción”, nuestra razón de ser finaliza y nos convertimos en un club de amigos al servicio de terceros.

El respeto a la defensa a la soberanía y a la autodeterminación de los pueblos

  1. Ninguna potencia imperialista tiene el derecho de intervenir o realizar injerencias de cualquier naturaleza contra otros países o naciones, bajo cualquier motivo o pretexto.
  2. Todas las naciones tienen el derecho a su identidad y cultura, y a preservar su historia y construir su autonomía o independencia, con pleno derecho a la autodeterminación, lo que incluye el derecho a la separación y a constituirse como estado propio. Nuestra postura se fundamenta en la clara distinción entre abogar por la imposicion de los estados burgueses y la lucha por la unión soberana de los pueblos, siendo estas dos facetas esenciales de nuestro movimiento. Abogamos por el reconocimiento y respeto de la soberanía de cada pueblo, entendiendo que esta autonomía es fundamental para el ejercicio pleno de sus derechos y aspiraciones. Al mismo tiempo, promovemos la construcción de una unión entre estados soberanos basada en la voluntad y las decisiones autónomas de cada uno de ellos. Reconocemos que la unión no implica la pérdida de identidad o autodeterminación, sino que se fundamenta en el respeto mutuo y la colaboración entre pueblos libres y soberanos. Por lo tanto, nuestro objetivo es impulsar un proceso de integración soberana. A pesar del imperialismo haber usado ampliamente la política de dividir a los pueblos, como lo hizo en Corea, Vietnam, Yugoslavia y varios otros, es necesario tener clara la verdadera lucha por la soberanía y autodeterminación contra las acciones e ingerencia para dividir y desunir a los pueblos. Entender esa contradicción es fundamental.
  3. Que reconozcamos el derecho a la separación de los pueblos oprimidos no implica en que apoyemos activamente todo movimiento en ese sentido. Esa es una tarea democrática burguesa en la cual la derecha y el imperialismo muchas veces actúan de manera sórdida, infiltrando movimientos separatistas de las nacionalidades oprimidas.
  4. Nosotros como revolucionarios antiimperialistas no vamos contra las reivindicaciones democrático burguesas de los pueblos oprimidos, pero estudiamos las alianzas y apoyos caso a caso, y nos comprometemos con todo lo que haga avanzar la lucha por la derrota del capitalismo mundial, lo que implica en derrotar al imperialismo en sus centros.
  5. Es nuestro deber revolucionario explicar con paciencia la importancia de la unidad de los pueblos oprimidos en contra del imperialismo, así como las ventajas del progreso tecnológico y social, principalmente a las naciones indígenas, que es facilitado por medio de la formación de una gran federación de repúblicas antiimperialistas y socialistas en nuestra Patria Grande, tal como lo buscaron los libertadores de nuestro Continente, en contra de las potencias coloniales.
  6. La solidaridad internacionalista de clase es parte de la lucha antiimperialista y revolucionaria del proletariado mundial.
  7. Así como la burguesía actúa para explotar a los trabajadores en el sentido de aumentar sus riquezas, estos se encuentran sujetos a la creciente explotación del capital en creciente crisis.
  8. La solidaridad entre los trabajadores y los pueblos, como base de la política y razón de ser de la Coordinadora Antiimperialista Nuestra América, está basada en su condición de clase productora en la lucha por la independencia y verdadera emancipación en cuanto clase, que conduce a la emancipación de toda la humanidad de la explotación social.
  9. El imperialismo continúa con la explotación cada vez más aguda de personas en todo el mundo. En América Latina y el Caribe son más de 500 años de saqueos, robos y apoyo a los Estados nacionales opresores. Nos toca a nosotros cambiar la historia, poner fin a esta explotación y hacer realidad la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, siempre en busca del sueño de Bolívar, de la construcción de la Patria Grande, de la realización de una patria grande y única, desde el Río Grande hasta la Patagonia, Nuestra América, como decía José Martí.

La lucha antiimperialista como parte de la lucha anticapitalista

  1. El sistema capitalista en su actual fase imperialista, está cada vez más apoyado por mega carteles monopolistas que imponen políticas cada vez más agresivas, agudizando la explotación y opresión de la clase trabajadora y los pueblos oprimidos.
  2. A las rebajas de las condiciones de vida de las masas, se le suman mecanismos para extraer los máximos recursos de manera súper parasitaria valiéndose en primer lugar del estado burgués, abriendo así nuevas fuentes para estabilizar la caída mundial de la tasa de ganancias y acumulación de riqueza.
  3. El control de la agresión política e ideológica de las masas ha tomado la forma de PysOps, operaciones psicológicas militares, con redes sociales y medios de comunicación hegemónicos controlados fuertemente por el poder económico; como parte del control de las masas están la cada vez más dura dictadura del capital en las empresas, el papel de contención cada vez más mafioso de las burocracias sindicales, de los movimientos sociales y políticos cooptados, el uso de sectores supuestamente evangélicos, los neopentecostales, que utilizan la pobreza, la desinformación y la falta de acceso al conocimiento científico para manipular y formar amplios ejércitos fascistas, que se juntan a la creciente represión de los aparatos del estado.
  4. La economía, controlada por el imperialismo, a partir de la fusión del sector financiero e industrial, monopoliza la tecnología de punta, la especulación financiera, el control de las materias primas, las comunicaciones, la producción agrícola, los sectores de servicios, la industria y el comercio exterior. La economía de varios países importantes, como los Estados Unidos y Rusia, pasaron a funcionar sobre el empuje de sus complejos industriales militares.
  5. Los estados nacionales fueron convertidos en instrumentos controlados por agentes del imperialismo que, en vez de representar a las naciones, actúan como empleados de la Casa Blanca y el Pentágono.
  6. La violencia que se está produciendo es resultado de la política programada por la Operación Cóndor 2.0, dentro de lo establecido en la Doctrina Monroe.
  7. En la actual etapa del capitalismo, con sus súper carteles que se apropian de todo y lo controlan todo, los recursos y los regímenes políticos, como condición para mantener su dominación, los gobiernos nacionales tienen escasa margen de maniobra, los que los lleva a apoyarse en sus pueblos y enfrentar abiertamente al imperialismo o a convertirse en su lacayo.
  8. Luchar contra el sistema capitalista, las burguesías nacionales que sirven como agentes del imperialismo y todos los sectores que apoyan el sistema es una tarea que requiere fuerza política y revolucionaria para transformar la realidad, superar el capitalismo a partir de la destrucción de su estado, lo que sólo puede ser obra de una revolución social de masas, y construir un mundo socialista.
  9. Las masas precisan de una vanguardia que les lleve la conciencia desde afuera, como explicó Lenin en 1902, y que en la etapa revolucionaria se venga a fundir con el movimiento de trabajadores y de masas en lucha.
  10. La construcción de la vanguardia anticapitalista y antiimperialista es uno de los dos principios estratégicos del Socialismo Científico, junto con la lucha por la revolución socialista; por tanto no se pueden negociar.
  11. La construcción de la vanguardia revolucionaria debe ser realizada en círculos concéntricos a partir del núcleo central, lo que no tiene nada que ver con el “horizontalismo” que está en voga hoy en día, y que es un recalentamiento del anarquismo de derecha.
  12. Los círculos centrales orientan la lucha en su conjunto, son disciplinados, lo más profesionalizados posible y con fuerte ética revolucionaria; ellos mueven a los demás círculos concéntricos que se orientan a la organización del movimiento de masas y que son más laxos conforme de ellas se aproximan, aprovechando las mínimas condiciones de legalidad, inclusive la lucha parlamentar.
  13. En el contexto de la crisis capitalista actual, que es la más profunda de la historia, el imperialismo busca su salida en la guerra contrarrevolucionaria, que anda de la mano de las revoluciones, y viceversa.

La lucha por el socialismo

  1. La lucha en contra del capitalismo, principalmente en América Latina, que es considerado el patio trasero de la principal potencia imperialista, de acuerdo con la Doctrina Monroe, es por una sociedad donde no exista la propiedad privada sobre los medios de producción, que las tierras, las industrias y toda la riqueza social, los medios de producción, sean de propiedad de los oprimidos, bajo el control de un estado dirigido por el Poder Popular, donde la organización de las masas, por su local de trabajo, residencia, estudio, puedan dirigir y mantener la permanente vigilancia hasta derrotar definitivamente al imperialismo, a las burguesías locales y sus agentes, especialmente a los sectores de la pequeño burguesía servicial.
  2. El socialismo es la superación histórica del modo de producción capitalista, incluso en la productividad per cápita, lo que implica en quebrarle la espina dorsal a los centros del capitalismo mundial.
  3. Es la “expropiación” de la propiedad privada sobre los medios de producción del puñado de grandes capitalistas de los países imperialistas que controlan el mundo, lo que implica en destruir la cáscara represiva que los protege, el estado burgués, del cual son dueños.
  4. Es la planificación de la producción basada en lo más desarrollado de las fuerzas productivas, a partir de la base promovida por el capitalismo. Se trata de un proceso histórico desigual, pero combinado.
  5. La revolución socialista hasta este momento sólo triunfó en países muy atrasados y por esa razón, nunca pasó de la etapa de transición al socialismo, nunca pudo superar las leyes fundamentales del capitalismo, en primer lugar la Ley del Valor.
  6. Para eso es necesario quebrarle la espina dorsal a la burguesía en los países imperialistas, a partir de debilitarlos en sus neocolonias, lo que hoy está más facilitado que nunca por la profundidad de la crisis capitalista.
  7. La base y composición social de nuestra Revolución es necesariamente obrera [como dirección política], campesina y popular.
  8. Por tanto, la lucha por el socialismo es uno de nuestros ejes fundamentales porque representa la única manera de asegurar la libertad humana en plenitud, la soberanía de las naciones y la garantía del control de los medios de producción de riquezas por la clase trabajadora de la ciudad y del campo y todos los trabajadores.

El Poder Popular

  1. El poder político de los trabajadores y los oprimidos en contra de las clases explotadoras es la garantía de que la restauración de la explotación no suceda.
  2. El estado burgués, principalmente cuando se trata de estados neocoloniales controlados por el imperialismo, tiene dueño.
  3. La participación en elecciones y otras actividades por dentro de las estructuras del estado burgués deben tener como objetivo divulgar, por medio de la agitación y la propaganda, la política revolucionaria antiimperialista.
  4. Nunca, y bajo ningún argumento, debemos crear ilusiones sobre que sería posible llegar al socialismo por medio de cambios estructurales graduales en el capitalismo, principalmente en la actual etapa de brutal crisis.
  5. Como lo demostraron varias experiencias, estos intentos resultaron en dolorosos golpes en contra de los trabajadores y las masas.
  6. El golpe en Indonesia de 1965, dejó más de 500 mil muertos y abrió pasó para la escalada de la invasión imperialista a Vietnam.
  7. El golpe de 1973 contra el gobierno de la Unidad Popular, encabezado por Salvador Allende, uno de los más consecuentes reformistas, fue uno de los pilares para el imperialismo imponernos el llamado “neoliberalismo” en escala mundial.
  8. Construir la organización de las masas, que necesitan tomar conciencia de sus tareas históricas y revolucionarias, en la defensa de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, en la lucha contra el imperialismo, el capitalismo, en la defensa del socialismo y la construcción del poder popular. es la tarea que se propone esta Coordinación, convocando a todas las naciones internacionalistas y antiimperialistas, militantes, activistas y luchadores que se identifican con estos puntos principales a integrarnos y juntos debatir la construcción de un programa mínimo, que permita fortalecer nuestra unidad, forjar un movimiento revolucionario de masas y avanzar hacia el socialismo. Juntos podremos derrotar el imperialismo estadounidense y sus políticas criminales, que buscan mantenernos como fuente de riquezas para que sigan explotando los trabajadores y los pueblos oprimidos y provocando guerras cada vez más sangrientas para mantener el control del mercado mundial, la práctica permanente de genocidios y rapiñas de las riquezas producidas por los varios sectores del proletariado.
  9. Solamente la organización, unidad y conciencia revolucionaria podrá crear una fuerza social capaz de hacer avanzar en esta histórica caminata por la plena emancipación humana.

Coordinadora Antiimperialista Nuestra América

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