La pequeña burguesía y las organizaciones de trabajadores

Uno de los principales problemas de los partidos obreros es la pequeña burguesía, que siempre intenta apropiarse de la representación de la clase trabajadora para someterla a sus propios intereses.

La pequeña burguesía ejerce una fuerte influencia sobre el movimiento estudiantil, los sindicatos y los partidos de trabajadores.

En la universidad, el giro de la pequeña burguesía hacia la derecha es notable.

La dificultad para conectar a los revolucionarios con la clase trabajadora existe porque esta última ha estado políticamente anulada. Hasta cierto punto sería como si no existiera.

Las huelgas importantes que han tenido lugar en América Latina han sido minoritarias, aunque en Europa y en los Estados Unidos hemos visto las mayores huelgas en 40 años.

El grueso de los trabajadores nunca ha entrado en la lucha, lo que devela  un componente material del conservadurismo que la pequeña burguesía aún ejerce sobre los trabajadores.

Son los partidos y sindicatos oportunistas los que llevan a cabo la política burguesa entre los trabajadores.

Durante la Primera Internacional, Karl Marx lideró la lucha contra los anarquistas y sindicalistas británicos.

En la Segunda Internacional, el ala derecha de los socialdemócratas era pequeñoburguesa.

En la Tercera Internacional, el estalinismo representaba una fuerza pequeñoburguesa.

La pequeña burguesía se hizo cargo de la Cuarta Internacional después de la Segunda Guerra Mundial.

Todos los problemas que enfrentaba internamente el gobierno soviético estaban relacionados con la lucha contra la pequeña burguesía, ya que la burguesía había sido expropiada: campesinado, organización del trabajo para la industrialización.

En la obra “Las tareas del poder soviético”, el líder de la Revolución Rusa, Vladimir I. Lenin dijo:

“Sólo la clase que continúa su camino sin vacilar, que no se desanima ni cae en la desesperación en los caminos más difíciles y peligrosos, puede unir a las masas trabajadoras y explotadas. No necesitamos impulsos histéricos [típicos de la pequeña burguesía]. Necesitamos la marcha rítmica de los batallones de hierro del proletariado”.

¿Por qué los grupos de trabajadores se vuelven pequeñoburgueses?

La gran amenaza de toda organización de la clase trabajadora es ser dominada por la pequeña burguesía, ya que los partidos de los trabajadores son fácilmente derrotados cuando ésta toma el control de la dirección. Pero la pequeña burguesía no puede cambiar el carácter de los sindicatos.

Con el reflujo de la clase obrera, la presión desaparece y los grupos obreros empiezan a actuar como grupos pequeñoburgueses.

La gran mayoría de los pequeños grupos políticos evolucionaron hacia la derecha y se volvieron conservadores incluso en los detalles.

Anteponen la lucha contra la homofobia a la lucha de clases, a la defensa de la clase trabajadora. Enarbolan banderas típicas de la pequeña burguesía como el veganismo, la no violencia y el primitivismo, entre otras, pero guardan completo silencio ante las mayores atrocidades cometidas por el imperialismo.

Cuando la pequeña burguesía se acerca a la burguesía, tiende a pensar que es parte de la burguesía, se identifica.

La izquierda pequeñoburguesa hoy es “contracultural”, típicamente pequeñoburguesa y adherente a la política del ala izquierda del imperialismo, principalmente del Partido Demócrata de los Estados Unidos.

El ala derecha de la pequeña burguesía ha ido intensificando su campaña histérica porque mira la crisis y no sabe adónde ir. Incluso los sectores llamados radicales están siendo arrastrados por la política de derecha.

La lucha de los revolucionarios contra la pequeña burguesía es defensiva, pues amenaza la construcción del partido de trabajadores y busca distorsionarlo en todo momento. Incluso la lucha de las mujeres, que constituyen la mitad de la población, debe estar subordinada a la lucha general de la clase trabajadora contra las clases explotadoras.

La clase obrera sólo podrá romper con la pequeñoburguesía de manera práctica, poniéndose en movimiento, entrando en lucha. Es un proceso gradual que en un momento dado estallará de golpe.