El gobierno de Milei y todo el régimen contra los trabajadores

El gobierno de Milei y todo el régimen contra los trabajadores

El resultado fue un paro trucho, donde la vida siguió más o menos normal a pesar del paro del transporte urbano.

La CGT (Confederación General de los Trabajadores) convocó un paro nacional farsesco el jueves 9 de mayo de 2024 contra la brutalidad de los ataques del gobierno de Javier Milei.

El resultado fue un paro trucho, donde la vida siguió más o menos normal a pesar del paro del transporte urbano.

La paritaria de la Unión del Transporte de Argentina está en impasse, lo que obligó a la burocracia sindical a adherir. 

Si se disparan las tarifas del transporte de pasajeros y si no se mantiene el sistema de subsidios a las empresas, la crisis estallará, lo que también afectará el transporte de pasajeros en general y de carga, afectando tanto la privatización de Aerolíneas Argentina y los ferrocarriles, así como la del transporte fluvial en la Hidrovía.

El paro transcurrió aislado y puntual, incluso con sectores de la burocracia sindical peronista que boicotearon abiertamente el paro, como sucedió con el Sindicato de Gastronómico de la Ciudad de Buenos Aires. Lo mismo sucedió en los sindicatos de la industria del azúcar y el comercio en general.

Pero en algunos lugares aparecieron sectores de lucha en acción. Los petroleros y camioneros de Comodoro Rivadavia, las aceiteras de Santa Fé, el polo petroquímico de Bahía Blanca, en la industria de la alimentación de Córdoba y en el puerto de Mar del Plata.

En la educación, la crisis con las universidades aún no se ha resuelto, a pesar de que las camarillas del aparato universitario -radicales y peronistas- hayan votado a favor en Diputados de la Ley Bases y el paquete fiscal.

El paro tuvo como objetivo presionar al Senado para lograr una modificación parcial de los paquetes con media sanción, pero esto no incluye la derogación del mega DNU, el decreto nacional de urgencia, de Milei, ya que no cuentan con los votos para hacerlo.

Todos los sectores del régimen político son parte del apoyo al gobierno de Milei, lo que incluye al kirchnerismo y a la burocracia sindical. El objetivo es pasarle el peso de la crisis a los trabajadores y al pueblo argentino.

La crisis del gobierno de Milei

La crisis financiera se ha agravado con lo que se ha denominado la ‘motosierra libertaria’. Javier Milei, que recuerda a la conservadora inglesa Liz Truss, ha adoptado medidas similares, pero su enfoque ha generado preocupación. La Bolsa de Londres volteó a Truss después de seis semanas de políticas similares para evitar un colapso. Por otro lado, Caputo está implementando medidas para frenar la inflación, como secar el mercado de pesos, pero esto ha resultado en un aumento fenomenal de la deuda pública.

Aunque el gobierno se atribuye victorias en el frente financiero, muchos analistas consideran que son ficticias. A pesar de un aparente superávit fiscal, este se logra mediante el canje de gastos por nueva deuda, lo que aumenta la deuda del Tesoro ajustada por dólar e inflación. Además, se han devaluado las jubilaciones y se ha reducido la inversión en obra pública, mientras se aumentan los impuestos a las importaciones. El gobierno ha declarado un default parcial a los jubilados y contabiliza el gasto devengado como una deuda, lo que disimula el verdadero déficit presupuestario.

Para evitar la hiperinflación, el gobierno ha congelado la cotización del dólar, lo que ha llevado a una inflación excepcional en moneda extranjera. Esto ha encarecido el comercio internacional y ha exacerbado la recesión industrial. Por un lado, se infla la economía mediante aumentos descomunales en servicios y otros gastos, y por otro, se defla la economía mediante el retiro artificial de pesos del mercado, que se convierten en deuda del Tesoro. Esta política está en línea con una tendencia mundial hacia el endeudamiento y altas tasas de interés.

El enfoque de Milei apunta a rescatar la deuda externa, que representa el 30 % del total de la deuda pública y semipública. Sin embargo, este enfoque puede llevar a un default unilateral. La política de convertir la base monetaria en deuda y secar la plaza de pesos busca revalorizar la deuda externa y favorecer a los acreedores internacionales.

La recesión resultante es enorme y busca desestructurar a la clase obrera. Aunque el gobierno representa a la burguesía, la conducción de la política económica está en manos de una pandilla financiera alquilada a fondos internacionales. Busca resolver la crisis de financiamiento de la Argentina super endeudada mediante un reanudación del endeudamiento internacional.

Este enfoque está siendo cada vez más criticado. Broda y Cavallo denuncian la política de sostener la cotización del dólar y proponen devaluaciones graduales. Esta dicotomía entre devaluación y cambio fijo ha causado problemas en el pasado y podría conducir a una crisis financiera. En resumen, el enfoque actual podría llevar a una crisis mayor, ya que no aborda los problemas estructurales subyacentes de la economía argentina.

La salida a la crisis sólo podrá venir del enfrentamiento de los sectores clasistas del movimiento de trabajadores, con nuevas formas de lucha que han empezado a aparecer, pero que aún són insuficientes para impactar a la situación política.

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