El significado de los resultados de las elecciones en África del Sur

El significado de los resultados de las elecciones en África del Sur

El ANC obtuvo solo el 40% de los votos, su peor resultado desde el fin del Apartheid. Con un abstencionismo del 40% y el fracaso de las políticas de empoderamiento económico, la crisis social y económica se agudiza. Umkhonto Wesizwe, vinculado al ex presidente Zuma, se posiciona como la tercera fuerza. ¿Qué significa este cambio para Sudáfrica?

El primer punto de destaque en las elecciones en África del Sur es que la victoria del ANC (Congreso Nacional Africano) con el 40% de los votos válidos representó el peor resultado desde el fin del Apartheid, hace 20 años, con una caída en relación a las elecciones de hace cinco años de 17%.

El abstencionismo fue de aproximadamente el 40% de los electores, lo que también expresa el fuerte impacto de la agudización de la mayor crisis capitalista mundial en el país.

Desde 1994, el ANC promovió una política de mantener las estructuras de la dominación de los racistas blancos y del imperialismo intactas en lo fundamental, incorporando a la clase dominante una nueva burguesía negra, que se contrapone a la mayoría del pueblo sudafricano que sigue siendo el pueblo negro, a pesar del fin del Apartheid.

La política del Empoderamiento Económico Negro fracasó, lo que se refleja en el desempleo oficial del 32% de los trabajadores, que es aún mayor entre los jóvenes.

Las privatizaciones a cambio de casi nada provocaron el aumento de las tarifas, principalmente en los sectores eléctricos, del agua y del transporte, y empeorar los servicios públicos.

La tasa oficial de pobreza es superior a la de Argentina, y según el Banco Mundial es del 62%; el 47% de la población depende de la ayuda del gobierno.

El principal beneficiario de las elecciones fue Umkhonto Wesizwe (MK), o «Spear of the Nation», el ala armada del ANC durante la lucha contra el Apartheid, que obtuvo el 14,6 por ciento de los votos válidos, en tercer lugar. Fue lanzado en diciembre pasado por el ex presidente de ANC, Zuma, que fue obligado a renunciar a la presidencia en 2018 en medio de una serie de escándalos de corrupción que se remontan a años, fue descalificado para postularse en las elecciones.

En julio de 2021, estallaron días de disturbios sociales, desencadenados por haber encarcelado a Zuma, que pronto se transformaron en protestas más amplias contra la pobreza y el gobierno de ANC. Más de 100 personas fueron asesinadas.

La Alianza Democrática (DA) los intereses de la minoría blanca obtuvo el 21,795 por ciento de los votos válidos. Matiene estrechas relaciones con los Estados Unidos  y con Israel.

El Inkatha Freedom Party (IFP), que, como el Partido MK de Zuma, recibe la mayor parte de su apoyo del pueblo zulú, tomó el 3.85 por ciento de los votos, muy parecido en 2019.

El EFF  (Luchadores por la Libertad Económica), dirigido por Julius Malema, obtuvo el 9,5% de los votos válidos. Este partido, que es una ruptura del ala juvenil del ANC, ha pedido viviendas sociales en áreas de propiedad blanca, la nacionalización de casi todas las instituciones y la redistribución de la tierra sin compensación por los sudafricanos blancos.

A pesar del ANC haber vencido en cinco de las nueve provincias de Sudáfrica: Limpopo (74 por ciento), el Cabo Oriental (63 por ciento), el noroeste (58 por ciento), el estado libre (53 por ciento) y Mpumalanga (52 por ciento ). Dirige el Cabo del Norte (49 por ciento) y Gauteng (36 por ciento), donde se encuentra Johannesburgo, la capital comercial del país y la capital Pretoria, perdió su mayoría absoluta. 

Su compromiso con el rescate del capitalismo sudafricano, junto el Congreso de los sindicatos sudafricanos (COSATU) y el Partido Comunista Sudáfrica (SACP), ha fracasado. Su papel de contención de las luchas de los trabajadores también ha quedado muy diluido.

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