EL IMPEACHMENT DE CASTILLO Y EL INDULTO DE FUJIMORI

En Perú, la efervescencia política pasa por el proceso de impeachment del presidente Pedro Castillo y el indulto del ex dictador Alberto Fujimori.

Pedro Castillo es un burócrata sindical de izquierda, el ex maestro de escuela primaria que dirigió la importante huelga de los maestros en el 2017. Él fue secretario general de la Fenatep (Federación Nacional de los Trabajadores de la Educación de Perú) y presidente del SUTEP (Sindicato Único de los Trabajadores de la Educación de Perú).

Él derrotó a la derecha encabezada por Keiko Fujimori, la hija de Alberto Fujimori, en las elecciones del año pasado.

En las promesas de la campaña electoral, Castillo presentó reformas parecidas con las prometidas por Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en México. Pero, de la misma manera que pasó en México, se quedó muy lejos de tener la mayoría parlamentaria necesaria para convocar una Asamblea Constituyente que le permitiera intentar algún cambio un poco más profundo.

Como no había ninguna intención de enfrentar el sistema establecido, las reformas quedaron para las “calendas griegas”.

Pero para la burguesía en crisis, era necesario controlar las tendencias izquierdistas de Castillo. En poco tiempo, la derecha impuso las renuncias de los ministros más «radicales», mientras Castillo buscaba la “gobernabilidad” con la derecha a cualquier costo, declarando hasta el respeto por la “autonomía” del Banco Central y los “acuerdos” impuestos por el imperialismo.

Por detrás de las políticas contrarrevolucionarias

La burguesía en crisis y los aprietos del imperialismo dejaron los márgenes de maniobras para las concesiones populares muy reducidos.

La mayor crisis capitalista de todos los tiempos continúa avanzando. Las tasas de ganancias de las grandes empresas han caído estrepitosamente desde el año 2012.

A pesar del aumento de los precios de las materias primas, impulsadas por la guerra en Ucrania, el parasitismo financiero se ha vuelto cada día más fuerte e insoportable.

La burguesía precisa aumentar el traspaso del peso de su crisis a los trabajadores y las masas. Y para eso se hace necesario el endurecimiento del régimen político. Alberto Fujimori representa justamente esa línea política.

La burguesía precisa del “fujimorismo”, aunque renovado, contra la población. Después que el “fujimorismo” haya cumplido lo esencial de lo encomendado por el imperialismo, ahí sí sería el momento de traer un nuevo Pedro Castillo super derechizado para intentar estabilizar la situación; algo parecido con lo que fue hecho en Chile con Boric o está en desarrollo en Brasil con Lula.

La única salida para los trabajadores y las masas es la lucha contra todos los sectores de la burguesía y porque el peso de la crisis la pague la propia burguesía. Y el papel que PLR asume, y al cual llama a todos los verdaderos revolucionarios, es organizar el movimiento de masas para derrotar al imperialismo y las burguesías locales.