PELÍCULA: El juego de Arcibel

Sinopsis

En un país imaginario de América Latina, que vive bajo la dictadura del General Abalorio, Arcibel Alegría, un periodista que escribe sobre ajedrez, es encarcelado como preso político a partir de cierta «confusión» en la diagramación del diario en el que trabaja.

Sobre el punto de vista artístico, la película cuenta con grandes actores como Dario Grandinetti y Diego Torres, además de la participación de actores de España, Cuba, Chile, México y Argentina, lo cual es un «guiño» a la unión de los trabajadores y los pueblos oprimidos. La magistral dirección de Alberto Lecchi nos lleva a una profunda reflexión internacionalista de la lucha revolucionaria.

La película nos trae diversos elementos para el análisis de nuestra realidad:

Refleja como la izquierda tiende a aplicar en la realidad presente los métodos del pasado, aún cuando la realidad haya cambiado significativamente.
Los gobiernos títeres locales y el imperialismo norteamericano, que es el dueño de América Latina, siempre juegan, y muy duramente. Ellos han desarrollado políticas militares para enfrentar las políticas revolucionarias anteriores, principalmente las bien sucedidas. Por ejemplo, utilizan la clásica política de aislar los movimientos revolucionarios de su base de masas, para a seguir golpearlos paulatinamente hasta derrotarlos.
En la película, Arcibel a partir de un juego, nos enseña a pensar en un teatro de operaciones militares con tácticas políticas militares que la dictadura desconoce.
A su vez, demuestra la importancia de emplear nuevos métodos, principalmente valiéndonos de la creatividad para llegar a las masas. Son estas quienes serán los agentes de la revolución y no un grupo minoritario de intelectuales, por más abnegados y sabios que éstos sean.
La película demuestra que la utilización de la propaganda es uno de los elementos centrales para la implementación del sistema capitalista y su manutención. Y queda demostrado como es posible vencer a partir de la correcta comprensión de la realidad objetiva, y el desarrollo de estrategias y tácticas, acorde a ésta, teniendo flexibilidad táctica y firmeza en los principios.
Por último, el coprotagonista de la película representa el papel de un hijo de obrero lumpenizado por falta de perspectiva y oportunidades en la vida. Con las nuevas herramientas que le entrega Arcibel, él despierta su consciencia de clase, idealiza un plan para fugarse de la cárcel y se vuelve un verdadero actor revolucionario.

Así compañeros, los invitamos a ver esta película que además de ser una maravilla cinematográfica, nos permite ampliar nuestro repertorio de conceptos, así como avivar la llama de la lucha.

En estos momentos donde la mayoría de los revolucionarios sufrimos presiones por parte del sistema, que a veces afectan nuestra confianza en la victoria, y nos desmoraliza, la película nos da la certeza de nuestra realidad objetiva. ¡Sí es posible vencer al capitalismo!