Como la guerra escala en contra de la voluntad del gobierno ruso

Como la guerra escala en contra de la voluntad del gobierno ruso

La burguesía rusa es una burguesía regional, cercanamente aliada a la burguesía china. Por lo tanto, actúa de una manera fundamentalmente defensiva contra la creciente agresividad del imperialismo en crisis.

La guerra en Ucrania escala a todo vapor por imposición del imperialismo, contra la voluntad del gobierno ruso que ha buscado llegar a un acuerdo con el imperialismo.

El problema radica en que en gran medida, muchas de las acciones políticas no están determinadas por buenas o malas voluntades sino por condiciones objetivas.

La rápida agudización de la crisis capitalista mundial le impone a la burguesía la necesidad de una “salida” que implique en evitar la bancarrota generalizada de las grandes empresas y contener el rápido avance de las tendencias revolucionarias.

Después del rápido avance del Ejército ucraniano en el norte del país, en la región de Kharkiv, el gobierno ruso quedó en situación frágil, principalmente porque la rápida retirada de las fuerzas rusas dejó a las minorías rusas muy expuestas a las represalias que inevitablemente seguirán.

Con los referendos en varios Oblasts de lo que era Ucrania y la movilización parcial en Rusia parte de la debilidad militar rusa queda cubierta, incluso como efecto colateral del avance militar ucraniano/ OTAN (Organización del Atlántico Norte). El propio efecto colateral es la escalada generalizada de la guerra.

Uno de los objetivos del gobierno ruso es presionar al imperialismo en la búsqueda de una solución negociada. El problema es que el imperialismo precisa de la guerra como su “salida” controlada para la mayor crisis capitalista de todos los tiempos.

La dinámica objetiva de la política del sálvese el que pueda

El discurso de Vladimir Putin y del ministro de la Defensa, Shoigu, radicalizó tanto como el ex “globalista” y ex presidente de Rusia, Medvedev, y actual consejero de seguridad, que evolucionó de un ser un político ruso “pro Occidente” para hoy ser uno de los que más ha amenazado al imperialismo con una guerra nuclear.

Las potencias imperialistas escalaron la política de PsyOp (Operaciones de propaganda de guerra) con enorme gritería sobre la movilización parcial rusa y los referendos.

Las contradicciones inter capitalistas escalan.

La burguesía rusa es una burguesía regional, cercanamente aliada a la burguesía china. Por lo tanto, actúa de una manera fundamentalmente defensiva contra la creciente agresividad del imperialismo en crisis.

La burguesía china precisa expandirse y transformarse en una potencia imperialista, incluso para evitar el estallido de una crisis interna que pueda llevar a una gran revolución en China.

Las nuevas políticas rusas acontecen inmediatamente después de la reunión anual de la OCS (Organización de Cooperación de Shanghái), lo que implica que cuentan con el apoyo de los gobiernos de China, Turquía e Irán.

El aumento de las contradicciones entre las potencias capitalistas es un fenómeno “normal” en situaciones de agudización de la crisis capitalista, cuando la torta del mercado mundial se reduce.

Al mismo tiempo, es importante tener en cuenta que las contradicciones entre fracciones de clase, en este caso de la burguesía, es parte del problema enfrentado en una sociedad dividida en clases sociales.

Las contradicciones principales son las que existen entre las clases sociales antagónicas, las principales que disputan la “torta” de la riqueza social. Los trabajadores aún no han entrado en escena con energía. Pero es evidente que bajo la creciente presión del capital para salvarse de su brutal crisis, cada vez más están quedándose sin alternativas. Incluso porque la alternativa sería o luchar contra sus propias burguesías o enfrentar la muerte por las guerras o el hambre.

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