África puede transformarse en otro foco de guerra mundial

África puede transformarse en otro foco de guerra mundial

Desvelando en profundidad los acontecimientos en Níger y África Occidental y la lucha contra el imperialismo.

El 26 de julio de 2023, hubo un golpe militar en Níger liderado por el general Moussa Salao Barmou, comandante de la Guardia Presidencial. En seguida, formaron el CNSP (Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria) al que, en pocos días, acabaron juntándose los comandantes del Ejército y de la policía, lo que acabó transformándolo en un golpe de estado oficial de las Fuerzas Armadas. 

El reciente golpe militar en Níger es el noveno de una larga serie de golpes e intentos de golpes que han desestabilizado África occidental y central en los últimos tres años, y el quinto golpe “exitoso” en la historia del país desde su independencia en 1960.

Ese golpe militar puso a África en la guerra de alcance mundial que libran la OTAN (Organización del Atlántico Norte), de un lado, y Rusia y China, de manera semi silenciosa, del otro. 

El presidente derrocado, Mohamed Bazoum, es apoyado por las principales potencias imperialistas que actúan en la región, Francia y los Estados Unidos.

Los principales factores que están por detrás del golpe son:

1)    La situación insoportable de la población, que a pesar de las importantes riquezas naturales, tiene una de las peores condiciones de vida del mundo.

2)    Los procesos anti-neocoloniales que se han desarrollado en la región (Burkhina Faso, Mali y Ghana) y en la República Central Africana.

3)    El apoyo del gobierno ruso a estos movimientos anti neocoloniales, con el objetivo de aliviar la presión imperialista en la guerra en Ucrania, llevando la guerra a las retaguardias más débiles.

4)    El plan del presidente Bazoum de destituir al jefe de la Guardia Presidencial, general Omar Tiani.

Según el Banco Mundial, más de 10 millones de personas, de una población total de 21 millones, vivían en la pobreza extrema en 2021.

La reacción del imperialismo

Los imperialistas franceses y norteamericanos han empujado a la CEDAO (Comunidad Económica de los Estados de África Occidental), ECOWAS en inglés, presidida por Nigeria, a invadir Níger.

El enorme apoyo popular a la Junta Militar ha impedido la invasión, por lo menos por ahora, pero no ha impedido las sanciones económicas, el corte de la ayuda humanitaria y el corte de la energía eléctrica a la capital Niamey y regiones vecinas por Nigeria.

Los gobiernos de Mali y Burkina Faso declararon que la guerra de la ECOWAS en contra de Níger sería considerada como una declaración de guerra contra ellos propios. El Grupo Wagner, ruso, mantuvo reuniones con representantes de la Junta Militar de Níger, en Mali, y se comprometió a enviar ayuda militar en el caso de invasión por la ECOWAS. 

El gobierno de Ghana recibió una delegación de la Junta Militar de Níger y declaró su apoyo y el rechazó a la invasión por la ECOWAS.

Argelia, el vecino del norte de Níger, informó que abriría su territorio para el envío de pertrechos militares y Chad, el vecino oriental de Níger, declaró que no apoya la invasión.

Una derrota de la ECOWAS y de las potencias imperialistas en Níger, tiene el potencial de hacer caer a la mayoría de los gobiernos pro imperialistas de por lo menos África Occidental.

La Junta Militar de Níger ha declarado que pretende llevar a juicio al ex presidente Bazoum y que pretende convocar a elecciones en tres años. Eso contra las presiones de la ECOWAS y de los propios Estados Unidos que llegó a enviar recientemente a Victoria Nuland, la subsecretaria del Departamento de Estado a Niamey, donde no fue recibida por el jefe de la Junta Militar, el general Barmou.

La disputa histórica por las materias primas africanas

Francia, que depende en 40% del uranio de Níger para la generación de su energía eléctrica, le proporcionó al país alrededor de 120 millones de euros en ayuda económica en 2022. Tiene alrededor de 1.500 soldados estacionados en Níger.

Los Estados Unidos, que actualmente tiene dos bases militares de drones y más de 1.000 soldados desplegados en Níger, había anunciado en marzo de este año, 150 millones de dólares en asistencia directa al país

Uno de los países más pobres del mundo es, en realidad, uno de los países más ricos del mundo, considerando sus riquezas minerales, principalmente el uranio y el oro.

Los portugueses fueron los primeros europeos en llegar al África Subsahariana, mediante la navegación del Océano Atlántico, en 1444. 

África no fue inmediatamente invadida y colonizada debido a la fuerza militar de naciones africanas como los fula, los mandinka y los jalofo. 

Ya sea por mar o por tierra, varios pueblos de África derrotaron repetidamente a los portugueses. 

Así, la única opción que les quedaba a los portugueses era instalarse en archipiélagos deshabitados, alejados de la costa africana, como Cabo Verde y Santo Tomé y Príncipe, y desde allí organizar una base de operaciones para comerciar pacíficamente con las naciones africanas.

A los portugueses se unieron otras potencias europeas que, a medida que se desarrollaba el capitalismo, comenzaron a competir por el control de las ricas fuentes de materias primas.

Además del comercio de esclavos, los europeos, desde un principio, también saquearon una innumerable cantidad de productos, como marfil, cuero, oro, cera, madera, algodón, hierro y alimentos.

Comprender la realidad africana es muy importante para la lucha democrática y revolucionaria. 

Los pueblos latinoamericanos tenemos una parte importante de nuestras raíces en África. 

El expolio de las materias primas, que mantiene a la abrumadora mayoría de la población en la pobreza absoluta, es la misma política que se aplica en nuestra región aunque de forma aún más brutal en la búsqueda por las mayores ganancias a cualquier costo.

Cómo el imperialismo ha usado el terrorismo para mantener el control

Como una de las políticas para enfrentar la enorme desestabilización que generó el colapso capitalista mundial del 2008, las potencias imperialistas fomentaron la creación de varios grupos denominados yihadistas salafistas.

En el Sahel, la región ubicada inmediatamente al sur del Desierto de Sahara, actúan principalmente el IS Sahel (Estado Islámico en la Provincia del Sahel), el EIGS (Estado Islámico en el Gran Sáhara) y el JNIM (Jamaat Nasr al-Islam wal Muslimin, afiliado a al-Qaeda).

En Diffa, en el sudeste, actúa el ISWAP (Estado Islámico de África Occidental) y Boko Haram. 

En Tahoua, en el centro de Níger, actúan no sólo los yihadistas salafistas sino también grupos criminales comunes. 

En Maradi, en el sur, los grupos de criminales comunes son fuertes.

En Agadez, el contrabando de oro se realiza en dirección a Libia, Argelia y Chad. Aquí también actúan yihadistas salafistas y criminales de Chad y Sudán.

En Tillaberi, en el oeste, los yihadistas salafistas actúan atravesando las fronteras con Mali y Burkina Faso, principalmente después que las tropas francesas salieron de Mali y se estacionaron en Níger.

Los vínculos de los grupos yihadistas salafistas cultivados con las tribus locales han hecho surgir conflictos armados también en las provincias de Ouallam y Banibangou.

La composición social en Níger es plurinacional: Hauçás (55,4%), zarma (21%), tuaregues (9,3%), fulas (8,5%), canúris (4,7%), tubus (0,4%), árabes (0,4%), gurmas (0,4%), outros (0,1%).

El imperialismo ha sido el principal incentivador no sólo de los grupos yihadistas salafistas, sino también de los conflictos étnicos, como por ejemplo entre las tribus tuareg y fulani, como parte de su tradicional política de dividir para vencer.

Las contradicciones aumentan, y también el anti-imperialismo

El resurgimiento del anti-neocolonialismo en África se ha fortalecido a partir de la baja oficialidad de los ejércitos locales.

Los ejércitos africanos, y concretamente los de África Occidental, han sido apoyados, organizados y entrenados por las mismas potencias imperialistas que han actuado de la misma manera en América Latina.

Esos ejércitos también han sido usados en contra de sus propios pueblos, que han sido mantenidos en situación bastante más miserable que nosotros.

El porqué del surgimiento de esos movimientos hay que buscarlo en dos hechos fundamentales. 

En primer lugar, la crisis capitalista mundial que estalló en el 2008 generó estallidos sociales en uno de sus puntos más débiles, los países menos estables del Oriente Medio y del norte de África.

El imperialismo y las potencias reaccionarias de la región intentaron controlar la crisis haciendo estallar a los debilitados gobiernos nacionalistas que había en la región, impulsando grupos terroristas o valiéndose de la Hermandad Musulmana u otros grupos políticos, antiguos o recién creados.

La crisis contagió el Sahel, la región ubicada al sur del Sahara. 

Los nuevos grupos terroristas, que han sido impulsados por el propio imperialismo para justificar su intervencionismo, empezaron a proliferar.

Los ejércitos locales tuvieron que dirigirse a enfrentar esos grupos, con el entrenamiento y el apoyo militar del imperialismo.

El caso de Burkina Faso es tan significativo como el de Níger, Mali, Ghana o la República Central Africana. 

Traoré, el joven capitán que cerró su discurso en San Petersburgo, en el Encuentro África Rusia, parafraseando al Che Guevara, con “!Patria o Muerte!”, se fogueó en la lucha en contra del Estado Islámico. 

Él fue uno de los líderes de la junta militar que creó el Movimiento Patriótico por la Salvaguardia y la Restauración para enfrentar el desastre creado en el país por la enorme pobreza y la crisis política, fruto de décadas de neocolonialismo, los gobiernos títeres del imperialismo y los grupos terroristas financiados por el imperialismo que son usados para justificar su presencia en la región.

El segundo factor importante es la Guerra en Ucrania. 

El imperialismo, principalmente el imperialismo norte-americano, le impuso esta guerra a Rusia con el objetivo de mover su economía a partir del  complejo industrial militar, para controlar con más fuerza a Europa, para romper los vínculos entre Europa y Rusia, para debilitar al principal aliado de China, dividiéndolo en 20 países títeres, y para avanzar en dirección a una guerra total como una salida para su mayor crisis histórica.

El gobierno ruso ha resistido y ha aplicado la misma política que el gobierno revolucionario cubano había aplicado en contra de los Estados Unidos en la década de 1960; llevarle la guerra a su retaguardia.

El nacionalismo africano y el gobierno ruso

Níger representa el último de los tres estados importantes de la región del Sahel en sucumbir a un golpe militar, después de Malí, en 2020 y 2021, y dos golpes en Burkina Faso, en 2022. 

Hasta la reciente toma del poder por un grupo de líderes militares, Níger no sólo había sido etiquetado como el “último bastión de la democracia en el Sahel”, sino que también fue considerado como un “baluarte contra los yihadistas y la influencia rusa” en toda la región.

Estas alas nacionalistas que han surgido impulsadas por la agudización de la mayor crisis capitalista de todos los tiempos, buscan solucionar algunos de los problemas nacionales de sus países, lo que ha implicado en enfrentar al imperialismo y a sus títeres locales.

Para enfrentar al imperialismo se apoyan en las masas y buscan otros apoyos, como por ejemplo el apoyo de países vecinos y del gobierno ruso.

¿Es Rusia un país imperialista?

El gobierno ruso, que es fundamentalmente un gobierno bonapartista y burgués, pero que se enfrenta (contra su voluntad) al imperialismo, apoya a estos gobiernos porque están dirigidos contra el enemigo común, como una forma de aliviar la presión que está sufriendo en la guerra de Ucrania, con la presión generalizada en contra de sus fronteras y con las más de 16 mil sanciones que les han aplicado. A título de ejemplo, sobre Corea del Norte e Irán han aplicado alrededor de tres mil sanciones. 

Rusia no es una potencia imperialista. Es una potencia regional importante y una potencia militar

Para definir a Rusia como una potencia imperialista es necesario responder:

1) ¿Dónde están los monopolios imperialistas rusos que controlan parte del mercado mundial? Principalmente de los sectores centrales de la economía, como la tecnología y la especulación financiera por ejemplo.

2) ¿Dónde está la exportación de capitales rusos?

Gazprom, Rosneft y Rosaton no son monopolios imperialistas. Son monopolios en el sector de las materias primas. De la misma manera que Brasil en América Latina también tiene algunos, aunque los rusos tengan mucho más fuerza y autonomía debido a la política del gobierno ruso que, por ejemplo, no reconoce tribunales de justicia extranjeros por arriba de los tribunales rusos.

El comercio de materias primas en el mercado mundia está controlado fundamentalmente desde las Bolsas Mercantiles y de Futuros, desde la especulación financiera, sobre la cual los rusos no tienen influencia.

También el rublo es una moneda ultra secundaria.

Incluso China, que se encuentra en una etapa de evolución mucho más avanzada que Rusia, tampoco es un país imperialista, a pesar de estar cerca. Pero para eso necesitaría derrotar a los Estados Unidos militarmente.

El Grupo Wagner de hecho es controlado por el gobierno ruso, pero comparado con la enormidad de bases militares imperialistas es insignificante en número, aunque su impacto pueda ser grande.

El imperialismo es un club cerrado, que depende en gran medida de la lucha de clases. 

El imperialismo es la forma que adopta el capitalismo en su última fase: es el mundo controlado por grandes cárteles, monopolios, que lucran con la exportación de capital. Hoy fundamentalmente lo logran en la especulación financiera.

De los 30.000 monopolios que controlan el mundo, de 28 enormes complejos no hay NINGUNO de los llamados países emergentes, entre ellos Rusia e incluso China

¿Puede esto cambiar? Sí, pero el imperialismo dominante (fusión de capital financiero e industrial) necesita ser derrotado militarmente por las potencias imperialistas candidatas a tomar su lugar.

China está en una etapa avanzada de convertirse en un país imperialista. Pero eso no significa que sea hoy.

Los “emergentes” buscan desarrollarse, pero para eso necesitan, en la práctica, vencer al imperialismo.

Y en este proceso, que es impulsado por sus propias contradicciones internas, entra en rumbo de colisión con el imperialismo. Esto sucedió con mucha más fuerza con Rusia, que ahora, para aliviar un poco la presión del imperialismo, incluso está apoyando a los movimientos nacionalistas africanos.

¿Pueden los rusos controlar los movimientos anti-imperialistas que apoyan?

Como posibilidad, los rusos pueden controlar los movimientos anti-imperialistas, pero es una lucha, contra los demás poderes, contra los movimientos nacionalistas, y contra el movimiento de masas. 

Es una situación bastante diferente de lo que hicieron en Lugansk y Donetsk, por ejemplo, cuyos territorios son considerados como territorios históricos de Rusia.

La disputa siempre existirá mientras exista el capitalismo

Los gobiernos ruso y chino, que son gobiernos burgueses, evidentemente no quieren ningún socialismo. 

Los rusos tienen una política defensiva, en un digamos 90%, quieren disfrutar de la vida en su Rusia, manteniendo influencia en los países vecinos como buffer en contra de las agresiones imperialistas.

Ya la política del gobierno chino es defensiva en un digamos 40%. Las propias contradicciones internas lo obligan a competir en el mercado mundial, bajo pena de enfrentar una revolución interna. Por ejemplo, están los niveles de desempleo entre la juventud, los 700 millones de trabajadores que emigraron en las últimas tres décadas del campo a las ciudades, y el altísimo y creciente grado de automatización industrial.

El carácter burgués de los gobiernos ruso y chino, así como los límites de los movimientos anti-imperialistas, no excluye las alianzas tácticas, sin convertirlas en estrategia, por la naturaleza de estos enemigos. Al contrario, las presuponen, en todo lo que ellos luchen en contra de nuestros enemigos en común.

¿Es positivo el enfrentamiento de Rusia con los Estados Unidos y los europeos hoy? Sí, en términos objetivos. Porque una potencia regional se enfrenta a nuestro principal opresor.

¿Es positivo el apoyo de Rusia a los movimientos nacionalistas africanos? Definitivamente sí.

¿Deberíamos tener confianza en las buenas intenciones del gobierno ruso? Definitivamente no. Pero en la política práctica no se trata de buenas intenciones morales, sino de acciones prácticas concretas.

Cuando los rusos intentan controlar a los movimientos anti imperialistas, ¿deberían ser apoyados? Definitivamente no.

¿Significa que es fiable? No.

¿Significa que es positivo? Por supuesto que lo es; lo que significa que no se le debe dar ningún cheque en blanco.

¿Cuál es la diferencia de los gobiernos Latinoamericanos y los gobiernos ruso y chino?

El enfrentamiento de los gobiernos latinoamericanos al imperialismo norteamericano es débil. Un poco más en Venezuela, Cuba y Nicaragua.

Los gobiernos de Lula/Alckmin, Boric y otros latinoamericanos, en la práctica, actúan como agentes del imperialismo estadounidense. No lo enfrentan en absolutamente nada importante.

En el caso de la burocracia burguesa china o del gobierno ruso, sin embargo, es muy diferente. Hay enfrentamiento y bastante importante. Lo que no implica que esos gobiernos sean revolucionarios. Muy al contrario, son recalcitrantemente reaccionarios. 

Pero la vida real los obliga a hacer cosas impensables hasta hace poco tiempo. Esto antes de 2008 era impensable.

Las relaciones entre Rusia y China eran débiles, y ambos dependían mucho de los Estados Unidos.

El enemigo es el capitalismo mundial. Pero cuando aparecen contradicciones tan notorias como las que han aparecido ahora, debemos aprovecharlas.

Incluso debemos acercarnos a estos movimientos antiimperialistas africanos y apoyarlos al menos en la propaganda contra la invasión.

El enfrentamiento con el imperialismo no depende sólo de ser potencias militares. También depende del estado de ánimo de las masas.

Ahora lo que está en marcha es un nuevo ascenso de las masas en América Latina, lo que hará que la onda anterior, la de los años de 1950 a 1980 parezca un juego de niños. Y con eso surgirán los movimientos revolucionarios y clasistas, y también el nacionalismo. Eso pocos grupos políticos lo ven.

Lo que nos importa son las acciones concretas. Y mientras sean positivas hay que apoyarlos, y dejar de hacerlo inmediatamente cuando ya no lo sean.

¿Por qué debemos apoyar la lucha de los pueblos africanos?

El impacto de los movimientos anti-neocoloniales sobre las potencias europeas neocoloniales es enorme.

Francia depende en un 40% del uranio de Níger para mover sus centrales nucleares de generación de energía eléctrica, que es controlado por la empresa francesa Orano.

La creciente debilidad del gobierno de Macron puede llevar a su caída. 

La burguesía ya está preparándose para esa posibilidad con la imposición de la fascista Le Pen, del Frente Nacional, probablemente en una versión controlada, como la de Georgia Meloni en Italia. 

Los movimientos fascistas de masas, con actuación en los movimientos sociales, están siendo dejados cumpliendo un papel secundario por ahora, para ser usados intensamente en situaciones de ascenso de la lucha obrera y popular.

Aún no está clara la fuerza con que puede resurgir del movimiento de masas, contenido por medio de la fuerza bruta y muchas maniobras demagógicas por parte del gobierno Macron para imponer su reforma de las pensiones. 

Los 150 millones de euros liberados de estos gastos sociales tienen como destino el fortalecimiento del complejo militar. 

Ahora esos recursos se quedaron lejos de lo necesario considerando el aumento de los costos de la energía, con la Junta Militar que gobierna Níger, habiendo prohibido el envío de uranio y oro a Francia.

Al fantasma de la caída de la IV República en 1958, por la derrota francesa en Vietnam en la Batalla de la “inexpugnable” fortaleza de Dien-Pu, se le junta la caída de Charles De Gaulle a partir del enorme ascenso de masas de 1968 persigue a la burguesía europea, que tuvo como uno de sus componentes la derrota del imperialismo francés por la Revolución Argelina que llevó a la Independencia de Argelia en 1962. 

El movimiento de 1968 fue quebrado por la burguesía imperialista con la ayuda de la izquierda, el PSF (Partido Socialista Francés) y el PCF (Partido Comunista Francés). 

Pero hoy en día la izquierda oportunista no tiene más esa fuerza, ya que se quebró con su incorporación total al estado francés, en pleno auge del “neoliberalismo” impulsado en escala mundial por los Estados Unidos e Inglaterra, con los gobiernos de François Miterrand (1981-1995), del PSF y apoyado por el PCF, y su posterior crisis. 

Por esa razón, las clases dominantes buscan una salida a su creciente crisis por la extrema derecha y la represión.

Francia es la tercera potencia europea, después de Alemania e Inglaterra, lo que deja evidente el impacto en todo el Continente aumentando aún más los colaterales de la guerra en Ucrania.

Churchill dijo que si Inglaterra perdiera a la India se convertiría en una potencia de segunda categoría. Y acertó.

En Francia las derrotas en las neocolonias han provocado la fuerte debilidad del imperialismo francés. 

Esas dos son las principales potencias militares europeas.

Francia actúa en proximidad con Alemania. Aquella como potencia militar principalmente y ésta como potencia económica.

Inglaterra tiene una alianza muy próxima con los Estados Unidos.

Eso quiere decir que la crisis del imperialismo y del sistema capitalista mundial están muy vinculadas.

El impacto de la crisis de dominación en las neocolonias hoy en días es más fuerte que nunca, considerando que vivimos en la mayor crisis capitalista mundial de todos los tiempos.

¿Cuál es el impacto sobre los Estados Unidos y su patio trasero?

Los Estados Unidos se benefician de la creciente debilidad del imperialismo europeo porque le facilita su control y la imposición de sus políticas en Europa, donde las tendencias centrípetas, principalmente en dirección a Rusia y en las últimas décadas a China también, han sido fuertes.

Ese beneficio sucede sobre las crecientes dificultades de Europa en pagar más por las mercancías norteamericanas, principalmente la energía. Esta presión es uno de los componentes del ascenso de masas.

Al mismo tiempo se ven impactados por el ascenso nacionalista en la rapiña por el control de las riquezas de las naciones que se insurgen.

La pérdida del control casi absoluto que tenía en países de África, Asia y Oriente Medio, obliga a los Estados Unidos a aumentar el control sobre su patio trasero, la América Latina.

El imperialismo tiene la capacidad de desviar su crisis a los países neocoloniales, pero la retroalimentación del impacto social y político sobre las matrices es cada vez mayor.

Por esa razón, conforme la crisis capitalista mundial avanza, el aprieto sobre nosotros tiende a ser cada vez mayor.

Ese aprieto va haciendo con que las condiciones de vida de las masas sean cada vez peores.

La política preferencial del imperialismo en este período para la región ha sido la imposición de gobierno de “izquierda” institucional super derechizados, o el rescate de gobiernos derechistas con un maquillaje seudodemocrático. Sea con los unos o con los otros, el endurecimientos del régimen político, de los sistemas jurídicos, del fortalecimiento de las fuerzas represivas ha sido progresivo en la región, y sucede bajo la bota imperialista.

Una pregunta central para América Latina es si de los ejércitos que tienen sus manos muy manchadas con la sangre de sus pueblos y que son duramente doctrinados por los Estados Unidos pueden surgir sectores nacionalistas.

En las condiciones actuales de semi parálisis, es muy difícil. Pero en las condiciones de ascenso del movimiento de masas es bastante posible.

Eso fue muy notorio en las décadas de 1960 y 1970 en varios países. En Venezuela volvió a pasar con el grupo liderado por Hugo Chávez que había quedado muy impactado con la brutal represión al primer gran levante de masas en contra del “neoliberalismo”, El Caracazo.

Los levantes de masas y las revoluciones son un producto de la agudización de la crisis.

¡Apoyo total a la lucha de los pueblos africanos!

Burkina Faso, Mali, la República Central Africana y Níger han roto con las potencias neocoloniales, volviendo a retomar los ideales de los grandes luchadores de la primera independencia africana, como Thomas Sankara, Patricio Lumumba, Amilcar Cabral, hermanados en un grito libertario que surge de lo más hondo de los pueblos.

La llamada Comunidad de los Países de África Occidental, la ECOWAS, que es controlada por los imperialistas franceses e norteamericanos, decidió invadir Níger, que ahora es liderada por una Junta Militar nacionalista que cuenta con gran apoyo popular.

Los gobiernos de Mali y Burkina Faso declararon que considerarán la invasión de Níger como una invasión en contra de sus propios países. Chad no participará de la invasión. Y el gobierno de Argelia facilitará el envío de apoyo militar.

Hay revueltas populares en Senegal que han sido duramente reprimidas por la dictadura de Macky Salli. 

Las potencias imperialistas buscan en la guerra una salida a su mayor crisis estructural de todos los tiempos, principalmente cuando están enfrentando serios problemas en la guerra que provocaron en Ucrania para hacer revivir a su complejo industrial militar, en el Oriente Medio y en África.

Quieren matarnos de hambre para seguir manteniendo su dominación con sus estados de sitio y cortes marciales contra el que proteste y luche por sus derechos.

La crisis en Níger y en África precisa de la solidaridad de los trabajadores de las potencias explotadoras y de los pueblos de todo el mundo.

Es el futuro de la libertad de los pueblos contra la opresión capitalista y neocolonialista.

¡Fuera tropas extranjeras de Níger!

¡El uranio, el oro y los recursos naturales le pertenecen a los pueblos y no a los explotadores!

¡Nuestra salida es la unidad de los pueblos oprimidos contra los opresores!

¡Abajo la ECOWAS, la UEMOA y la Unión Africana!

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