Intervención estadounidense y el caso Odebrecht: Una mirada crítica

Intervención estadounidense y el caso Odebrecht: Una mirada crítica

Leer Estados Unidos e intervención en una misma línea no es sorpresa en la historia de América Latina y otras regiones explotadas del mundo. Recientemente, la noticia de la anulación de procesos contra el dueño de Odebrecht por la Corte Suprema brasileña ha generado preguntas sobre la naturaleza de la justicia en el capitalismo decadente actual y cómo se manipula para servir intereses específicos.

 ¿Qué es Odebrecht?

Odebrecht, una constructora brasileña fundada en 1944 por Norberto Odebrecht en Salvador (Bahía), empezó a extender su influencia en la política brasileña a partir de 1964, durante la dictadura que se prolongó hasta 1985. Esta empresa y otras grandes constructoras se involucraron en el esquema de corrupción revelado por la Operación Lava Jato. Odebrecht fue crucial en varios proyectos para Petrobras, la petrolera estatal brasileña, siendo parte del mayor entramado de corrupción ilegal en la historia del país.

 La Operación Lava Jato

La Operación Lava Jato (Operación Autolavado) fue una investigación anticorrupción iniciada en Brasil en 2014, que se centró en la corrupción en Petrobras y su conexión con grandes empresas constructoras, políticos y partidos, sin considerar las llamadas «multinacionales». La operación reveló un esquema masivo de sobornos y lavado de dinero, donde empresas como Odebrecht pagaban comisiones ilegales a políticos y funcionarios públicos a cambio de contratos lucrativos.

Contexto y objetivos

De hecho, la Operación Lava Jato fue una maniobra impulsada por el imperialismo estadounidense, bajo el gobierno de Obama, para debilitar a los gobiernos progresistas en América Latina. La operación comenzó a desenmascarar la corrupción a gran escala y llevó a la detención y condena de numerosos empresarios y políticos de alto perfil. En diciembre de 2016, el Departamento de Justicia de Estados Unidos reveló que Odebrecht había pagado aproximadamente 788 millones de dólares en sobornos para obtener más de 100 proyectos en diversos países, incluyendo Angola, Argentina, Brasil, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, México, Mozambique, Panamá, Perú y Venezuela.

La intención detrás de esta operación, era reducir significativamente la autonomía de los gobiernos progresistas en América Latina. Este objetivo se alineaba con los intereses de Estados Unidos de debilitar las relaciones estratégicas de estos países con China y Rusia, golpeando a gigantes industriales como Odebrecht que tenían inversiones en regiones como Cuba, otros países latinoamericanos y África.

Impacto en la política regional

La Operación Lava Jato tuvo un impacto profundo en la política de Brasil y de otros países de la región. En Brasil, la Operación llevó a la destitución y encarcelamiento de políticos prominentes, incluyendo al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. La investigación reveló cómo los sobornos se utilizaban para financiar campañas políticas y mantener el poder de ciertos grupos dentro del gobierno. Este escándalo debilitó a muchos gobiernos «izquierdistas» y facilitó la ascensión de movimientos y partidos de derecha, que prometieron combatir la corrupción.

Obama pasó de decir que Lula Da Silva era uno de los presidentes más importantes del mundo a rechazar públicamente por el papel que jugaron funcionarios de su gobierno en ese expediente ¿Que conveniente no? 

Por ejemplo, en Colombia, más de 11 millones de dólares en sobornos fueron pagados por Odebrecht, que también financió campañas presidenciales. En Argentina, más de 35 millones de dólares en sobornos se pagaron durante el kirchnerismo, resultando en procesos contra exministros por irregularidades en contratos. Cada país afectado vio cómo la corrupción corporativa influenciaba directamente en su política interna.

El escándalo de Odebrecht dejó un rastro de corrupción en toda América Latina, involucrando a figuras políticas clave y revelando la magnitud de la corrupción corporativa y de la falsedad de la “democracia”, el libre mercado, y todos los principios bases que suponen sustentar el capitalismo como “lo más elevado” a lo que la humanidad puede llegar: 

– Angola: $50M en sobornos para asegurar proyectos públicos.

– Argentina: Más de $35M en sobornos durante el kirchnerismo, con exministros procesados.

– Colombia: Más de $11M en sobornos, incluyendo financiamiento de campañas presidenciales.

– República Dominicana: Más de $92M en sobornos, con altos cargos imputados.

– Ecuador: Más de $33.5M en sobornos, incluyendo investigaciones y sentencias contra políticos.

– Guatemala: $18M en sobornos, con primeras condenas.

– Brasil: $349M en sobornos, afectando a figuras políticas prominentes.

– México: Cerca de $10.5M en sobornos, con irregularidades en contratos.

– Mozambique: Cerca de $900K en sobornos, con investigaciones en obras aeroportuarias.

– Panamá: Más de $59M en sobornos, con condenas a ex presidentes y funcionarios.

– Perú: Cerca de $29M en sobornos, con investigaciones a ex presidentes.

– Venezuela: Cerca de $98M en sobornos, afectando a altos funcionarios y líderes opositores.

Cambios en la política estadounidense

La estrategia del imperialismo norteamericano ha variado desde 2008. Bajo Obama, se buscó romper con los gobiernos izquierdistas aliados a China mediante la promoción de gobiernos derechistas. Sin embargo, el aumento de la crisis y las movilizaciones populares hicieron colapsar esta propuesta. Con el gobierno de Biden, la política ha cambiado: se necesita una América Latina más alineada con la política guerrerista, usando al Grupo de Puebla, controlado por el Partido Demócrata, para contener los levantamientos populares.

Es así que con el gobierno de Biden, entraron los señores de la guerra que necesitaban una América Latina mucho más alineada con la política guerrerista, como retaguardia estratégica. Como los gobiernos de derecha estaban bastante quemados y habían enfrentado importantes rebeliones populares en varios países, el gobierno Biden impuso a los socios del Grupo de Puebla, controlados por el Partido Demócrata, con sus identitarios, y ultraderechizados.

La realidad actual

Con esta política, han conseguido controlar la situación y contener los levantamientos populares en varios países, comenzando por Brasil, el país más importante de la región. Actualmente, han prácticamente terminado con la Operación Lava Jato. El ex juez estrella y ahora senador Sergio Moro enfrenta procesos judiciales, y se han retirado los procesos contra los imputados, incluidos los 15 procesos contra Lula y los procesos contra la propia Odebrecht.

Nadie del sistema oficial habla una sola palabra sobre esta farsa. Las maniobras de un lado a otro del imperialismo, usando diferentes pero fundamentalmente muy similares agentes, son presentadas por la prensa golpista como algo natural.

Las maniobras de un lado a otro del imperialismo, usando diferentes pero fundamentalmente muy similares agentes, son presentadas por la prensa golpista como algo natural.

La corrupción existió, pero eso no es antinatural en el capitalismo, ni es lo que les importa perseguir como sus eslóganes dicen. En realidad, lo que más les importa es cómo pueden mover las piezas para cumplir con sus objetivos. La prensa en Brasil es controlada directamente por Estados Unidos, lo que pone como prioridad la revocación de todas las concesiones públicas, tratadas como si fueran capitanías hereditarias. El pueblo brasileño necesita organizar la lucha contra el imperialismo y sus agentes de manera independiente. Solo así se podrá salir de esta brutal crisis.

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