Chile: uno de los más queridos de los Estados Unidos

El aumento acelerado de la crisis capitalista lleva inevitablemente al aumento de la opresión de los trabajadores y los pueblos por la burguesía. Esa política, también inevitablemente, lleva a la reacción de los trabajadores y los pueblos.

La potencia mundial dominante, el imperialismo norteamericano, enfrenta la peor crisis estructural de su historia.

Los déficits comercial y del presupuesto público son colosales. El endeudamiento es gigantesco. La dependencia de la exportación de dólar sin lastro productivo es total. El control de partes importantes del narcotráfico y de otros sectores de la economía “ilegal” es fundamental para seguir manteniendo sus casi 900 bases militares oficiales en el mundo y sus operaciones militares abiertas y encubiertas.

Las ganancias de las super grandes empresas capitalistas dependen en enorme medida de la especulación financiera que mueve más de dos trillones de dólares, o más de 25 veces el PBI mundial.

Las empresas manufactureras fundamentalmente no dan ganancias en sus actividades fin. Lo que sí da ganancias son sus sectores financieros, sus actividades especulativas, los repases de recursos de los estados o los negocios vinculados al complejo industrial militar.

Las tasas de “remuneración” financiera se invirtieron en Agosto del 2019, cuando títulos financieros especulativos a un mes rendían lo mismo que títulos a 20 o 30 años. Lo mismo sucedió al principio de este año.

Vea aquí: ¿Qué está por detrás del aumento de la agresividad del imperialismo?

La solución para la crisis de finales del 2019 fue la “pandemia” que fue mucho más que una simple crisis sanitaria; representó el componente principal de PsyOp, operación psicológica de guerra … contra los trabajadores y los pueblos.

La solución para la crisis que iba a estallar en este año fue empujar a una superpotencia militar, aunque económicamente del tamaño de Australia, Rusia, a la guerra en Ucrania.

Vea aquí: LA CRISIS CAPITALISTA PROVOCÓ LA GUERRA DE UCRANIA

La salida capitalista para su peor crisis de todos los tiempos es la guerra, pues permite la destrucción de fuerzas productivas en larga escala y un cierto desarrollo en su reconstrucción; la imposición de estados de sitio y de la corte marcial; apuntalar a las grandes empresas capitalistas repasándoles recursos públicos, estatizándolas o entregándoles empresas públicas.

El estado tiene carácter de clase. El estado burgués es controlado por los super ricos, la burguesía imperialista.

¿Dónde entran Chile y América Latina?

América Latina es el patio trasero del imperialismo norteamericano, que es su dueño.

Chile es el modelo para toda América Latina, tanto en el sentido económico como en las cuestiones represivas. Las políticas impuestas por la sangrientas dictadura de Pinochet siguen vigentes hoy, mismo que se le hayan puesto algo de maquillajes: AFP, los fondos de pensión a partir de los cuales se les entrega ríos de dineros a los grandes capitalistas, las Isapre de la salud pública privatizada, los Carabineros que representa la policía más nazi de a región, la militarización del Wallmapu a niveles que ni siquiera Pinochet osó hacerlo; la extensión de las privatizaciones hasta del agua, cosa que tampoco Pinochet se atrevió a hacerlo.

Junto con Chile, se extiende el modelo abiertamente narcoparamilitar a partir del modelo colombiano. A los carteles controlados se les divide por territorio, se los controla a partir del estado, al cual deben pagarle un peaje, que obviamente será usado para operaciones especiales. Este modelo ya fue implantado en México y avanza en América Central, Brasil, Chile y en general, en toda la región.

La verdadera “salida” capitalista para su peor crisis es la guerra y su principal representante, el imperialismo norteamericano, precisa imponer su pax en su retaguardia. Después del desgaste de la última ola de gobiernos de derecha, busca mantener una cierta estabilidad por medio de gobierno de “izquierda” super domesticada, super derechizada, a la Boric, Petro (en el papel principal o de ayudante), Alberto Fernández o Lula con su vice de derecha muy comprobado después de lo que hizo en cuatro mandatos en el principal estado de Brasil, São Paulo.

¿Cuáles son las tareas del movimiento revolucionario?

El aumento acelerado de la crisis capitalista lleva inevitablemente al aumento de la opresión de los trabajadores y los pueblos por la burguesía. Esa política, también inevitablemente, lleva a la reacción de los trabajadores y los pueblos.

En el próximo período, veremos nuevas y más sanguinarias guerras, dictaduras cada vez más feroces, el fortalecimiento del fascismo, pero al mismo tiempo, también veremos un nuevo ascenso de masas que tiende a ser el mayor de todos los tiempos. Es en ese escenario que el movimiento de masas debe actuar.

Para ayudar a movilizar y organizar el movimiento de masas, se hace necesario levantar las banderas de lucha capaces de tocar las reivindicaciones más sentidas, a partir de las cuales ir unificando las luchas contra el sistema.

Nuestra plataforma de lucha para toda América Latina

En Chile, levantamos:

  • Fin a las deudas en UF
  • Fin a la ley de seguridad nacional
  • Fin a la ley antibarricadas y ley capucha, así como todas las leyes utilizadas para reprimir y criminalizar las manifestaciones, protestas y libertad de expresión.
  • Reajuste automático del sueldo cuando el IPC alcance un acumulado del 4%
  • Congelamiento de los precios de bienes y servicios básicos para la vida
  • Disminución del IVA a los productos básicos y culturales.
  • Fin al código del Trabajo
  • Igual trabajo – igual salario
  • Renacionalización de los Recursos Naturales
  • Derogación ley Aula Segura
  • Fin a la Educación de Mercado
  • La libertad inmediata y sin condiciones de las y los presos por luchar
  • «Refundación» (fin) de Carabineros
  • Desmilitarización del Wallmapu
  • Derecho a la autodeterminación de los pueblos originarios

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