Por detrás de los 100 mil soldados de Ucrania muertos

Recientemente, la presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declaró en un video, publicado en Twitter, que Ucrania perdió 100 mil soldados y 20 mil civiles en la guerra actual con Rusia.

Inmediatamente después, el video fue editado y esos números fueron borrados.

En octubre, el jefe del Estado Mayor Conjunto de los Estados Unidos, el general Mark Millen, había declarado que aproximadamente 100 mil soldados rusos habían sido muertos o heridos, junto con 40 mil civiles, y que el número de ucranianos era similar.

La guerra propagandística ha sido ganada por el imperialismo de lejos, pero los hechos tienden a ser testarudos.

Después de la retirada de las tropas rusas de los alrededores de Kiev y, posteriormente, de la Isla de las Serpientes y de los alrededores de Kharkiv, la propaganda de la prensa burguesa se fue al delirio con la inminencia de la victoria sobre los rusos.

El gobierno marioneta de Kiev, encabezado por el ex y actual payaso, Zelensky, grita a los cuatro vientos que no quiere negociar con Putin y que el objetivo es retomar todos los territorios, incluso la Península de Crimea, que pasó a ser parte de Ucrania en 1956 por medio de una medida administrativa del gobierno de la Unión Soviética encabezado por Nikita Khuschev.

¿Para dónde va la guerra?

El número de bajas ucranianas es enorme. La situación empeora con los recurrentes bombardeos rusos que se han intensificado y destruido la infraestructura, principalmente la infraestructura energética.

El ejército ruso se encuentra atrincherado al oriente del Río Dnieper y avanza lenta pero constantemente en el Donbass, principalmente en Donetsk, en la región de la ciudad de Bakhmut.

El objetivo del gobierno ruso es forzar al imperialismo a negociar y buscar una solución en que se le reconozca a Rusia los territorios ocupados, se declare una tregua y se negocie la suspensión de alguna de las aproximadamente 10 mil sanciones (Corea del Norte e Irán tienen aproximadamente tres mil).

El gobierno ruso no tiene la pretensión de ocupar toda Ucrania porque la guerra es contra la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte).

Como una potencia regional, y una economía de segunda categoría (un PBI similar al de Australia) , a pesar de ser una superpotencia militar, Rusia tiene enormes dificultades para avanzar en una guerra ofensiva. Mucho menos una guerra contra el imperialismo.

Pero en el caso de la inminencia de una derrota militar o una invasión de Rusia, su doctrina militar establece el uso efectivo de armas nucleares; para comenzar armas nucleares tácticas y si la amenaza persistir, misiles nucleares balísticos, lo que equivale a una guerra nuclear total.

Para el imperialismo norteamericano principalmente el problema pasa por la creciente agudización de la crisis capitalista.

El imperialismo mundial precisa de la guerra para hacer mover el complejo industrial militar, controlar el movimiento de masas con estados de sitio y cortes marciales, aumentar el cierre del régimen con la disculpa de la guerra y fortalecer el fascismo.

Se trata de una lucha de vida o muerte por la sobrevivencia.

El verdadero peso pesado, el movimiento de masas y especialmente el movimiento de trabajadores apenas empezó a ponerse en movimiento. Conforme la crisis aumenta, las tendencias revolucionarias se fortalecen, como quedó claro en primer lugar, en Europa.

La tendencia para el próximo período es la agudización de la crisis capitalista mundial. Entramos en una época de guerras y revoluciones cada vez más amplias y profundas.