Avanza la cocina de poder contra el Pueblo chileno

El rechazo de la “nueva constitución” el 4 de septiembre de 2022, fue el rechazo al maquillaje que se le realizó a la actual constitución promulgada por el gobierno de Pinochet en 1980.

Esta victoria para el pueblo, que fue escondida como una derrota por la propia burguesía, abrió la oportunidad de un nuevo proceso constituyente elaborado a partir de las bases sociales. Es decir, una Asamblea Constituyente Libre y Soberana elegida a partir de representantes de las asambleas populares y colectivos.

Gracias al excepcional trabajo de la burguesía por medio de los medios de comunicación que trabajan para sus intereses, en las calles se ha perdido parcialmente la reivindicación por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana. Cayendo en la mentira de la derrota, le estamos dando cabida a que los grupos económicos controlen nuevamente el proceso constituyente, solo que de esta vez, será aún más derechista.

Y así seguimos con la cocina: se propone que órgano elegido por el Congreso redacte la nueva Constitución de Chile

El presidente Gabriel Boric, ha vuelto a hacer de las suyas, y continua con el llamado a la paz entre las clases sociales. Como de costumbre sabemos que eso solo puede culminar con el “pico en el ojo” para la clase obrera, los estudiantes y los pueblos oprimidos de Chile.

Las negociaciones que comenzaron días después del plebiscito de septiembre están llegando a su fin, y quieren imponernos un nuevo proceso constituyente aún más derechizado que el anterior.

El proceso se desarrolla bajo la continua persecución a los luchadores sociales y revolucionarios, así como la exacerbación de la violencia a manos del Estado, con el objetivo de acabar con las reivindicaciones que aparecieron con el Estallido de octubre de 2019.

Serán 50 integrantes electos, en las mismas circunscripciones del senado, electos pero en cupos designados por los PP.

24 «expertos» del olimpo leguleyo, designados por la institución con menor aprobación, el Congreso, los que elaboraran un «borrador» que revisará la CT. Los «expertos» tendrán poder de veto sobre el texto salga de la Convención Termal. Si existiera veto, la convención podrá insistir si alcanzan quorum de 3/5. Si no sale un texto de la Convención, una comisión MIXTA compuesta por electos más designados dirimirán la propuesta final que irá a plebiscito. Seis meses tendrá esta CT para finalizar su propuesta.

Serán los “especialistas” y miembros escogidos a dedo por la propia elite corrupta de los partidos políticos, que representa los intereses de la burguesía, quienes harán la redacción de la misma.

Si fueron los pueblos oprimidos de Chile los cuales exigieron una nueva constitución. ¿Cómo se puede redactar una nueva constitución sin escucharnos?

Hemos sufrido el proceso del mal menor desde siempre, sabemos que el mal menor huele igual de fúnebre que la propia derecha encarnizada y la propia lápida de Pinochet, ya que en esencia, todos mantienen viva la imagen, enseñanzas y posiciones de aquel dictador fiel a las burguesías nacionales e internacionales.

El propio Gobierno de Boric aboga por una convención elegida totalmente y no contemple a integrantes designados por el Congreso, como busca la oposición agrupada en Chile Vamos y a la que el Socialismo Democrático, que forma parte del Ejecutivo, estaría disponible. Pero, aun así eso no cambia en nada que seguir asiendo una constitución escrita por ellos y para ellos.

“Desde la oposición han estado con diferentes posiciones, pero no importa. Lo importante es que lleguemos a un acuerdo”. Estas fueron las palabras de Gabriel Boric sobre la base de lo conversado con un líder de la extrema derecha, el presidente de la UDI, que habría estado e acuerdo con un órgano 100% electo, a cambio de que el texto propuesto se ratifique luego por el Parlamento.

Si se conversa con el propio Diablo, ya sabemos de qué lado está. Esa farsa de la “paz” y los “acuerdos” sólo sirven para mantener al pueblo quieto bajo la farsa de una democracia que apesta a dictadura, mientras las cúpulas de poder representantes de los grandes capitales siguen masacrándonos día a día.

Se nos exige a nosotros ser pacientes, no violentos, moralmente guiados por las enseñanzas democráticas, mientras día a día meten preso a un compañero por exigir una educación digna, mientras mantienen un sistema de precarización y miseria y nos obligan a aceptarlo con mordaza.