Y DE REPENTE VOLVEMOS AL PASADO: Estados Unidos prohíbe el aborto después de 49 años

Por: Priscila Alvarez

24/06/2022

Después de haber mantenido el derecho constitucional al porte público de armas, la Corte Suprema de los Estados Unidos, eliminó el derecho constitucional al aborto que había sido aprobado en 1973.

Ahora los estados podrán regular, e incluso prohibir, el derecho al aborto.

El derecho al aborto es un derecho democrático fundamental porque se relaciona con el derecho de las mujeres a disponer de su propio cuerpo, a su vez también es un derecho básico en cuanto al acceso de la salud, y pasa a ser una cuestión de clase. Pues el acceso al aborto está restringido a las burguesas que pueden pagar por el mismo con los mejores especialistas y con bajísimos riesgos, aun cuando el mismo esté penalizado.

En paralelo, defendemos el derecho a la vida en el sentido de las condiciones para que aquellas personas que quieran tener hijos tengan las condiciones de salud, educación, empleo para tenerlos.

Como una compañera lo dijo muy correctamente, cuando se le pide al estado burgués, otorgándole el derecho a dar, “también se le otorga el poder de quitar. Es lo que no ha entendido el feminismo liberal con sus agendas de solicitudes mil.”

Las banderas de lucha contra el capital deben ser defendidas por los revolucionarios, por tratarse de la lucha por reivindicaciones democráticas burguesas en los marcos del capitalismo: derecho al voto, a salario igual, por trabajo igual, a ser elegidas, a ocupar cargos públicos, a manejar o circular sin estar acompañadas por hombres, etc.

El «identitarismo» y el Feminismo Burgues

El «identitarismo», comienza a partir del «neoliberalismo» en los años 60, y fue retomado con gran fuerza e impuesto a partir de universidades y medios de comunicación a partir del 2008 para distraer de la gran crisis económica que azotaba al capitalismo en el mundo.

Lo interesante de esta doctrina es que busca colocar los «problemas» culturales sobre los problemas estructurales del capitalismo, como lo es la propiedad privada y la explotación a partir de la expropiación de la plusvalia.

De esta forma, procura «resolver» mágicamente todos los males del mundo a partir de leyes progres, las cuales pueden ser avances en cuanto a la democratización de los derechos burgueses, pero a la primera que apriete al sistema los eliminaran y se volverá atrás, como está pasando en Estado Unido.

Vinculado a la mujer, el «identitarismo» promulga que todas las mujeres deben ser «sororas» con otras mujeres, aún así cuando son estas mismas las que las socavan y aplica las políticas capitalistas como lo fue Margaret Thatcher, Kamala Harris, o como Lynn Fitch, quien fue la mujer que logró que la Corte Suprema de EE.UU. elimine el derecho a la interrupción del abort, entre muchas otras.

¿Debemos doblegar nuestros intereses de clase ante burguesas solo por ser mujeres? Por favor, buen intento por parte del imperialismo y del capitalismo para controlar, dividir y deslegitimar la lucha de clase… Pero primero somos revolucionarias, obreras, hijas de la clase trabajadora, al igual que mi madre, mi abuela, y mis familiares masculinos, todos sometidos, explotados y obligados a pagar con nuestro sudor las ganancias de los banqueros y empresarios dueños de los medios de producción.

Unir a todos los oprimidos contra el capitalismo

La lucha de clases se da principalmente entre la burguesía y los trabajadores, y no entre los hombres y las mujeres en general.

El machismo debe de ser combatido, pero para esto es necesario observar la verdadera base del problema y mucho menos podemos combatirlos con los instrumentos impuestos por el imperialismo norteamericano.

El patriarcalismo es un producto de la propiedad privada y únicamente desaparecerá con el capitalismo. Por lo tanto, para luchar contra el machismo es necesario luchar efectivamente por la destrucción del estado burgués y la superación del capitalismo.

Las mujeres representan más del 50% de la población y en consecuencia un sector que necesita ser duramente atacado por el imperialismo. Para el capitalismo en crisis es mucho más fácil y, en cierta medida, necesario, tratar con la mujer sumisa, la que se quedará en casa cuidando a los niños y las brutalidades de las tareas domésticas.

Esta política también le ayuda a reducir la presión sobre el mercado laboral. En el movimiento obrero y de trabajadores, la burguesía se vale principalmente de una fuerte presión contra las mujeres, principalmente en sectores de punta de la producción, para desarmar los sectores de lucha. Obviamente, eso cambia en aquellos sectores de la producción donde las mujeres son mayoría, por ejemplo la industria textil.

Por medio de un fuerte bombardeo de la propaganda, la cuestión de la familia tradicional, la religión y otro mecanismo superestructurales, la burguesía busca aumentar los miedos, principalmente a partir de esposas, compañeras, hijas, etc. y dificultar la organización de movimientos de lucha en las empresas.

Tampoco es casualidad que las mujeres sean las más afectadas por el desempleo. Todos los problemas en el mundo del trabajo son materiales y no culturales.

Los trabajadores son controlados en primer lugar por la brutal dictadura que existe en las empresas, con la amenaza del desempleo y el hambre. El segundo mecanismo de control es el colchón social construido sobre la pequeña burguesía (capas medias de la población), fundamentalmente la burocracia, que a través del control de las organizaciones históricas de la clase obrera y de las masas impiden la unidad de los trabajadores.

Esta unidad, que debe materializarse mediante la organización en torno a banderas políticas, es lo que el imperialismo (fusión del gran capital industrial y financiero con el estado mundial supra policial al servicio de los grandes capitalistas) busca evitar a toda costa.

Ojo al piojo

Cuando nosotras, las mujeres, participamos de las luchas sociales y políticas, el cambio de la CALIDAD de la lucha revolucionaria es más que evidente. Esto ha sido evidenciado en todas las principales revoluciones. La revolución en febrero de 1917 empezó a partir de las grandes manifestaciones del 8 de marzo, la participación en la revolución de Vietnam, Cuba y China de las mujeres fue fundamental, así como nuestra participación en todos los movimientos de resistencia contra los nazis.

Y sin ir muy lejos, la participación femenina en todos el movimiento de lucha que se han desarrollado en América Latina han tenido nuestra participación. La lucha por reivindicaciones democráticas que nos importan a las mujeres, como el derecho al aborto o la lucha contra el patriarcalismo/machismo, los revolucionarios deben tomarlas como su propia lucha, pues tienen como base el mismo problema que genera grandes malestares sociales y explotación, siendo esta la propiedad privada y el Estado Burgués.

Estas luchas, así como todas las luchas de los explotados, deben estar direccionadas a unirnos en pro de destruir al gran capital.