ARGENTINA ENTRE LA ESPADA Y LA PARED

ARGENTINA ENTRE LA ESPADA Y LA PARED

El presidente Alberto Fernández intenta emparchar la crisis política nombrando al peronista Felipe Massa como superministro de la Economía, pero las maniobras que realice no responden al verdadero problema.

La mayor crisis capitalista mundial de todos los tiempos tiende a estallar en sus puntos más débiles. Argentina es justamente uno de ellos.

La inflación sigue aumentando, superando en cifras oficiales el 64%, y llevando a la caída de Silvia Batakis, designada hace poco más de tres semanas.

El presidente Alberto Fernández intenta emparchar la crisis política nombrando al peronista Felipe Massa como superministro de la Economía, incluyendo debajo de su pasta al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca y las relaciones con “organismo internacionales, bilaterales y multilaterales de crédito”.

La situación en Argentina se ha vuelto dramática. Los niveles de tensión son parecidos a la situación que llevó al “Argentinazo” de diciembre del 2001. Y aún más, la situación política evoluciona rápidamente para la crisis generalizada que llevó al Cordobazo de 1969, y en un nivel aún superior considerando la profundidad de la crisis capitalista mundial.

Los trabajadores y las masas aún se encuentran maniatados por el miedo al desempleo y a la recesión, por la burocracia sindical y de los movimientos sociales, por el régimen político de conjunto. Pero el descontento aumenta muy rápidamente de manera directamente proporcional al aumento de la crisis.

Las protestas y las huelgas se han venido desarrollando. La lucha de clases se tensiona.

El efecto tango

Argentina es la tercera potencia regional, después de Brasil y México. Con sus 47 millones de habitantes, su clase obrera y sus grandes tradiciones de lucha tiene represado un potencial de lucha clasista y revolucionario capaz de poner en movimiento toda la región, que también se encuentra muy desestabilizada por la agudización de la crisis capitalista y el aumento de las presiones del imperialismo norteamericano.

Las tendencias revolucionarias crecen rumbo a grandes enfrentamientos. El imperialismo y las burguesías maniobran en el intento de contener los levantes y las luchas, pero sus márgenes de maniobras se reducen a cada día conforme el capital enfrenta crecientes dificultades para realizar sus ganancias.

Lo que hoy pasa en Argentina tiende a generalizarse. El enfrentamiento abierto entre los trabajadores y las masas, de un lado, y la burguesía y sus agentes del otro, es lo que está puesto para el próximo período.

El deber de los verdaderos revolucionarios es hacer la revolución como dijo el Che Guevara. En lo concreto, en la situación política actual, eso significa la necesidad de levantar el programa revolucionario, afinar la plataforma política orientada a llevarle el programa a las masas y, sobre esta base, ir con energía a la organización de los trabajadores y el movimiento de masas con el objetivo de tomar el poder sobre la derrota del estado burgués y de la expropiación del gran capital.

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1 comentario en «ARGENTINA ENTRE LA ESPADA Y LA PARED»

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