¿Cómo los EUA golpearon el liderazgo de China en el 5G?

Las empresas chinas se encontraban muy por delante de las empresas imperialistas en el desarrollo de la tecnología 5G.

Todo indicaba que la supremacía china sería imposible de ser controlada. Esa visión se “olvidaba” de que vivimos en una sociedad dividida en clases sociales y que ninguna clase social o fracción de clase está dispuesta a abandonar sus privilegios.

Los alemanes dejaron eso muy claro cuando bloquearon la compra de la principal empresa de automatización industrial automovilística, Kuka, por los chinos.

El imperialismo norteamericano abrió una guerra contra China que aún no se expresa frontalmente en una guerra abiertamente militar contra China, pero que avanza muy rápidamente en ese sentido.

Las sanciones contra Huawei, ZTE y otras empresas chinas de telecomunicaciones fue apenas el comienzo de esa guerra.

La guerra en Ucrania, que le fue impuesta a Rusia, tiene como objetivo debilitar al principal aliado de China.

El imperialismo norteamericano no puede aceptar la supremacía de China en el sector de tecnología. Ni siquiera una posición menor que lo pueda amenazar. Se trata de una cuestión de sobrevivencia.

El control tecnológico le permite al imperialismo imponer su control parasitario sobre las patentes, su supremacía militar y su control económico, social y político.

¿Cuál fue el golpe fatal contra el 5G chino?

Huawei y ZTE no solo redujeron sensiblemente sus operaciones en Rusia sino que también lo hicieron en la propia China.

Huawei por ejemplo no ha tomado ningún nuevo contrato por miedo a ser sancionada por los Estados Unidos en relación a la guerra en Ucrania.

¿El por qué del miedo? Porque Huawei y ZTE dependen aún umbilicalmente de la taiwanesa TSMC, de la norteamericana Intel y de la surcoreana Samsung para sus equipos de telecomunicaciones. En el caso de nuevas sanciones imperialistas podrían enfrentar mucho más crisis que la actual.

Future of 5G in Russia Remains Uncertain

Ahora aparecieron empresas de India desarrollando el 5G, pero evidentemente se trata de una operación de largo plazo que también será dependiente no solo del desarrollo tecnológico doméstico sino también de las maniobras del imperialismo.

El primer aviso del imperialismo ya vino.
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El caso del 5G demuestra que para tratar con el imperialismo “no hay almuerzo gratis”, como dirían los “neoliberales”. O se lo derrota militarmente o nada se podrá hacer.

Esa es la dinámica que impone la lucha de clases en la época del imperialismo, que como lo dijo Lenin es la época de las guerras contrarrevolucionarias y de las revoluciones.