La bancarrota del sistema político italiano

La bancarrota del sistema político italiano

Ganó una mujer, la reencarnación de Mussolini, las elecciones en Italia Se busca imponer que por el hecho de ser mujer es un gran avance para el feminismo. GANÓ EL FASCISMO, EL IMPERIALISMO, LA CONTINUACIÓN DEL STATUS QUO NO HAY TAL AVANCE. Y esto es posible dada la gran bancarrota del sistema político italiano

En Italia ya fueron formados más de 70 gobiernos desde la Segunda Guerra Mundial.

En las elecciones del final de semana pasada, volvió a aparecer la incapacidad de la burguesía polarizada entre un partido de la derecha y la socialdemocracia representada por el Partido Democrático (PD).

A parte del alto abstencionismo, principalmente en las regiones más afectadas por la crisis, la crisis de los partidos políticos del sistema acabó escalando al fascismo para contener su peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial.

La “estabilidad” lograda por el gobierno “tecnocrático” de Mario Draghi, de la misma manera que había pasado con el gobierno “tecnocrático” de Mario Monti, conteniendo la crisis del gobierno de Berlusconi el segundo y del PD el primero, no logró viabilizar la implementación de los “planes de austeridad”, contra los trabajadores y las masas, y solo logró alargar la crisis, acrecentándola.

La crisis de 1992, cuando los partidos hegemónicos, la DC (Democracia Cristiana) y el PS (Partido Socialista) colapsaron y se logró la estabilidad con la irrupción de Silvio Berlusconi en el escenario político, apareció como una situación de estabilidad frente a la crisis actual. Pero esa estabilidad colapsó y con esa situación entró el fascismo en escena.

La derecha tradicional agrupada en torno a Silvio Berlusconi está en un proceso de clara desintegración, sumida en acusaciones de corrupción y confiando únicamente en la demagogia de Berlusconi para contener el derrumbe total.

La agrupación de la izquierda burguesa agrupada en el PD, liderada por Enrico Letta, es muy precaria y se espera que continúe desintegrándose rápidamente a medida que el nuevo gobierno avance en la implementación de los planes de austeridad.

El objetivo de la burguesía imperialista había sido imponer la participación en el gobierno del grupo encabezado por Mario Draghi desde la viabilidad de la mayoría en el Senado en coalición con el PD, como garantía de la continuidad de la política impuesta por la UE. Pero esa política ya había fracasado con Mario Monti.

El bajo apoyo a Mario Draghi imposibilitó estructurar un nuevo punto de equilibrio que sirva para enfrentar la agudización de la crisis.

El partido fascismo se vió obligado a negociar el apoyo de Berlusconi y de Salvini. Ahora cuenta con una mayoría que no lo deja dependiente del PD ni del propio M5S en el Senado.

El crecimiento del movimiento extraparlamentario de los sectores de ultraderecha, que buscan imponer una salida contundente a la crisis, es inevitable, según la tendencia que se desarrolla a escala mundial.

El crecimiento del M5S no se mostró eficiente como base de masas para contener el movimiento de masas, que depende de la evolución del movimiento obrero, hoy aún contenido por la burocracia sindical.

El principal sindicato, CGIL, está controlado por el PD.

FIOMA ha llevado a cabo una política capituladora que se ha traducido en importantes derrotas en los sectores industriales, especialmente en Fiat.

El margen de maniobra del gobierno electo es pequeño debido a las imposiciones de la UE (Unión Europea). Pero después de la guerra en Ucrania quedó claro que la burguesía en crisis precisa de una salida que mantenga intactas las estructuras del sistema. Para eso precisa de una política de fuerza contra la población.

La situación es altamente explosiva y pone a la orden del día el ascenso de las masas trabajadoras.

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1 comentario en «La bancarrota del sistema político italiano»

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