El imperialismo impone un candidato de consenso en Argentina

Argentina está al borde de un abismo.

El imperialismo norteamericano impone la estabilidad política para proceder a inyectar más recursos para mantener funcionando los corruptos mecanismos de la deuda pública.

Dentro de una nueva ronda de medidas de emergencia fueron aumentar las tasas de interés para el 97%, mientras la falta de dólares es enorme, y bajar las tasas de interés para los productos de manufactura local.

El ministro de Economía, Sergio Massa, está intentando convencer al FMI (Fondo Monetário Internacional) a que haga un nuevo préstamo que le permita mantener la agenda de pagos de acuerdo con la agenda impuesta a Macri a raíz del préstamo de US$ 47 mil millones.

El problema es que el gobierno no tiene dólares para devolverle al imperialismo ni puede realizar el ajuste con la profundidad impuesta, a pesar de que ya lo viene realizando hace más de dos años.

El 29 de mayo Massa viajará a China para buscar un mayor uso del Renminbi en el comercio exterior y rebajar las tarifas de importaciones, principalmente para el trigo y la soja.

La situación es dramática porque la sequía implicó en pérdidas multimillonarias.

Con los innumerables tipos de cambios preferenciales aumenta la presión a la fuga de capitales.

La inflación oficial es del 8,4% mensual.

El llamado “programa de precios justos” naufragó con las empresas entrando en un proceso de remarcación de precios general.

El FMI presiona por una devaluación del dólar oficial de por lo menos el 50%, la reducción de los subsidios y los tarifazos, lo que sólo puede aumentar la inflación.

La inflación es alimentada por la política oficial.

Los tarifazos ya empezaron aunque aún no con la intensidad que el imperialismo reclama: en la luz, en el gas y en el caso de la energía eléctrica el gobierno hasta premió a las distribuidoras de energías que hicieron apagones en el verano.

La salida para la crisis

La CGT (Central General de los Trabajadores) brilla por su ausencia y solo aparece para maniobrar en la política oficial, como apoyadora de Massa.

El kircherismo también apoyo a Massa, como candidato único del peronismo.

La posibilidad de Massa convertirse en el candidato oficial del peronismo (y del imperialismo) depende de que Argentina no estalle antes de las elecciones de fin de año y de que tampoco se tomen medidas drásticas que puedan provocar una revuelta popular.

También aparecen como candidatos del peronismo, en el caso de haber las PASO (primarias), Daniel Scioli, que tiene vínculos con la burguesía brasileña y el proyecto de Vaca Muerta, y Agustín Rossi que tiene vínculos con el llamado “agrobusiness”.

El plan B del imperialismo para las elecciones es un candidato de la derecha, con preferencia por el actual gobernador de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta.

El plan C es la reaccionaria Patricia Bullrich y el plan D es el filo fascista Javier Milei. Este ya quiere dolarizar la economía y abolir el Banco Central.

La dolarización implicaría en una mega devaluación y en pérdidas salariales históricas, lo que puede equivaler a apagar el incendio con gasolina.

Para enfrentar los fuertes y crecientes ataques contra los trabajadores, levantamos la necesidad de exigir el gatillo salarial, con aumento de salarios mensuales para contener, por lo menos parcialmente, el impacto de la inflación.

Es necesario llamar a una huelga general, pasándole por arriba a la burocracia sindical, para que la crisis no sea pagada por los trabajadores y sí por los capitalistas y el imperialismo.